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Silencio de las FARC sobre el arribo a Oslo de sus cuatro representantes para el diálogo

Se retrasa la salida de delegados del gobierno colombiano por mal tiempo

Se espera que este miércoles arranquen en Noruega las negociaciones con el grupo guerrillero

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Familiares de víctimas de secuestro por grupos guerrilleros en Colombia se reunieron ayer en la plaza Bolívar, en el centro de Bogotá, previo al inicio de las pláticas de paz entre el gobierno y las FARC que arrancarán en Oslo, NoruegaFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de octubre de 2012, p. 33

Bogotá, 14 de octubre. Representantes del gobierno de Colombia y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) se sentarán a partir de esta semana en Noruega frente a frente para iniciar el cuarto proceso de negociación de la paz, que tomará en cuenta cinco grandes temas: desarrollo rural, participación política de movimientos que surjan del proceso, cese de hostilidades, el problema del narcotráfico y la situación de las víctimas.

Las conversaciones podrían arrancar formalmente este miércoles en Oslo, la capital de Noruega, adonde se esperaba la llegada de los grupos de negociación. Sin embargo, se informó que la delegación gubernamental se estaba retrasando para salir de Bogotá debido a intensas lluvias. De inmediato no hubo reacción de las FARC al respecto, o acerca de la llegada de sus delegados.

Se tiene previsto el arribo de cuatro emisarios de las FARC y seis enviados del presidente Juan Manuel Santos, quien desde que comenzó su gobierno en agosto de 2010 activó una serie de discretos contactos en Cuba, que condujeron a las partes a pactar el diálogo.

Primer encuentro, en un lugar secreto

El arranque oficial, anunciado inicialmente para este lunes, se realizará en un lugar secreto. Las pláticas se trasladarán a Cuba para continuar en una fecha por definir, acompañados por funcionarios de los gobiernos noruego y cubano, que fungirán como garantes del proceso, y de Chile y Venezuela, que irán en calidad de acompañantes.

Se prevé que las negociaciones se prolonguen cerca de un año, ya que según voceros gubernamentales la discusión de los cinco temas podría finiquitarse en nueve meses, aunque los dirigentes guerrilleros han preferido no fijar plazos perentorios.

Los miembros de la delegación oficial son el abogado Humberto de la Calle; el militar retirado Jorge Enrique Mora; el ex jefe de la Policía Nacional, Óscar Naranjo; el comisionado de la paz, Sergio Jaramillo, el dirigente industrial, Luis Carlos Villegas, y el economista Frank Pearl.

Por el equipo insurgente acuden Iván Márquez, miembro del secretariado de las FARC; Rodrigo Granda, de la comisión internacional; Marco León Calarcá, quien participó en los contactos secretos, y Andrés París, participante en las negociaciones con el gobierno del presidente Andrés Pastrana. El quinto elemento de la delegación, Simón Trinidad, no asistirá debido a que está encarcelado en Estados Unidos. Trinidad asistió a las conversaciones celebradas entre 1998 y 2001 en San Vicente del Caguán, un territorio de 42 mil kilómetros cuadrados que fue desmilitarizado para ese fin.

Adicionalmente, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), organización guerrillera menor, asistirá por ahora al diálogo en calidad de observador.

El líder de las FARC, Timoleón Jiménez, también conocido como Timochenko, expresó en septiembre pasado su disposición de llegar a un acuerdo definitivo, dialogando sin rencores ni arrogancias, mientras el presidente Santos planteó el mismo mes la necesidad de realizar en las pláticas evitando errores del pasado.

Los anteriores procesos de diálogo con las FARC terminaron abruptamente las tres ocasiones anteriores, salvo en 1990, cuando el gobierno consolidó un acuerdo de paz con el Movimiento 19 de Abril (M-19), una guerrila urbana. Su candidato a la presidencia, Carlos Pizarro, fue asesinado el 26 de abril de 1990.

El primer intento por buscar la paz con las FARC, fundadas en 1964, se remonta a la presidencia del conservador Belisario Betancur (1982-1986).

El 28 de marzo de 1984 las FARC pactaron una tregua y algunos de sus miembros se desmovilizaron para formar junto al Partido Comunista un nuevo movimiento político, la Unión Patriótica (UP).

El clima de violencia contra la UP, sumado a la negativa de los jefes de las FARC a desmovilizarse y al asesinato en agosto de 1985 de Iván Marino Ospina, uno de los jefes del M-19 que también participaba en los contactos de paz, llevaron a la ruptura del proceso.

Cerca de tres mil militantes y dirigentes de la UP, entre ellos Jaime Pardo en 1987 y Bernardo Jaramillo en 1990, fueron asesinados en poco más de cinco años.

Durante la presidencia del liberal César Gaviria (1990-1994) se realizó el segundo intento de diálogo, con participación del ELN y una disidencia del Ejército Popular de Liberación (EPL).

Las conversaciones se iniciaron en junio de 1991, primero en Caracas y luego (1992) en el estado de Tlaxcala, México, pero concluyeron por falta de acuerdos y por la muerte en cautiverio del ex ministro Argelino Durán, quien había sido secuestrado por el EPL.

El último proceso de paz se desarrolló entre el 7 de enero de 1999 y el 20 de febrero de 2002, durante casi todo el mandato del presidente conservador Andrés Pastrana (1998-2002), quien rompió el diálogo luego de que las FARC secuestraron al congresista Eduardo Gechem.

Uno de los planes de la guerrilla es ofrecer un cese del fuego unilateral esta misma semana para evitar que las pláticas se alteren por acontecimientos violentos. No obstante, aún resta ver la respuesta del gobierno, que de momento se ha rehusado a detener las operaciones de las fuerzas armadas en zonas guerrilleras.