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Asegura que lo hizo porque le preocupaba lo fácil de manipular de Benedicto XVI

Confiesa el ex mayordomo del Papa haber robado y difundido documentos secretos

Denuncia en el segundo día del juicio abusos a los que fue sometido durante su detención

 
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de octubre de 2012, p. 30

Roma, 2 de octubre. El papa Benedicto XVI era fácil de manipular y no sabía suficiente sobre los asuntos vaticanos, aseguró hoy durante su testimonio ante un tribunal el ex mayordomo Paolo Gabriele, quien confesó el robo de documentos secretos del pontífice, mismos que fotocopió y difundió.

En el segundo día del juicio del siglo, Gabriele se declaró inocente de los cargos de robo agravado, no obstante, dijo que se considera culpable de traicionar la confianza del Papa, a quien amaba como un padre, e insistió en que actuó de esta manera para proteger al pontífice, quien era manipulado fácilmente por altos mandos del Vaticano.

Empecé a pensar que era fácil manipular a una persona que tiene tanto poder en sus manos, dijo Gabriele, y añadió: lo que realmente me sorprendió es ver que, a veces, el Papa hacía preguntas sobre cosas de las que debería estar informado.

Gabriele negó el robo de un cheque de 100 mil euros a nombre del Papa y de una pepita de oro encontrada durante el cateo en su departamento.

Cuando su abogada Cristiana Arru le preguntó al ex mayordomo si era verdad que en las primeras semanas posteriores al arresto el 23 de mayo había sido mantenido en una habitación tan pequeña que no podía estirar sus brazos, el acusado respondió que .

Ante una pregunta del juez, Gabriele expresó: durante los primeros 15 o 20 días la luz estuvo encendida las 24 horas del día y no había interruptor. Como resultado, mi visión se dañó.

El acusado también señaló que fue blanco de lo que él y su abogada denominaron presión sicológica. En la primera noche en la habitación de detención en la estación de policía del Vaticano, se me negó hasta una almohada, dijo Gabriele.

Tras escuchar las acusaciones de abuso, el presidente del panel de tres jueces, Giuseppe Dalla Torre, pidió al fiscal del Vaticano Nicola Piccardi abrir una causa sobre el tema.

Más tarde, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, explicó a periodistas de medios católicos y agencias que la habitación se correspondía con los estándares internacionales y que el ex mayordomo fue trasladado a una habitación más amplia en cuanto hubo una disponible.

Durante su testimonio, el acusado dijo que no tenía ningún cómplice directo pero que fue influenciado por otros y por el malestar generalizado en el Vaticano.

Según Gabriele, él sentía desconcierto en cuanto al rumbo de la política vaticana y por ello su objetivo fue encontrar a una persona de confianza con la cual desahogarse, y la persona elegida fue el periodista italiano Gianluigi Nuzzi, a quien le pasó los documentos que después dieron origen al libro Su Santidad, las cartas secretas de Benedicto XVI, publicado en mayo pasado.

Gabriele precisó que no recibió dinero a cambio de los documentos y expresó que no cree ser el único que en los últimos años ha filtrado documentos del Vaticano a la prensa.

En cuanto al robo con agravante, no me siento culpable, indicó el procesado, pero sí de haber abusado de la confianza del Papa, mencionó Gabriele.

Según el diario británico The Independent, los papeles que Gabriele admitió haber fotocopiado y filtrado incluyen cartas al Papa que muestran la corrupción en el Vaticano. La más dañina es una en la que monseñor Carlo Maria Vigano ruega a Benedicto XVI no ser transferido de la Santa Sede como castigo por haber denunciado conductas inapropiadas en acuerdos de negocios de la sede apostólica.

El juicio continuará mañana y se especula que el sábado se dicte la sentencia que podría alcanzar hasta cuatro años de prisión.