Sociedad y Justicia
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Los casos pudieron prevenirse, detalla el Coneval en informe a la Cámara de Diputados

Gobiernos de Fox y Calderón no lograron disminuir cifras de mortalidad materna

El reporte señala que 70% de los decesos ocurrió en municipios con población indígena

 
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de septiembre de 2012, p. 52

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) informó a la Cámara de Diputados que los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, desde 2002 y hasta 2010, no lograron disminuir las cifras de mortalidad materna, que constituye un grave problema de salud pública, derechos humanos, desarrollo social, equidad de género y justicia social.

En un informe sobre mortalidad materna en México, que detalla con amplitud las características sociodemográficas de las mujeres que murieron en 2010 por deficiencias en la atención durante su embarazo, el consejo resaltó que los casos pudieron prevenirse, ya que la mayoría de las complicaciones se habrían resuelto con el desarrollo tecnológico existente si hubieran recibido atención de calidad y oportuna.

El reporte señala que la razón de mortalidad materna es de 51.5 mujeres por cada 100 mil nacimientos, dos vivos, cuando la meta a 2015 es de 22. La inequidad es una de las más importantes razones de muertes maternas, y 70 por ciento de los decesos ocurrió en municipios con población indígena.

La enfermedad hipertensiva del embarazo (EHE) es la principal causa de muerte y que las condiciones clínicas fueron de mayor gravedad en mujeres con un perfil sociodemográfico desventajoso.

El Coneval llamó la atención de casos paradigmáticos, respecto de expedientes de mujeres que sufren complicaciones severas, y señaló que en algunos casos de EHE, que fueron atendidos como segunda opción en hospitales privados, éstos las turnaron a hospitales públicos sólo para morir.

De las mil muertes reportadas en ese año, detalló que en su mayoría las hablantes de alguna lengua indígena murieron por EHE, hemorragias o infecciones extendidas a la sangre, pero no se documentó ninguna por VIH/sida. Señala que los casos analizados y sus trayectorias muestran que las mujeres más pobres e indígenas, a pesar de estar afiliadas al Seguro Popular, no pueden pagar su traslado a los municipios o localidades donde hay laboratorios y los servicios básicos de atención prenatal que ofrece ese programa federal.

“Las historias documentan que las mujeres indígenas fallecen en sus hogares, pese a ser beneficiarias del Programa Oportunidades o del Seguro Popular (...) A las que no están incluidas en algún programa de desarrollo social se les margina –incluyendo a sus familias– de los servicios de atención para población abierta.”

Sin embargo, también se concluyó que el contacto frecuente y continuo de las mujeres con servicios de salud no asegura el tratamiento oportuno ni la referencia adecuada para resolver complicaciones durante el embarazo, parto o puerperio. Asimismo, la saturación de los servicios de salud en el segundo nivel (de atención hospitalaria) lleva frecuentemente a que las mujeres sean dadas de alta, a pesar de contar con un diagnóstico de alto riesgo”, advierte.

Además, el manejo clínico de una buena parte de los casos analizados por el Coneval reveló una deficiente capacidad del personal, no sólo en la educación universitaria médica básica, sino en el entrenamiento en las especialidades médicas.

La documentación de los casos revela limitaciones en habilidades y competencias médicas basadas en la evidencia científica disponible, y una falta de seguimiento o de lineamientos claros en el manejo de la enfermedad materna, expuso.