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Penultimátum

El regreso de El Patrón

C

uando el narcotraficante Pablo Escobar fue muerto por la policía colombiana, en diciembre de 1993, los colombianos recibieron el mejor regalo de Navidad. Fue el fin del influyente y sanguinario personaje. Sin embargo, sigue presente. Además de los libros escritos para detallar la vida íntima de El Patrón o mostrar hasta qué punto su organización logró unirse a la clase política y empresarial, se agregó hace dos años un documental, Pecados de mi padre, dirigido y producido por el cineasta argentino Nicolás Entel. En él se describe la vida de Escobar a través de su hijo Juan Pablo, quien cambió su nombre a Sebastián Marroquín y huyó de Colombia tras el asesinato de su padre.

El documental presenta entrevistas con Marroquín y su madre, María Victoria, además de fotografías y videos de los archivos de la familia Escobar. Igualmente, el encuentro de Marroquín con los hijos de algunas de las víctimas más conocidas de su padre, como el candidato liberal a la presidencia Luis Carlos Galán, asesinado por Escobar y sus sicarios hace 20 años. El documental, exhibido y elogiado en diversos festivales, lo adquirió recientemente la poderosa HBO para explotarlo en la televisión de Estados Unidos.

Ahora Pablo Escobar está otra vez presente en los hogares colombianos y, a finales de este mes, en los de Estados Unidos. Luego en México. Este regreso del cruel narcotraficante se da gracias a la superproducción Pablo Escobar: el patrón del mal, del canal de televisión Caracol, que echó la casa por la ventana con esta producción, la más costosa en su historia, con más de mil 300 actores y 450 locaciones en diversos países latinoamericanos y Estados Unidos.

El libreto es de dos personajes que sufrieron la violencia del capo en carne propia: Juana Uribe (sobrina del ex candidato presidencial Luis Carlos Galán) y Camilo Cano, hijo menor del Guillermo Cano, director del diario El Espectador, igualmente asesinado por orden de Escobar en 1986. Para realizar el libreto se basaron en el libro La parábola de Pablo, escrito por el ex alcalde de Medellín Alonso Salazar. Uribe y Cano recrean dolorosas historias que  marcaron sus vidas y las de muchas personas más durante el reinado de terror que impuso El Patrón.

Esta nueva visión del poder destructor del narcotráfico en la sociedad y las instituciones públicas acapara ahora el interés de los televidentes. Como complemento, Caracol emitió el documental En los tiempos de Escobar, para ubicar a los televidentes en la realidad del narcotráfico en esa época.

Ambos materiales despertarán mucho interés en México, donde la narcoviolencia suma este sexenio casi 60 mil muertos, violación de los derechos humanos y la corrupción de políticos y las instituciones responsables de combatir al crimen organizado.