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El tráiler de la Cruz Roja Mexicana no ha dado servicio desde su inauguración, el 17 de julio

Sólo 10 horas abrió un puesto de ayuda para migrantes en Arriaga

Supuestamente iban a ofrecerles alimento, atención médica y asesoría jurídica

Improvisan un módulo donde les dan agua, una lata de atún y galletas

Persisten abusos del INM: sacerdote

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Al fondo el tráiler-hospital de la Cruz RojaFoto Moysés Zúñiga Santiago
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 20 de julio de 2012, p. 32

Arriaga, Chis., 19 de julio. Ocho días después de que autoridades estatales, locales y de la Cruz Roja Mexicana instalaron aquí un tráiler hospital que iba a ofrecer ayuda humanitaria a migrantes centroamericanos que viajan hacia Estados Unidos, dejó de dar servicio.

En este puesto supuestamente iba a ofrecerse agua, alimentos, servicios médicos y asesoría jurídica a los indocumentados; además, las autoridades dijeron que habría vigilancia a las orillas de las vías del tren y la Secretaría de Salud estatal se comprometió enviar personal de salud y medicamentos.

Este jueves pobladores constataron que el tráiler hospital de la Cruz Roja, provisto de una planta potabilizadora de agua, no ha abierto desde el 12 de julio, y el 17 de julio, cuando fue inaugurado, sólo dio servicio de 7 a 17 horas.

El 11 de julio, la caída de dos puentes en el trayecto del tren de carga conocido como La Bestia, en el tramo Loma Bonita-Arroyo Claro, en Oaxaca, a causa del huracán Carlota, suspendió la salida del ferrocarril de Arriaga.

Autoridades estatales y municipales convocaron a una reunión de seguridad en la que declararon alerta migratoria y acordaron instalar carpas a la orilla de las vías del tren para dar atención humanitaria a los migrantes varados.

A la reunión acudieron Andrea Hernández Fitzner, secretaria de Desarrollo de la Frontera Sur y Enlace Internacional del gobierno estatal; Williams de los Santos Cruz, presidente municipal de Arriaga, y el sacerdote Heyman Vázquez Medina, director del albergue para migrantes Señor de la Misericordia.

Acordaron ofrecer agua, alimentos y servicios médicos, así como asesoría jurídica a los migrantes que viajan de Tapachula a Estados Unidos.

El puesto de servicios abrió apenas unas horas el día 12 y sólo ofreció botellas de agua, confirmó Guadalupe Vázquez, quien vende comida frente al tráiler, que reabrió el martes 17, cuando el gobernador Juan Sabines Guerrero visitaría Arriaga para la inauguración oficial.

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Enrique, salvadoreño indocumentado que recorrió 250 kilómetros de Tapachula a Arriaga, Chiapas, recibió una botella de agua, una lata de atún y dos sobres de galletas de parte del ayuntamiento local, antes de abordar el tren de carga conocido como La Bestia.Foto Moysés Zúñiga Santiago

Ese día, dijo, colocaron carpas, una planta potabilizadora de agua y el tráiler, donde se iba a dar servicio médico y odontológico a los indocumentados.

En representación de Sabines Guerrero acudió el secretario de Salud estatal, James Gómez Montes; el presidente nacional de la Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga Cárdenas, y el jefe de la delegación regional para México, América Central y Cuba del Comité Internacional de la Cruz Roja, Karl Mattli.

Guadalupe Vázquez relató que hoy en la mañana un grupo de migrantes se acercó al puesto de ayuda. Llevaban a uno de sus compañeros con la pierna hinchada a causa de la mordedura de una serpiente, pero no recibieron ayuda.

Heyman Vázquez dijo que con la reconstrucción de los puentes ferroviarios el flujo de migrantes se normalizó y actualmente se encuentran en su albergue 95 personas. El tren sale cada tercer día. El cura insistió en que la ayuda es muy necesaria, sobre todo la de la Cruz Roja Internacional. No se vale. Es muy bonito lo que se dice, pero hace falta la práctica, acusó.

Agregó que el Instituto Nacional de Migración sigue igual de insensible, abusando de su autoridad , con extorsiones y otras violaciones a los derechos humanos.

La jurisdicción sanitaria número 8 de Tonalá instaló, entre la basura y las vías del tren, un pequeño módulo donde un médico revisa superficialmente a enfermos y heridos en asaltos, y sólo les da paracetamol y naproxeno, mientras el ayuntamiento ofrece en el mismo puesto una lata de atún, dos sobres de galletas y una botella de agua para los pocos migrantes que se acercan.