Opinión
Ver día anteriorMartes 7 de agosto de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

¿Una estructura de gobierno paralela?

El factor Bejarano

El recurso de la fuerza popular

E

ntre los militantes de la tribu que lidera René Bejarano se dice que ya está lista la factura que pretenden cobrar a Miguel Ángel Mancera, con los nombres y los cargos que resultan de la deuda que el jefe de Gobierno electo adquirió con esa facción.

Y no se trata de migajas. En la lista se incluyen cuando menos tres secretarías: la de Desarrollo Económico, que estaba en manos de Laura Velázquez; la de Trabajo y Fomento al Empleo, donde despacha Benito Mirón, y la de Desarrollo Rural, que encabeza Rosa Márquez. Pero las ambiciones de ese grupo van más allá. Se quiere tener todo un aparato de gobierno paralelo que en su momento haga valer el peso numérico, cuando menos de los bejaranistas.

No hace mucho, cuando se desató el lío del equilibrio de género –que por ley debe haber entre quienes buscan un lugar en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal–, Bejarano propuso, casi de inmediato, bajar a uno de los suyos para dar paso a cualquier propuesta que viniera de otro lugar, a cambio de una nueva posición en el gabinete. La ambición del líder fue desechada y se tomó otro camino.

El incidente no cambió en nada la relación de nombres que desde entonces se preparaba, la cual, como ya dijimos, ahora está lista y se presentará en los próximos días a Miguel Ángel Mancera, quien, pese a su dicho aquel de no le debo nada a nadie y no pagaré facturas, recibirá a Bejarano, tal vez para lograr algún acuerdo que no amenace el inicio de su gobierno.

Lo que no se contempla en el panorama de Mancera es que del lado de la tribu de Bejarano (IDN) sí hay un proyecto bien estudiado para construir, como decíamos, un gobierno paralelo que, si bien no maniataría al jefe de Gobierno, condicionaría cada una de sus decisiones a los intereses de esa facción o, mejor dicho, de su jefe.

Entre los bejaranistas hay sobradas razones para decir que la poca experiencia de Mancera en la lides políticas, principalmente en el campo de batalla del PRD, será muy bien aprovechada por IDN para ir tejiendo un entramado que le permita que el siguiente jefe de Gobierno sea un militante del bejaranismo. ¡Eso es lo que nos falta!, aseguran.

Mientras, en el cuartel de Mancera, donde algunos ya avizoran algo de lo que puede pasar con Bejarano, hay una especie de resignación que no hace pensar en un gobierno libre de los intereses de las tribus perredistas. En los tres primeros años tendremos que jalar con lo que hay y en los últimos tres impondremos condiciones, si todo va bien, dicen con contundencia.

El asunto, de cualquier forma, es que en los próximos días deberá darse con mayor claridad información respecto del camino que escogerá Mancera. Un acuerdo con Bejarano es una de las opciones que nadie descarta, pese a la fuerza popular con la que llega el nuevo jefe de Gobierno, que en su momento podría usarla para torcer ese que parece el destino escrito para el Distrito Federal.

El bejaranismo en la ciudad cuenta, hoy por hoy, con tres secretarías de gobierno, 15 de las 32 diputaciones del PRD a la Asamblea Legislativa y seis de las 16 delegaciones políticas de la ciudad, es decir, hay una infraestructura que permite, como ellos mismos aseguran, crear una fuerza alterna que imponga caminos al gobierno.

De pasadita

A ver a qué horas ponen en orden a los transportistas de cervezas y refrescos que ya son una plaga por toda la ciudad. Se estacionan en cualquier lugar y los policías no son capaces ni de llamarles la atención, menos aún molestarlos con una infracción o hacerles pagar el arrastre de la grúa. Parece que todas las leyes y los lugares prohibidos para cualquier ciudadano no lo son para las empresas refresqueras que, simplemente, ignoran la ley. Bravo por nuestra policía de tránsito.