Opinión
Ver día anteriorDomingo 9 de septiembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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El Despertar

El destino de Morena

Bajo la Lupa

Bill Clinton y Mario Draghi rescatan a Obama de los avernos: el factor latino

José Agustín Ortiz Pinchetti
Alfredo Jalife-Rahme
A la mitad del foro

Desigualdad, poder y miedo

Telescopio

El show de Macri

León García Soler
El Buscón
Desde otras ciudades

Controversia en Nueva York

Cristina Pacheco
No sólo de pan...

Hambre y política

Puntos sobre las íes

El indio grande

Yuriria Iturriaga
¿La Fiesta en Paz?

Sergio Flores o el complicado arte de honrar el traje de luces

Zedillo: inmunidad e impunidad
E

n los casi 15 años transcurridos desde la matanza de Acteal, el signo inocultable del poder público de nuestro país en torno al caso ha sido una lamentable voluntad de encubrimiento. En los días y meses posteriores a la matanza, un centenar de personas fueron inicialmente encarceladas por su participación material en los hechos, entre ellas ocho oficiales de seguridad pública que fueron puestos en libertad tres años más tarde. Luego, en agosto de 2009, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la liberación inmediata de otros 20 sentenciados, en un fallo que mereció opiniones encontradas y duras críticas por parte de las víctimas y sus defensores. Mucho más grave, en todo caso, ha resultado la actuación de las instancias de impartición y procuración de justicia en el país en lo que toca a determinar la responsabilidad penal –la política es inocultable– de los altos funcionarios que tenían por entonces el encargo de salvaguardar la vida de los pobladores de Acteal, empezando por el ex presidente Ernesto Zedillo; el entonces secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet; el ex gobernador de Chiapas Julio César Ruiz Ferro y el ex procurador federal Jorge Madrazo Cuéllar, entre otros.

Leonardo Páez
El Correo Ilustrado

Lamenta abulia de la embajada en Suecia

E

stoy muy decepcionado por la falta de interés por parte de la embajada mexicana en Estocolmo en relación con los festejos del 15 de septiembre.

Antonio Gershenson
De la autocomplacencia al autoengaño
D

igamos que resulta un poco penoso, hasta bochornoso, enmendarle la plana al que se va y aguarle la bienvenida al que llega. Puede ser de mal gusto, pero parece obligado hacerlo a la luz de lo que ocurre en el mundo y de lo que realmente ha acaecido en esta tierra. Ahora, sobre algunos puntos importantes del desempeño económico nacional.

Las grandes citas de octubre en China y Venezuela
E

stamos en las últimas semanas del proceso electoral venezolano. La cuestión no es tanto si Hugo Chávez será relegido o no –casi seguramente lo será, con una mayoría cómoda–, sino si la elección asumirá el carácter plebiscitario que quiere imponerle el gobierno aspirando a llegar a un imposible 70 por ciento de los sufragios para la relección del presidente o si, en cambio, la oposición dará una prueba de fuerza y logrará una importante cosecha de gobernadores y diputados, acabando con el control absoluto del chavismo sobre la Asamblea y su control, también casi total, del aparato estatal.

Rolando Cordera Campos
Guillermo Almeyra
Crisis institucional
L

a lucha contra el terrorismo de Sendero Luminoso, una de las más cruentas de América Latina, dejó un saldo de 70 mil muertos en casi 12 años de conflicto. Además, dejó un enseñanza muy clara: ni la policía primero, ni los militares después lograron vencer a los llamados terrucos; fue la unidad de inteligencia la que finalmente logró capturar a Abimael Guzmán.

Posmanifiestos (económicos)
E

n lo que se trata al análisis económico, El manifiesto comunista se queda un poco corto: destaca el enfoque sociológico y el llamado político. La razón es simple: en 1848 Carlos Marx aún estaba por desarrollar su crítica de la economía política y escribir El capital. Según Eric Hobsbawm, en El manifiesto, Marx (y Engels) se presenta(n) más como ricardista(s), que marxista(s) (sic), aunque los fundamentos de su óptica particular ya estaban allí.

Jorge Durand
Maciek Wisniewski*
Cuando la parodia raya en tragedia
N

o es fácil escapar de nuestra piel y ver al mundo de una forma diferente a como se nos presenta día con día. Pero es útil intentarlo. Probemos con algunos ejemplos.

El Zócalo y la Constitución de Cádiz
P

ocos saben que el Zócalo, como se conoce popularmente a la gran Plaza de la Constitución, se llama así por la Constitución de Cádiz. La razón histórica se remonta al año de 1808 en que Napoleón invadió España, que era gobernada por Carlos IV quien, incapaz de detener la invasión, se vio obligado a abdicar en favor de su hijo Fernando VII. Éste, igualmente inútil en la defensa de su país, a su vez, abdicó en favor de José, hermano de Napoleón. Ello indignó al pueblo español que se levantó en armas decidido a oponer resistencia y tomó el gobierno en sus manos. Esto dio como resultado que se crearan nuevas instituciones, entre las que se encontraban las juntas gobernativas.

Noam Chomsky*
Ángeles González Gamio
37 Festival Internacional de Cine de Toronto
Reflejos del pasado
Foto
El actor estadunidense Andy Samberg posa con los personajes de la cinta Hotel Transilvania, la cual se presentó ayer en el 37 Festival Internacional de Cine de Toronto Foto Reuters
Leonardo García Tsao