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Sale a la luz pública complicidad de años entre funcionarios y mafia de robacoches

Robo de placas devela red de corrupción en el gobierno de Rodrigo Medina

La Procuraduría General de Justicia estatal intentó acallar las denuncias y sospechas

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El procurador Adrián de la Garza, el gobernador Rodrigo Medina y Jorge Domene Zambrano, vocero del gobiernoFoto Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 29 de julio de 2012, p. 12

Fue el negocio redondo: miles de coches robados o chuecos, vendidos con apariencia de legales gracias al replaqueo y la papelería apócrifa, gestionados por funcionarios del gobernador priísta de Nuevo León, Rodrigo Medina.

El escándalo de corrupción saltó a la luz hace unos días con el faltante de 175 mil 508 juegos de placas con vigencia hasta 2013, del Instituto de Control Vehicular, denunciado por un empleado de esa dependencia con un desfalco de 33 millones de pesos, lo cual derivó en una investigación que reveló la complicidad desde hace años, entre funcionarios de medio y alto nivel del gobierno, con mafias de robacoches del país y las correspondientes ganancias multimillonarias.

“Sabemos que desde hace un par de años los corralones estaban bajo el control de Los Zetas –cuenta José Luis Krauss, director de Propuesta Cívica–. De esos lugares desaparecían coches y otros más eran robados en las calles y luego identificados con otra papelería, al grado de que mucha gente prefería no denunciar porque se trataba de una mafia muy fuerte de robacoches y legalización dentro del mismo gobierno de Rodrigo Medina”.

Desde su creación en 2006 durante el gobierno de Natividad González Parás, el Instituto de Control Vehicular, con 24 delegaciones, dirigido entonces por Jorge Domene Zambrano, actual vocero del gobierno, tiene un pasado sumamente cuestionado por denuncias de corrupción que lo ligan con la regularización de autos robados o chuecos que después aparecían en matanzas o atentados utilizados por el crimen organizado.

Se trata de una mafia. El gobierno de Rodrigo Medina ha estado marcado por la corrupción y la impunidad, dice Indira Kempis, de la organización Ciudad-Es, que ha exigido que este asunto no termine sólo con el despido de funcionarios implicados, ya que hasta ahora únicamente seis empleados han sido investigados y ninguno está preso, sino con el encarcelamiento de los mismos y la investigación penal a sus jefes y otros altos mandos del gobierno.

Robo de coches

Durante el gobierno de Felipe Calderón el robo de coches se incrementó en más de 83.1 por ciento, el nivel más alto de la historia según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), con 80 mil 415 unidades robadas.

El subliderato nacional en robo de autos lo tiene Nuevo León, después del estado de México. Durante 2010 fueron robados 15 mil 493, y en 2011 la cifra llegó a 19 mil 628 hurtos de autos, según datos del gobierno de Nuevo León. En los primeros seis meses del presente año ya se han registrado 7 mil 72 robos. El estado gobernado por Rodrigo Medina tuvo 15.2 por ciento de todos los robos a escala nacional durante el mismo periodo.

Adrián de la Garza, procurador de Justicia de Nuevo León, quiso acallar las denuncias y sospechas sobre el faltante de los 175 mil 508 juegos de placas y el robo de autos, señalando que las placas fueron trituradas por empresas recicladoras que pagaron 900 mil pesos a Santiago Adrián González López, coordinador de Operaciones del Instituto de Control Vehicular, prófugo de la justicia, y a su hermano Homero, algo que su madre desmintió.

El gobierno considera a Santiago como el autor intelectual y material del robo de las placas y ofrece una recompensa de 248 mil 337 pesos a quien aporte información sobre su paradero, que algunas fuentes ministeriales ubicaron en Brasil.

El gobierno de Rodrigo Medina intenta cerrar así el caso del robo de placas, sin investigar la red de robacoches relacionada con funcionarios estatales: Santiago le pidió a su hermano Homero que inutilizara las placas, por lo que le pidió usar un molino. Posteriormente le pide que solamente las corte en dos para darlas a una empresa de reciclaje, dijo el procurador en conferencia de prensa.

La versión de las autoridades fue desacreditada por asociaciones civiles que consideran que la magnitud de la red de corrupción no se puede entender sin el conocimiento y la complicidad de altos mandos oficiales: El gobierno quiere engañar a la ciudadanía. Esa versión atenta contra la inteligencia de cualquier persona. Es increíble que nos den esas explicaciones inverosímiles, dice Krauss.

Añade: Los hermanos González son chivos expiatorios. No dudamos que estuvieran involucrados, pero creemos que una corrupción de ese tamaño no la pueden hacer solos: necesariamente tienen que tener conocimiento los jefes. Si atamos cabos con el alto índice de robo de autos, los coches desaparecidos en los corralones y las placas faltantes, tenemos una mafia muy grande, con miles de millones de pesos atrás, una mafia que sólo dos muchachos no la componen, sino funcionarios de alto nivel. Hay mucho cinismo. El gobierno priísta de Rodrigo Medina se siente seguro en su impunidad, porque está sostenido por pilares muy poderosos, muy cercanos al crimen organizado.

Denuncias anónimas

Desde que se denunció el extravío de los juegos de placas, decenas de denuncias anónimas de ciudadanos afectados han surgido. En la mayoría de los casos la gente se niega a proporcionar su nombre por temor a represalias.

Los coches robados son denunciados ante el Grupo Halcón de la Policía Ministerial donde supuestamente los agentes solicitan cantidades que van desde 5 mil hasta 20 mil pesos por recuperación de vehículos o para entregar información.

Los ciudadanos afectados han señalado que después de denunciar sus coches robados, han descubierto que los mismos aparecen con otros dueños que poseen facturas apócrifas y otras placas entregadas por el Instituto de Control Vehicular, dependencia que finalmente legaliza el robo.

Gracias a las denuncias se pudo comprobar con números de serie, números de placas y folios de facturas, que algunos coches robados en Nuevo León fueron llevados a Veracruz para legalizarlos de igual forma y luego aparecieron en actos delictivos en Coahuila y Tamaulipas.

Los únicos dos empleados arraigados, Israel Carrillo Herrera, coordinador administrativo del Instituto de Control Vehicular, y Édgar Eduardo Cárdenas Silva, empleado de la Coordinación de Operaciones, fueron liberados luego de que las autoridades determinaron que no había pruebas suficientes para determinar su culpabilidad.

Las personas que han denunciado los robos de sus vehículos con números de serie han demostrado el nexo que existe entre el robo de autos y el robo del juego de placas del Instituto de Control Vehicular. Definitivamente está demostrado que ambas actividades delincuenciales están unidas, dice Lorenia Canavati, de Evolución Mexicana.

Y añade: Ahora el procurador nos dice que las placas faltantes se convirtieron en chatarra. ¿A quién le quieren ver la cara?... Esa explicación es una burla a la ciudadanía. En cualquier otro país el gobernador ya habría sido destituido e investigado, sobre todo porque no es el único caso de corrupción impune, hay que añadirle el de los casinos, la torre administrativa y tantos otros. Por eso estamos pidiendo la renuncia de Rodrigo Medina. Por decencia le pedimos que deje el puesto.