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Destinarán casi todo su tiempo y recursos a los estados claves como Ohio y Florida

Obama y Romney llegan empatados a la recta final de la campaña electoral

Demócrata y republicano, en busca del 20% de indecisos para ganar la presidencia de EU

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Los aspirantes a la presidencia estadunidense emprendieron ayer giras por los estados considerados claves para ganar la elección el próximo 6 de noviembre. Barack Obama estuvo en Dayton, Ohio, con su compañero de fórmula, el vicepresidente Joe Biden. Mitt Romney viajó a Las Vegas, Nevada, y luego a Colorado acompañado de Paul RyanFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de octubre de 2012, p. 25

Nueva York, 23 de octubre. Inmediatamente después de concluir el tercer y último debate entre los candidatos presidenciales ayer, ambos iniciaron giras por los estados (entre cinco y ocho) que sus estrategas creen que determinarán el resultado final de la elección el 6 de noviembre.

Así, justo dos semanas antes de los comicios arrancó la recta final con el candidato demócrata y presidente Barack Obama y su contrincante republicano, el ex gobernador Mitt Romney, empatados en las encuestas nacionales entre votantes probables (la más reciente, de NBC News difundida ayer, los tiene parejos en las preferencias con 47 por ciento cada uno. El promedio de las principales encuestas calculado por RealClearPolitics registra casi lo mismo).

Sin embargo, aunque las encuestas nacionales sí indican tendencias entre el electorado, los expertos están más enfocados en las encuestas en unos cuantos estados considerados terreno de batalla, que determinarán el resultado nacional y que por el momento no se sabe cuál candidato los podrá capturar.

Vale recordar que en el sistema electoral estadunidense la presidencia se gana al acumular votos electorales de cada estado, y no por el voto popular a escala nacional; o sea, ren realidad son 50 elecciones simultáneas. Al ganar el voto popular en cada estado se obtienen los votos electorales de dicha entidad (el número de votos electorales es proporcional a su población). Para triunfar en la elección nacional se requieren 270 votos electorales. Por ello, un candidato puede perder el voto popular nacional y aun así ganar la presidencia por votos electorales.

Los estados terreno de batalla son fácilmente identificables no sólo porque aún no se definen de manera predecible en las encuestas, sino porque son donde ambos candidatos realizan escalas en su última gira y a los que dedicarán la mayor parte de su tiempo, recursos y propaganda de aquí a las elecciones. Entre ellos, están los dos que han desempeñado un papel clave en las elecciones presidenciales de 2000 y 2004, Ohio y Florida, además de Virginia, Carolina del Norte, Iowa, New Hampshire, Nevada y Colorado (algunas listas incluyen Pennsylvania, Wisconsin y Michigan).

Hoy Obama estuvo en un acto de campaña en Florida y más tarde viajó a Ohio, donde reiteró su táctica de descalificar a Romney como un líder no confiable que sólo representa un retorno a las políticas desastrosas de George W. Bush. No hay asunto más serio en una campaña presidencial que la confianza, dijo, y acusó que todo lo que su contrincante intenta ahora es ocultar sus posiciones reales para poder ganar esta elección.

Por su parte, Romney estuvo en Nevada y Colorado, donde continuó con su táctica de convertir esta elección en un referendo sobre los últimos cuatro años, resaltando los fracasos en el ámbito económico y atacando al presidente por debilitar la imagen de Estados Unidos ante el mundo. En Nevada reiteró que el presidente no ofrece una agenda que explique qué se propone hacer en los próximos cuatro años

Ambos están enfocados en dos tareas: generar entusiasmo entre sus bases, y convencer a ese segmento reducido –aproximadamente 20 por ciento según algunas encuestas– de votantes indecisos, buena parte no afiliados a ninguno de los partidos y moderados en los estados que determinarán el resultado final. Esto explica tanto el intento de Romney y Obama de girar sus mensaje hacia el centro, y ofrecer posturas más moderadas, como continuar atacándose uno al otro más por el lado de la calidad de liderazgo que ofrecen.

Aunque las primeras encuestas y los analistas proclamaron triunfador a Obama en los últimos dos debates, las consecuencias de su derrota en el primero aún se reflejan en el hecho de que después de meses de gozar de una relativa ventaja, en la recta final se encuentra empatado con Romney.

Ante ello, los demócratas están intensificando su enfoque sobre votantes independientes, moderados-centristas, mujeres (cuyo voto será decisivo para esta elección, según encuestadores), jóvenes y minorías. David Axelrod, principal estratega de Obama, indicó que siempre habían esperado una pugna cerrada al final, pero que las encuestas públicas estaban dejando una ilusión de volatilidad que no existe. “Tenemos el balón. Tenemos la ventaja. Tenemos un empujón como resultado de estos dos últimos desempeños en los debates… Sabemos lo que sabemos y ellos saben lo que saben”, y dijo que en dos semanas se sabrá claramente quién estaba blofeando.

Los estrategas republicanos gozan del aparente empate, y han reiterado que su objetivo es dejar claro que Obama tiene que atacarlos porque no tiene nada nuevo que ofrecer. Romney repitió esto hoy en todos sus actos.

Por ahora, todo depende de quién gane en los estados claves. Algunos pronostican que Ohio podría, una vez más, determinar el resultado final. Ningún candidato republicano ha llegado a la Casa Blanca en las últimas décadas sin ganar Ohio, y ahí Obama goza de una ventaja relativa en las encuestas.

Según el sondeo más reciente de Reuters/Ipsos difundido hoy, Obama también mantiene ventajas mínimas en varios de los estados más disputados, incluidos Florida y Virginia, además de Ohio. Sin embargo, cálculos basados en otras encuestas muestran que Romney mantiene ventajas relativas en Florida y otras entidades.

Según los cálculos del modelo empleado por el blog electoral del New York Times, el pronóstico basado en datos y encuestas hoy día es que Obama obtendría 290 votos electorales contra 247 de Romney (de los 270 requeridos para ganar), un voto popular de 50.1 por ciento para Obama contra 48.8 por ciento para Romney, y se calcula la probabilidad de que gane el demócrata contra el republicano por 70.3 frente a 29.7 por ciento. Este tipo de cálculos se elaboran todos los días por diversos medios y organizaciones.

Otros indicadores menos científicos pero a veces más acertados son los sitios de apuestas, como Intrade, donde por ahora, Obama tiene 56.8 por ciento probabilidad de ganar contra 43.4 por ciento de Romney, margen que se ha reducido significativamente en las últimas semanas.