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Ver día anteriorMartes 9 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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¿Migración cero?
F

elipe Calderón aseguró que la tasa de migración había llegado a cero en el presente año debido a las oportunidades que México ofrecía a su población, por ello muchas personas estaban considerando regresar a México, pues hay un cambio de oportunidades en el país, y de ahí el título del artículo Calderón se apunta la tasa cero de migración (Milenio, 25 de abril). Pero pronto, lamentablemente, la realidad pondría las cosas en su justa dimensión.

Datos presentados por el Inegi en septiembre del presente año señalan que la migración que se desplaza hacia Estados Unidos ha repuntado en el segundo trimestre de 2012, alcanzando 41.9 personas por cada 10 mil habitantes, en tanto que la entrada fue de 14.3. De acuerdo con el organismo, es la primera vez que se presenta un indicador tan alto desde lo que se observó en 2008. Son datos muy interesantes, pues ponen de relieve un conjunto de hechos que fueron muy debatidos hace más o menos un año, cuando se hablaba de que México, gracias a sus cambios económicos y sociales, habría alcanzado una migración cero.

¿Qué pasó? En primer lugar habría que enfatizar el hecho de que la imagen ofrecida de México fue, por decir lo menos, incorrecta. Por un lado, la educación no ha absorbido a los miles de jóvenes que siguen quedándose fuera del sector por insuficiencias presupuestales, como consta a los llamados rechazados. Por otro lado, cuando se hace alarde de los bajos niveles de desempleo, que nos colocaría en condiciones mucho más positivas que países europeos y hasta de Estados Unidos, suele olvidarse el hecho de que el trabajo informal también se ha incrementado en proporciones desmedidas, lo que supone trabajos alejados de lo que se ha denominado trabajos decentes, y por tanto sin recibir un conjunto de beneficios sociales. Ni podríamos ahora pensar que las bajas de natalidad, a las que se confiere la razón para la reducción de los flujos migratorios, ahora empezaron a incrementarse. Los demógrafos han señalado hace muchos años, que una vez que empieza a caer la tasa de natalidad difícilmente se revierte. Situación que conocen muy bien la mayoría de los países desarrollados con la consecuencia por todos conocida de problemas demográficos que están afectando su desarrollo económico por escasez de fuerza de trabajo. Por tanto, no podemos pensar que en pocos meses esa supuesta bonanza, tan cacareada por Felipe Calderón, pronto se trocó en su contrario.

Entonces, ¿cómo podemos explicar este importante repunte de la migración hacia Estados Unidos? La primera y más lógica de las respuestas es que Estados Unidos, el polo receptor, empieza a vivir una recuperación de su economía. De acuerdo con los analistas de la OCDE, Estados Unidos ha ganado impulso debido a que indicadores como el consumo y el gasto de las empresas han aumentado. Y el desempleo, aun cuando sigue siendo alto, 8.2 por ciento, ha caído casi dos puntos porcentuales desde su máximo en 2009. Y, curiosamente, los sectores que están en la base de esta transformación son, por un lado el sector automotriz y, por el otro, en forma sustancial, la construcción. Todo ello se refleja tanto en los precios de las viviendas, que registraron un incremento anual y es señal inequívoca, dicen los analistas, de que la industria de la vivienda está teniendo un repunte sostenido. Y por otro lado, se aprecia un incremento de la venta de automóviles, que pasó de 12.4 millones, en agosto de 2011, a 14.5 millones de unidades, en agosto de 2012.

Otro factor que no puede desdeñarse tiene que ver con las necesidades propias de la llamada economía del conocimiento, a partir de la cual Estados Unidos otorga una gran importancia como posibilidad para recuperarse de la crisis. Sin embargo enfrenta problemas estructurales de difícil solución en el corto plazo como es la escasez de fuerza de trabajo altamente calificada y de formación de sus jóvenes en áreas tales como la ingeniería, matemáticas, computación, etcétera, sectores en los que la tasa de desempleo es muy baja, 4.5 por ciento. Por lo que no es extraño que leamos en The New York Times (Julia Preston) que los republicanos están apoyando una ley para que ¡los extranjeros graduados en ciencias se puedan quedar!

Es decir que, la reversión de los flujos migratorios fue temporal, lamentablemente, tal como habíamos señalado en colaboraciones anteriores, pues dependía justamente de que el polo de atracción, Estados Unidos, empezara a recuperarse.