Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 21 de octubre de 2012 Num: 920

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Entre Medellín
y Buenos Aires

Laura García entrevista
con Luis Miguel Rivas

Cataluña la
crisis española

Juan Ramón Iborra

A la memoria de
Antonio Cisneros

Marco Antonio Campos

Un peruano en Europa
Ricardo Bada

Bachelard: filosofía
de agua y sueños

Antonio Valle

Gaston Bachelard: una poética de la razón
Xabier F. Coronado

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Columnas:
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Cabezalcubo
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Entre
Medellín y
Buenos Aires

entrevista con
Luis Miguel Rivas

Laura García

Luis Miguel Rivas vive desde hace dos años en Buenos Aires. Cuando los argentinos le preguntan: “¿A qué te viniste acá?”, él les responde: “A no estar allá.” Si bien es cierto que nació en Cartago, hace cuarenta y dos años, la mayor parte de su vida transcurrió en Medellín. En 2007 publicó en el Fondo Editorial de la Universidad EAFIT un libro de relatos titulado Los amigos míos se viven muriendo. Más cuentos han aparecido en las revistas El Malpensante y SoHo y los está reuniendo en un libro que saldrá pronto y se titulará T.Q.M. La edición online de El Espectador alberga su blog Tareas no hechas, y en la entrada más reciente del mismo, Rivas escribe desde México sobre la muerte, la Virgen de Guadalupe y sus primeras impresiones de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a la que fue invitado como uno de los “veinticinco secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana”. En ese mismo blog, además, registra la experiencia con su más reciente proyecto: un documental sobre Dunav Kuzmanich, cineasta chileno que se radicó en Colombia poco después del golpe militar y estuvo detrás de series tan exitosas como Don Chinche. Además del documental, Rivas también espera que de la búsqueda de las huellas de Kuzmanich quede una ficción.

–¿Qué es para usted esto de ser un “secreto mejor guardado de la literatura”?

–Es un evento que lleva ese nombre. Como nombre de evento tiene algo de rimbombante, pero es muy bonito y más si uno es de las personas a las que le adjudicaron el epíteto. Quiere decir que no sabían dónde estábamos. Para nuestros respectivos países no somos tan secretos del todo, pero en el contexto internacional y latinoamericano sí es como si nos sacaran de un baúl. Como en los reinados de belleza: no quiere decir que seamos los mejores escritores nuevos, pero tal vez somos representantes. Somos los más visibles de los invisibles. Primero teníamos que haber publicado antes (y eso ya no nos hace tan secretos) y, segundo, tenían que conocernos en cada país las personas a quienes los organizadores de la Feria les pidieron proponer candidatos.

–Alguna vez dijiste que “ser colombiano no es una nacionalidad sino una enfermedad mental”. Si eso es Colombia ¿qué vendría siendo Medellín?

–Yo me siento enfermo del modo de ser. Y mi modo de ser es colombiano. Yo lo veo en mis amigos, en mí, en las prácticas cotidianas inconscientes que parecen normales: la sumisión de los peatones ante los automóviles, el machismo de las mujeres, la mitificación a ultranza del sentido práctico, la retórica de la acción. “Hablan mucho y no hacen nada” es una frase paisa con la que fui educado. Yo ya le tengo mucho miedo a la gente que hace mucho y no habla nada. Todo eso sería sano si no matara moral y físicamente. Y si mata es una enfermedad. Nadie se muere de sanidad. El miedo de todo el mundo. El miedo del que ni siquiera nos damos cuenta que lo tenemos.

–Cuéntanos un poco sobre el proyecto que llevas a cabo actualmente. ¿Quién es Dunav Kuzmanich? y, sobre todo, ¿qué tiene ese personaje que te atrae tanto su biografía?

–Dunav Kuzmanich es un cineasta chileno que llegó a Colombia a comienzos de los años setenta. Trabajó junto con Pepe Sánchez en Don Chinche y dirigió cinco largometrajes en nuestro país. Fue un enamorado de Colombia; la conocía y conocía nuestra historia más que nosotros mismos. Fue un espíritu crítico y un tipo consecuente con lo que pensaba hasta límites radicales. Y vivió en Antioquia los últimos años, queriendo esa tierra y esa sociedad que paradójicamente encarnaba todos los valores contra los que su sentido de humanidad y justicia siempre peleó. De sus películas, sólo Canaguaro pasó por los cines y fue retirada a los pocos días. Si ves hoy en día esas cintas notarás que nada ha cambiado y que su pensamiento es actual. Es uno de los tipos más grandes y valiosos que yo he conocido en persona, más allá de la cosa política. En Medellín se ha creado una corporación para recuperar su memoria y difundir su obra en la medida de lo posible. Con ellos estamos en el proyecto de un documental y ese material de la investigación va siendo también la materia prima de una ficción que voy a escribir. Pero la investigación es larga porque fue una persona que viajó mucho, vivió en muchos lugares e hizo muchas cosas distintas. A veces me pregunto ¿cómo le puede rendir tanto la vida a alguien?