Economía
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Crisis global
El BCE aplaza las ansiadas medidas para contener las presiones de los mercados

La entidad condiciona su intervención a que países como España e Italia pidan ayuda de modo formal

Es una patada al euro en el culo de esos estados: PSOE

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Bolsas de Europa, Estados Unidos y América Latina cayeron ante el pesimismo generado por la falta de acciones del Banco Central Europeo. La imagen, en MadridFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de agosto de 2012, p. 32

París, 2 de agosto. Los mercados bursátiles de Europa y Estados Unidos acusaron este jueves el pesimismo generado entre inversionistas y agentes económicos por un discurso del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que aplazó la adopción de medidas para aliviar las tensiones que afectan a Italia y España y tienen al borde de una fuerte crisis a la zona del euro, que en conjunto es la mayor economía del mundo.

Se esperaba que Draghi anunciara la compra de bonos de deuda de naciones en situación de emergencia por el tamaño de sus débitos, así como el cumplimiento de los acuerdos del eurogrupo en su última reunión de junio pasado.

También existía la expectativa de que concretara, entre otras promesas, la de salvar el euro, como lo declaró la semana pasada, cuando alentó a mercados bursátiles e inversionistas.

Las bolsas de Madrid y Milán se fueron en picada, con un desplome de 5.16 y 4.64 por ciento, respectivamente. París retrocedió 2.68, Fráncfort 2.20, y Londres 0.88.

Las deudas de España e Italia también se vieron penalizadas, al demandar los inversionistas un mayor premio –lo que de inmediato se refleja en un mayor costo de financiamiento para los estados– por la falta de medidas para reducir las presiones en los mercados, que se esperaba fueran anunciadas este jueves por Draghi.

El rendimiento del bono a 10 años de España, que es el costo que paga ese Estado ibérico por su endeudamiento, se ubicó en 7.165 por ciento, y el italiano en 6.327, en la parte más alta de los últimos meses.

Los jefes de gobierno de España e Italia, Mariano Rajoy y Mario Monti, volvieron a rechazar todo plan de rescate para sus naciones, pues examinarán las medidas planteadas a escala europea para ayudar a resolver la crisis de la deuda que sacude a sus países.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) presionó este jueves al BCE para que adopte más medidas de impulso para la debilitada economía, aunque reconoció que la política monetaria no resolvería todos los males que aquejan la eurozona.

También valoró la decisión del banco central de comprar la deuda a países que acudan al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.

Saludamos la disposición del BCE de adoptar claras operaciones de mercado de adecuado tamaño y otras medidas de política monetaria mientras son implementadas y tienen efecto. Insistió en que son necesarias más políticas de flexibilización y medidas de impulso no convencionales que aliviarían la tensiones mientras son implentadas otras políticas que surtan efecto.

Para el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, la presión hacia España e Italia es fruto de una especulación con la que se da una patada al euro en el culo de estos países. Estamos ante un problema político y de opinión pública. Los ciudadanos entienden muy poco lo que está pasando aquí, insistió.

Rajoy y Monti volvieron a insistir también en la necesidad de aplicar rápidamente las decisiones de la cumbre europea de junio –que incluyeron una unión bancaria y una unión fiscal, así como medidas para estimular el crecimiento– con el fin de estabilizar la zona euro.

El BCE definirá un mecanismo en las próximas semanas para hacer compras directas en el mercado con miras a estabilizar los disparados costos de endeudamiento de algunos países de la zona euro, aseveró Draghi.

El presidente del banco central precisó que el crecimiento económico en la zona euro permanece débil, y agregó que dar al fondo permanente de rescate europeo (MEDE) una licencia bancaria y permitirle acudir al BCE en busca de financiación va contra la legislación europea.

Tenemos una opinión legal que dice que éste (el MEDE) no es una contraparte adecuada, dijo Draghi tras una reunión del consejo de gobierno del BCE que dejó sin cambios, en 0.75 por ciento, los tipos de interés en la zona euro y tras decir que el banco diseñaría un nuevo mecanismo de compra de bonos.

Italia y Francia han presionado para que el MEDE tenga una licencia bancaria para obtener fondos del BCE y pueda intervenir de forma decisiva en los mercados de bonos si es necesario, pero una opinión legal del banco de marzo del pasado año descartó tal opción.

En una intervención muy esperada, el presidente del BCE comentó que la entidad debatirá una relajación en sus normas de garantías el próximo mes y podría repetir medidas anteriores, como inyecciones baratas a largo plazo.

Así, Draghi condicionó la intervención de la entidad para frenar la presión de los mercados sobre países como España e Italia a que los gobiernos pidan formalmente ayuda, lo que hundió las bolsas y disparó la prima de riesgo.

En la Bolsa de Nueva York, el promedio industrial Dow Jones cayó 0.71 por ciento; el Standard and Poor’s 0.74 y el Nasdaq 0.36. En América Latina las bolsas de Sao Paulo, México, Santiago, Lima y Buenos Aires se ubicaron con descenso de 1.37, 0.11, 1.29, 0.87 y 0.99 por ciento, respectivamente.

El euro cayó contra el dólar en una sesión volátil. La moneda compartida por 17 países se catapultó brevemente a un máximo en cuatro semanas de 1.2404 dólares tras el anuncio del BCE, pero rápidamente se desmoronó a un mínimo de una semana de 1.2132 billetes verdes, a medida que los inversionistas digerían la noticia.

El fuerte declive del euro fue el mayor en centavos en un día desde el 8 de agosto de 2011.