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Al rescate de Indocumentados

La política provoca la separación de familias y desamparo de connacionales

Criterios políticos, en las crecientes deportaciones de mexicanos: INM

Los expulsados son personas que llevan en EU más de 10 o 15 años, señala

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Arribo de la caravana de madres centroamericanas a la casa para migrantes BelénFoto Moysés Zúñiga Santiago
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de octubre de 2012, p. 4

El gobierno de Estados Unidos continúa con su plan agresivo de deportaciones, a partir de criterios políticos, en perjuicio de miles de mexicanos, muchos de ellos con más de 20 años de residir en aquella nación, advirtió el Instituto Nacional de Migración (INM).

Los operativos –ordenados por Washington y recrudecidos a partir de 2009– provocan la separación de familias y lanzan al sur a quienes, en muchos casos, ya no tienen vínculos sociales en sus lugares de origen. El problema va en ascenso y, por tanto, es una de las principales negociaciones bilaterales que deberá atender la administración de Enrique Peña Nieto.

Hasta el momento, el gobierno mexicano sólo ha conseguido la operación de un programa piloto para traer a los connacionales vía aérea a la ciudad de México y luego, por tierra, a los lugares de origen de los expulsados, con el fin de resguardarlos –subraya el INM– de la inseguridad en el trayecto hacia el sur.

Sin embargo, los beneficiados en este plan serán muy pocos: 2 mil 400, respecto de los más de 260 mil deportados en lo que va de 2012, según cifras oficiales.

Justo los que están regresando a la frontera, se trata de personas que llevan allá 10, 15 o más años, desintegrando en muchos casos familias, advirtió Salvador Beltrán del Río, comisionado del instituto.

Este asunto se trata, añadió, en el contexto de una negociación bilateral ante una práctica (de repatriaciones) con motivaciones de tipo político, más aun ahora en plena campaña electoral en Estados Unidos.

Dijo que la política mexicana respecto de los migrantes es mucho más noble que la que aplican países como Estados Unidos o naciones de Europa.

Entre las alternativas prácticas para los repatriados –en especial para quienes están desesperados porque dejaron allende la frontera a sus hijos– está un enlace telefónico a los consulados de Estados Unidos para que atiendan su problemática, precisa el INM.

Para los que supuestamente se quedarán en México, el gobierno les proporciona información de servicios; por ejemplo, les informa sobre la afiliación al Seguro Popular o propuestas para emprender su propio negocio, aunque el mayor interés de quienes han sido deportados no es empezar de cero sino regresar lo más rápido que se pueda a la frontera norte para volver a cruzar, así sea nuevamente sin papeles.

Según las cifras del INM, en el año 2008 fueron repatriados 600 mil mexicanos; en 2011 el nivel se ubicó en poco más de 400 mil y en este año el conteo va en 260 mil.

De ellos, sólo unos 2 mil 400 se acogerán al programa piloto de repatriación –que incluye el transporte aéreo, terrestre, alimentación y revisión médica–. El programa es parte de un convenio firmado en febrero por el gobierno mexicano y el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, cuya vigencia es del 2 de octubre al 29 de noviembre de este año.

En el primer corte preliminar –del 2 al 18 de octubre– habían sido incluidos en el mismo 786 paisanos, quienes fueron trasladados a la capital del país y enseguida llevados –bajo el auspicio de la Organización Internacional de las Migraciones– al que fue su lugar de residencia.

Para los que se arriesgan nuevamente a cruzar de manera irregular, las consecuencias de una nueva deportación son severas, no sólo de prohibición de regresar a Estados Unidos sino enfrentar cargos penales, en esta ruda política migratoria que es avalada lo mismo por funcionarios republicanos que por demócratas.

Expulsar a criminales

Este diario ha informado acerca del recrudecimiento de la política migratoria de Estados Unidos, por la vía de ordenes judiciales (La Jornada 09/08/11), táctica presentada como una vía para sacar a los criminales de los espacios educativos y laborales.

En 2006 poco más de 16 mil mexicanos expulsados fueron detenidos en sus trabajos u hogares y en 2010 este indicador llegó a 35 mil 779, según información del gobierno mexicano.

De este mismo indicador, en 2008 se reportaron 14 mil 354 deportados bajo esas condiciones pero en 2009, primer año del gobierno de Barack Obama, la cifra alcanzó los 20 mil 229.

En 2004, 18 mil 714 mexicanos afirmaron que fueron detenidos en Estados Unidos en compañía de sus familiares pero fueron devueltos a México sin ellos; en esta misma circunstancia se reporta el siguiente desarrollo anual: 40 mil 023 (en 2005); 38 mil 597 (2006); 46 mil 397 (2007); 54 mil 093 (2008); 55 mil 787 (2009) y 52 mil 835 (2010).

De ahí que el programa ordinario de repatriación, en marcha desde 2004, en especial para aquellos que cruzaron por el desierto hacia Arizona, es un apoyo mínimo en comparación con el volumen de expulsados.

Tanto el ordinario como el piloto que transcurre por estos días, presentados por la autoridad mexicana como ejemplo de cooperación internacional entre gobiernos y organismos internacionales para promover que las repatriaciones se realicen de manera segura, digna, ordenada y respetuosa de los derechos humanos.