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Las actividades del Festival Poesía en Voz Alta terminan este domingo

Todo lo que hago en el arte tiene un sentido político y social: Koulsy Lamko

El poeta, actor y músico africano presentó el espectáculo Polvo de vida en el Museo del Chopo

 
Periódico La Jornada
Sábado 29 de septiembre de 2012, p. 7

Desde la base de su tradición africana, el poeta, actor y músico chadiano Koulsy Lamko comenta: Todo lo que hago en el arte tiene un sentido político y social. Si no lo hiciera así, sería estar afuera de lo que pienso es mi misión y compromiso con mi pueblo. A veces lamento que muchos escritores africanos no han entendido realmente su papel y caen en un intimismo inútil.

Lamko, quien nació y vivió un tiempo en Chad, luego se tuvo que exiliar en la vecina Burkina Faso y, desde hace una década, en México –donde dirige la Casa Hankili África, un espacio del gobierno capitalino en el Centro Histórico–, presentó hace unos días en el Museo Universitario del Chopo el espectáculo Pois sucré (Polvo de vida), como parte del Festival Poesía en Voz Alta, que mañana concluye.

Polvo de vida es un homenaje a su hija adoptiva y joven cantante de ópera Djeneba Kone, fallecida el año pasado en un accidente. Hace cinco años Lamko escribió y puso la obra Du Sahel, en la que Djeneba, entonces de 16 años, fue la soprano protagonista, llamada Bintu, una adolescente de la calle, embarazada, que conduce a un grupo de migrantes por el desierto en su camino a Europa.

La ópera tuvo una exitosa recepción en Holanda, Francia y países de África y al final Lamko adoptó a Kone, porque era huérfana. Tras la muerte de su hija el escritor se encerró en diciembre pasado y escribió varios poemas de duelo, Polvo de vida, para exorcizar un poco el dolor, dice.

El espectáculo tiene formas modernas, pero la referencia son los funerales de tradición africana. Son poemas que hablan de la muerte, el destino y las dificultades de la vida, utilizando canciones e instrumentos musicales.

Una intención más amplia, comparte, es mostrar que existe algo de África que no es exótico ni lo que suele buscar la gente respecto de ese continente, algo tan tradicional que se vea como algo de otro siglo. En la estructura del espectáculo, sin embargo, también se encuentra un arraigo en la tradición, complementado con el uso de fotos y videos en los que aparece Djeneba.

Lamko comenta acerca de sus múltiples facetas artísticas, pues hace poesía, teatro, danza y música. Empecé con la poesía muy chico, a los 14 años, cuando me pidieron una tarea sobre una partida de caza tradicional, en la selva. No quise escribir sobre esa temática y mejor hice un poema. Me pudieron poner cero, pero mi maestra de francés colocó el poema en una pared, todos lo vieron y los adultos hasta me daban de comer por ello.

Foto
Koulsy Lamko durante la entrevistaFoto María Luisa Severiano

Acerca de los diversos campos del arte, dice: No tengo ninguna ambigüedad, porque vengo de una tradición en la cual la creación artística integra todos los elementos. Un poeta sabe bailar, cantar, actuar y contar historias. Y escribo de todo: novelas, teatro, poemas, guiones de cine, todo lo que pueda estar como soporte de la palabra y el pensamiento.

–¿Qué opina de la relación entre la creación artística y mantener posiciones políticas y sociales críticas?

–Es fundamental porque, regresando a lo de mi tradición, el poeta ciudadano, el que toma la palabra y la noche para hablar, es como la voz de todo el pueblo y recibe su investidura de aquél. Él es parte de un tipo de contrapoder al poder existente y el pueblo es el que le da la posibilidad de tomar la palabra en el círculo.

“Lamento que muchos escritores africanos no han entendido su papel. Por ejemplo, muchos de los que viven en Francia, para parecer y pertenecer a la ‘inteligencia’ parisina, se vuelven escritores de un intimismo que cuenta cosas que no sirven a nadie, como las nalgas de las mujeres y cosas así, y son los que reciben premios literarios.

“Si tengo que existir como poeta, como alguien que hace dramaturgia, actuación o canto, es para que, como decía el poeta martiniqués Aimé Césaire, ‘mi voz sea la voz de los que no tienen voz y mi palabra sea como la libertad de los que están muriendo en las cárceles’.”

En México, dice, he descubierto una tradición rica por su creatividad y encontrado muchas cosas parecidas con mi tradición, como lo comunitario y la idea de que los muertos aún están con nosotros. Hay que integrar la memoria a nuestra vida presente. Esto es una constante en África y en México; creo que son parte de las motivaciones por las que decidí quedarme a vivir aquí.