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En su última etapa por EU, la Caravana por la Paz llegó ayer a Washington

¡Acaben con la guerra contra las drogas!, piden activistas frente a la Casa Blanca

Subsecretaria de Estado les consiguió una cita para entrevistarse con legisladores

 
Periódico La Jornada
Martes 11 de septiembre de 2012, p. 15

Washington, 10 de septiembre. Tras recorrer casi 10 mil kilómetros por Estados Unidos, la Caravana por la Paz para denunciar la guerra contra las drogas, liderada por el poeta mexicano Javier Sicilia, llegó este lunes a Washington, en la última etapa de su recorrido.

Poco más de un centenar de activistas desfilaron ante la Casa Blanca para exigir el cese de esa guerra, que en los recientes seis años ha cobrado más de 60 mil muertes en México.

¡Acaben con la guerra contra las drogas! o ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! fueron los lemas de los manifestantes, bajo la mirada curiosa de un puñado de turistas y de algunos agentes policiales.

Por vez primera ciudadanos estadunidenses y mexicanos se unen en una diplomacia ciudadana, dijo Sicilia al ser recibido en la sede de la principal central sindical estadounidense, AFL-CIO.

La caravana se originó en México hace un año y medio, después de que Sicilia lanzó la convocatoria para constituirla a raíz del asesinato de su hijo y otras personas, en marzo de 2011.

El movimiento espontáneo consiguió hacer oír el tema de la guerra contra las drogas desde el punto de vista de las víctimas y de las familias de asesinados y desaparecidos.

Sicilia anunció hace pocos meses que reanudaría el movimiento desde Tijuana, Baja California, de donde arrancó el pasado 11 de agosto.

Luego de visitar 25 ciudades de Estados Unidos, el poeta espera haber logrado situar el debate sobre el tráfico de armas, la despenalización de las drogas y el problema del lavado de dinero en ese país, primer mercado mundial de la droga.

Si no nos quieren mirar (a los mexicanos), que se vean a ellos mismos, dijo Sicilia a la Afp para explicar por qué decidió venir a Estados Unidos.

Legisladores, en la agenda

Sicilia y sus anfitriones estadunidenses –organizaciones como la Oficina de Washington sobre América Latina (Wola)– tienen previsto acudir el martes al Congreso para intentar ser recibidos por los legisladores.

La subsecretaria de Estado para Democracia y Derechos Humanos, María Otero, les consiguió igualmente una cita, según un portavoz del movimiento, Ted Lewis.

Uno de los actos será la entrega de fragmentos de dos armas que compraron Sicilia y otros activistas a su paso por la ciudad texana de Houston.

Según dijo el escritor a reporteros, activistas estadunidenses que acompañan a la caravana compraron un fusil automático AK-47 y una pistola 9 milímetros en una armería, para luego cortarlas en pedazos con una sierra eléctrica.

Tras colocar los trozos en bloques de cemento armado, los activistas quieren entregarlos a autoridades estadunidenses.

A Jaime, mi cuñado, ingeniero mecánico, lo secuestraron el 26 de agosto de 2009. Se pagó una recompensa, quedaron de entregarlo y no lo hicieron. A la fecha no sabemos nada de él, explicó una de las participantes de la Caravana, Carime Estudillo, de Zacatecas.

No queremos venganza; queremos que regrese Jaime. Sus padres lo necesitan, muerto o vivo, afirmó emocionada la activista, que decidió continuar con la marcha por territorio de Estados Unidos.

Hace tres meses, agregó, le mataron a un hermano en Morelos, de nuevo sin tener relación con el crimen organizado.

“Aquí (en Estados Unidos) tienen también que ponerle un alto al consumo de las drogas. Y, además, los narcos sin armas no serían nada”, añadió. Las cifras son abstracciones, no hay nada como mirar y oír el sufrimiento de la gente, dijo Sicilia.

Ha sido un año y medio de mucho dolor. De ir a buscar a las autoridades para decirles que están al servicio de la nación... No vivimos de esto. Yo espero ir a México para descansar; tengo que tomarme un retiro, afirmó el escritor a la Afp.