Opinión
Ver día anteriorMiércoles 7 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Isocronías

Pretextos quiere la muerte

A

caba de pasar el Día de Muertos y poco antes me tomaron por sorpresa dos decesos, el de María López, hermana de mi madre, y el de Laura Abitia, compositora a quien conocí en Televisa y en cuyo departamento por un tiempo continuamos un taller comenzado en San Ángel –a invitación de Amparo Rubín–. Por razones que pretextaré espaciales, a ambas las había dejado de frecuentar, y ahora me quedo con la difícil certeza de que tales razones nunca lo fueron. Para acabar, fuera de tono como me experimento, me veo en la incordial necesidad de recurrir al discutible expediente de los versos, no nuevos y sin conexión formal –¿ni fontal?– entre sí, para cubrir mi obligación con esta columna. Al menos tienen la muerte como pretexto común. Espero que les sirva de permiso.

Epitafio y canción

Entre el follaje sombrío
de un laurel oí cantar
a un canario mexicano
y luego lo vi volar.
Cómo te recuerdo, hermano
Roberto. Cómo a matar
te fueron. Tan buenisano
que te fuiste a aventurar
a otros lares, tan ufano
de tu música solar.
Pero no moriste en vano,
en mí tu voz sabe hablar.

Calaca

¿Día de muertos? Ciertamente,
y año de muertos también;
sexenio, pensado bien.
Muerto tras muerto, ¡presente!,
responderán en su día.
Traerán la mirada fría,
mas el reclamo caliente.
¡Presente!, ante el presidente
resonará su presencia,
que no otra cosa es su ausencia.
Lo dice toda la gente.

Soneto

Estas que ruinas ves un árbol fueron, [sombra y verdor y pájaros cantando, [honda raíz, macizo tronco y blando [mecerse con el viento. Días fueron,

mi amigo, aquellos ora viejos días, [que aquestos noche son, y noche larga [y desastrada, negra, lenta, amarga…[¿Quién dijera de mí que hube alegrías

lluviosas y soleadas o alumbradas [por el polvillo fino de la luna, [que hube, leña que soy, vida ninguna?,

¿quién dijera de mí que iba a quedar [arrinconadamente siendo muestra [de cómo es sólo azar la vida nuestra?