Sociedad y Justicia
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Daremos la misma lucha e impugnaremos lo que quieran hacer al margen de la ley: Cemda

Pericúes, megaproyecto turístico similar al cancelado Cabo Cortés

Pretenden construir las mismas obras que canceló el presidente Calderón previo a la cumbre del G-20

Consideran ahora una aeropista, un centro comercial y plantas de tratamiento de agua residual

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El plan Pericúes, que se proyecta construir a un lado del parque nacional Cabo Pulmo, en Baja California, nuevamente coloca en riesgo el arrecife considerado por la Unesco patrimonio de la humanidadFoto Greenpeace
Reportera y corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 28 de agosto de 2012, p. 40

El proyecto Pericúes que sustituye a Cabo Cortés, a un lado del parque nacional Cabo Pulmo, en Baja California Sur, pretende construir prácticamente las mismas obras del plan cancelado: 23 mil 400 habitaciones, dos campos de golf de 18 hoyos, una marina con 300 posiciones de atraque y una planta desaladora, entre otras instalaciones, informó el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

La magnitud de las obras que incluía Cabo Cortés fueron cuestionadas por científicos y organizaciones debido a los impactos que tendrán sobre el arrecife, considerado por expertos como el más conservado del Pacífico y donde la biomasa creció hasta 400 por ciento desde que se decretó como Área Natural Protegida. Además, los habitantes de Cabo Pulmo pasaron de ser pescadores a buzos-guías en el parque nacional.

El proyecto, presentado el 20 de agosto para su evaluación de impacto ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dos meses después de que el presidente Felipe Calderón canceló Cabo Cortés, previo a la cumbre del G-20 que se realizó en Los Cabos, también considera la construcción de una aeropista, cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales y un área comercial, entre otra infraestructura.

En detalle, Los Pericúes, promovido por Rivera Desarrollos, contempla en 3 mil 700 hectáreas la construcción de 23 mil 400 cuartos en 14 hoteles, mil 50 villas, mil 600 casas, mil 900 condominios, 2 mil 100 villas en un área semidesértica y en las inmediaciones del parque nacional Cabo Pulmo, con lo cual contraviene el Plan de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos.

Este plan prácticamente no tiene diferencias con Cabo Cortés, al cual el 15 de junio el presidente Felipe Calderón, cuando anunció su cancelación, calificó de megadesarrollo. En esa ocasión señaló que el gobierno federal es sensible, tanto a las preocupaciones de los habitantes de la zona y de la comunidad científica y ambientalista de México, como, también, a las necesidades de certeza jurídica que requiere toda inversión para generar crecimiento económico.

El megadesarrollo al que se refirió el jefe del Ejecutivo contemplaba 3 mil 600 cuartos más que el nuevo –27 mil habitaciones en total–, también incluía dos campos de golf en 161 hectáreas, una marina de 460 posiciones de atraque –160 más que Pericúes–, dos rompeolas de 220 metros de longitud, una planta desaladora, un acueducto de 18 kilómetros y tres pozos de bombeo de agua del acuífero del río Santiago.

Las obras más controvertidas de Cabo Cortés fueron la marina y la planta desaladora, ya que los científicos consideraron que la salmuera que desecha el proceso de desalación de agua marina afectaría el arrecife, por lo que la empresa Hansa Urbana, promotora de Cabo Cortés, debía estudiar durante dos años las corrientes marinas para determinar si ocurriría ese impacto.

En el nuevo plan turístico, según el promovente, la desaladora estará a 22 kilómetros de Cabo Pulmo, lo cual es falso, ya que en realidad se ubica a seis kilómetros del polígono del parque nacional. Además, pretende usar su concesión de 4.5 millones de metros cúbicos anuales para regar las áreas verdes y los campos de golf con agua de primer uso, hecho totalmente ineficiente y derrochador, más aún en una entidad con graves problemas de escasez del líquido, como Baja California Sur, señaló Agustín Bravo, coordinador regional de la oficina noroeste del Cemda.

La alegría duró poco a los cabopulmeños, quienes estaban felices cuando el presidente Calderón anunció la cancelación de Cabo Cortés; advirtieron que en la región no cabe un megadesarrollo de ese tipo, sino un turismo más rústico. Ahora, a la preocupación sobre el nuevo proyecto se suma la erosión de la playa, ya que el mar cada vez se acerca más a sus viviendas.

Pericúes, con características similares a Cabo Cortés, pone en riesgo a Cabo Pulmo, arrecife considerado como patrimonio de la humanidad por la Unesco, y de aprobarse sería ilegal. Por ello daremos la misma lucha que con Cabo Cortés: impugnaremos lo que se encuentre al margen de la ley y pelearemos para proteger Cabo Pulmo, concluyó el Cemda.