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Si no brota crudo, brotaría mucha sangre en su sexenio, asevera catedrática del CIDE

Un ardid político, el anuncio del nuevo yacimiento petrolero, consideran expertos
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Vista aérea de una plataforma de exploración en el Golfo de MéxicoFoto José Carlo González
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de octubre de 2012, p. 25

El reciente anuncio del presidente Felipe Calderón de un nuevo hallazgo petrolero en aguas profundas del Golfo de México, con el pozo Supremus, es tan sólo un ardid político dirigido a las personas que no tienen la información, consideraron expertos en materia petrolera.

Este viernes Felipe Calderón confirmó el descubrimiento de crudo en el pozo Supremus-1, en aguas profundas del Golfo de México, que podría contener entre 75 millones y 175 millones de barriles, según evaluaciones preliminares.

Miriam Grunstein, catedrática del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), explicó que para dimensionar estos descubrimientos a nivel internacional basta señalar que en Estados Unidos se perforaron el año pasado 100 pozos exploratorios en aguas profundas y en México llevamos dos (Trion y Supremus) y ya estamos exclamando descubrimientos descomunales, entonces me parece que es un ardid político y dirigido a las personas que no tienen la información para saber que esto no es viable.

Creo, dijo, que son irresponsables estas declaraciones y el Presidente (Felipe Calderón) quiere dejar buenos recuerdos de su sexenio porque si no brotara crudo brotaría mucha sangre.

La especialista insistió: los descubrimientos no suceden así, están en una secuencia de pozos que lo que arrojan son meros indicios.

Decir que hay 15 mil millones de barriles es irresponsable, porque depende mucho de la tasa de extracción del pozo y de la sostenibilidad de la extracción y de la comercialidad de las reservas y nada de esto se define con un pozo exploratorio.

Ellos (Pemex) están trazando una especie de sistema entre Trion, Supremus y Máximo, que llegan a la frontera norte y parece que con cada pozo que perforan descubren reservas posibles (3P), o sea que están infiriendo que estos descubrimientos son la nueva faja de oro, lo que lo encuentro altamente cuestionable porque falta muchísimo trabajo exploratorio.

Hay que dimensionar cómo se realizan los descubrimientos en el mundo, porque no es verosímil que nosotros tengamos una situación así de excepcional.

Por su parte, Francisco Garaicochea, presidente del Grupo Ingenieros Petroleros Constitución de 1917, afirmó que si se toma en consideración las cifras optimistas de Calderón, de que Supremus contiene alrededor de 100 millones de barriles de crudo en promedio, entonces para una explotación de 20 años el promedio diario sería de poco más de 13 mil barriles, lo que no es significativo contra los 2.5 millones de barriles que se producen al día y la meta de llegar a 3.3 millones de barriles diarios.

El experto recomendó a Petróleos Mexicanos (Pemex) revisar sus inversiones de explotación en aguas profundas, ya que, para la parte del Golfo de México, correspondiente a Estados Unidos, Allan Murray, de la compañía Wood Mackenzie, determinó y publicó en la revista World Oil de mayo de 2008, que la tasa interna de retorno (TIR) de las inversiones fue de 10 por ciento en 2005 y 15 por ciento en 2007.

Es importante considerar que la tasa interna de retorno es la tasa de interés a la que se puede solicitar capital prestado para salir a mano, por lo que la tasa de utilidad es inferior a la tasa interna de retorno.

Además de considerar los resultados del estudio de Mackenzie, se puede concluir que la rentabilidad de la explotación en nuestras aguas profundas del golfo de México será negativa, por las siguientes razones: el costo de los servicios que las compañías le proporcionan a Pemex por actividades de exploración, perforación, terminación y estimulación de pozos es del orden de 30 por ciento mayor que los establecidos en el sector estadunidense.

Sólo este sobrecargo prácticamente anula la rentabilidad de la explotación en nuestras aguas profundas. Para Estados Unidos, la baja rentabilidad de la explotación de hidrocarburos es compensada con creces por el pago de impuestos, por la generación de empleos, al operar las instalaciones de producción de hidrocarburos y las fábricas de equipos que utilizan en la explotación de sus activos y exportan a países como México.

En nuestro caso, prácticamente todos los recursos serán importados, y ese efecto multiplicador tan importante, será usufructuado por sus trasnacionales, al explotar nuestros hidrocarburos en los bloques que les serán concedidos en exclusividad en aguas profundas de nuestro país.

Por su parte, Fabio Barbosa, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, aseguró: Dudamos de las cantidades y la premura porque hacen falta otras pruebas.

Es necesario, añadió, abundar que las evaluaciones realizadas son muy preliminares, pues si bien esta primera evaluación inicial arroja resultados de entre 75 y 125 millones de barriles de aceite, que considerando los costos en pozos en profundidades de casi 3 mil metros, resultan no comerciales.

Barbosa Cano aseveró que Pemex ha sido obligado por presiones de Estados Unidos a incursionar hacia aguas profundas en la parte norte, cerca de la frontera con aquel país, para que los descubrimientos de crudo a futuro se destinen al mercado estadunidense, porque sería difícil traerlo al mercado nacional.