Opinión
Ver día anteriorSábado 13 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Reforma= menor empleo

Más plazas de mala calidad

Mexicana: dos años y pico

C

on todo y (contra) reforma laboral, la perspectiva en materia de empleo formal no es muy grata que se diga, por mucho que los reformadores sostengan que más y más mexicanos podrán emplearse tras las modificaciones aprobadas por la Cámara de Diputados y que, todo apunta, ratificarán en el Senado. Ni siquiera los beneficiarios de tal modernización se la creen, pues, si bien les va, en 2013 apenas uno de cada dos personas que por primera vez incursionarán en el mercado laboral podría colarse en la economía formal. El resto, como hasta ahora, a la informalidad, el desempleo, el exilio por razones económicas o las filas del crimen organizado.

De hecho, en 2013 (cuando las bondades de la flexibilización laboral estén vigentes), la generación de empleo formal resultaría 8 por ciento menor respecto de la estimada para 2012, de acuerdo con la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado que levanta el Banco de México, la cual revela que para el presente año sumarían 643 mil las nuevas plazas registradas en el IMSS (ya incluida la tradicional pérdida de plazas en diciembre), mientras que para el siguiente alcanzarían 592 mil, aunque los mismos especialistas pronostican que la mejor perspectiva económica no implica un ascenso en el nivel de generación de empleos formales.

Mientras se registran los previsibles efectos reales de la flexibilización, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados reportó que de acuerdo con las más recientes cifras publicadas por el IMSS, en septiembre se crearon 109 mil 364 empleos permanentes y eventuales urbanos, para un acumulado histórico de 15 millones 931 mil 346 cotizantes. No obstante, al observar las cifras de empleo sin efectos estacionales, la generación de plazas de septiembre se reduce a 58 mil 422, la tercera menor generación de puestos de trabajo en lo que va del año. Por tipo de afiliación, 82.1 por ciento de los nuevos empleos formales fueron en plazas permanentes (89 mil 741 trabajadores), una de las mayores proporciones desde que comenzó la recuperación económica en 2010. Lo anterior se explica en parte por la desaceleración del empleo eventual, que creció a una tasa anual de 7.4 por ciento, la menor desde enero de 2010.

En los recientes 12 meses (septiembre de 2011 a igual mes de 2012) se crearon 716 mil 135 nuevos empleos formales, lo que equivale a un incremento de 4.7 por ciento. Dicha alza ha sido la tercera mayor desde diciembre de 2010, cuando se generaron 730 mil 348 empleos. Asimismo, en lo que va del año, se han creado 728 mil 920 nuevos empleos, 125 mil 338 por arriba de lo acumulado en el mismo periodo de 2011. La expansión anual ha sido impulsada, principalmente, por la industria de la transformación (196 mil 964 nuevos empleos), el comercio (166 mil 619), los servicios para empresas, personas y hogar (143 mil 890), así como la construcción (92 mil 763). Los sectores que más empleos aportan a la economía, las empresas dedicadas a la producción de equipos de transportación, fueron las que presentaron el mayor crecimiento: 12.7 por ciento anual. Sin embargo, en agosto su crecimiento había sido de 13.3 por ciento y en julio de 16 por ciento, por lo que es evidente la desaceleración. El menor ritmo podría estar reflejando la dependencia del sector externo mexicano de Estados Unidos, cuya producción industrial ha venido perdiendo dinamismo en los meses recientes.

El reporte de empleo formal de septiembre fue positivo, apunta el CEFP, pero aún exhibe un menor dinamismo. En particular, el sector externo, vinculado con el desempeño de la actividad industrial estadunidense, es el que presenta el mayor riesgo a la baja ante el incierto entorno internacional. Por su parte, el mercado interno se mantiene creciendo, pero los empleos que genera (servicios y comercio) se caracterizan por ser de mala calidad (ínfimos salarios, prestaciones ausentes). En síntesis, el empleo formal crece, pero a un ritmo que a todas luces es insuficiente para cubrir la demanda real y mucho menos para reducir la tasa de desocupación. Por ello, el desempleo y la informalidad aumentan.

Por otra parte, el envío de remesas a las familias mexicanas registró su peor retroceso desde febrero de 2010, al contraerse 11.6 por ciento en agosto pasado, hilando dos meses consecutivos en terreno negativo. Las remesas totales ascendieron a mil 895.5 millones de dólares, en tanto que el monto enviado promedio fue de 303.9 dólares (disminuyó 10.6 por ciento anual). De esa forma, los recursos que en el mes percibieron los hogares en México registraron una pérdida real, en pesos, de 8.9 por ciento, por lo que la depreciación de 7.8 por ciento de nuestra moneda frente al dólar no fue suficiente para compensar el desplome del envío de remesas y la elevada inflación doméstica.

Lo anterior es resultado, apunta el CEFP, de la desaceleración de la actividad económica estadunidense, la lenta recuperación del empleo y los niveles aún bajos del sector de la construcción. En agosto, la proporción de mexicanos con empleo respecto a la población mexicoamericana en el país vecino del norte se redujo a 59.9 puntos, inferior a los 60.1 puntos del mes previo. “Se percibe que el futuro del envío de remesas es incierto, pues si bien las autoridades monetarias estadunidenses decidieron desplegar un mayor apoyo a la recuperación económica y al empleo, persisten riesgos que amenazan a su economía, entre los que destacan la crisis en la zona del euro y el abismo fiscal (combinación de incrementos de impuestos y recortes de gastos por un total de 600 mil millones de dólares). De hecho, esto último podría conducir a Estados Unidos hacia la recesión. Adicionalmente, se debe considerar que la lasitud monetaria en ese país, condujo a una apreciación del peso en septiembre (0.8 por ciento), lo cual desincentiva el envío de remesas a México”.

En Estados Unidos la población desempleada se redujo marginalmente, aunque fue producto de la contratación de personas por tiempo parcial. Aun así, la proporción de personas que llevan desempleadas más de 27 semanas continúa elevada, al representar 40.1 por ciento de los desempleados (antes de la crisis era menor de 30 por ciento)

Las rebanadas del pastel

Va para 26 meses que Mexicana de Aviación clavó el pico y sus 8 mil 500 trabajadores perdieron su fuente de ingreso. Y no hay para cuándo. Se va Calderón y deja un chiquero, en este como en tantos otros casos, mientras los representantes del gobierno entrante ya pintaron su raya: si saben contar, no cuenten con nosotros.