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Saben que la padecen 9.1% mayores de 20 años; la otra mitad, lo desconoce: Ensamut 2012

Prevalencia de diabetes en el país, de 18%; alza de 8 puntos en 6 años

La frecuencia del mal creció en los 12 años recientes, indica encuesta de salud y nutrición

Mujeres de más de 60 años, alta afectación; de entre 40 a 59 años aumentó 37% en ese periodo

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Para conmemorar el Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, ayer se llevó a cabo el Diabetoning, una carrera en el Bosque de Tlalpan para hacer conciencia sobre la prevención del malFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de noviembre de 2012, p. 32

La mitad de las personas que tienen diabetes lo saben: 6.4 millones, equivalentes a 9.1 por ciento de la población mayor de 20 años. Significa que al sumar a los individuos que desconocen su condición de diabéticos, la prevalencia de la enfermedad en el país es de 18 por ciento; 8 puntos más que en 2006, reveló la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012.

Sólo con la información de la cantidad de individuos con diagnóstico de diabetes se deduce que, en los 12 años recientes, la frecuencia del mal creció 60 por ciento, pues pasó de 5.7 en 2000 a 9.1 en 2012.

La mayor afectación está en la población femenina mayor de 60 años, que reporta una prevalencia de la enfermedad de 26 por ciento; es decir, un incremento de 37 por ciento con relación a 2006 cuando era de 19 por ciento.

Entre las mujeres de 40 a 59 años, la Ensanut 2012 encontró que 14 por ciento tiene el padecimiento, 40 por ciento más que en 2006 cuando fue 10 por ciento.

En cambio, para los hombres las cifras son en este año: 15 por ciento para los mayores de 60 años y 9 por ciento para los que tienen entre 40 y 59 años. Son las mismas que las obtenidas en 2006.

Los datos de la encuesta no especifican sobre la proporción del aumento de la diabetes en las mujeres que corresponde a un mayor número de casos y la que se origina por un mejor diagnóstico clínico.

Durante la realización de las entrevistas, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), responsable del trabajo, también se encargó de tomar 20 mil muestras de sangre, a partir de cuyo análisis se podrá determinar con claridad el número de individuos que viven con esta alteración metabólica sin saberlo.

Mauricio Hernández Ávila, director del INSP, estimó que los resultados de los estudios clínicos estarán listos en los próximos meses y que la cifra de 6.4 millones de pacientes ya diagnosticados se duplicará, igual que ocurrió en la Ensanut 2006.

La encuesta 2012 también encontró que las mayores prevalencias del padecimiento están en siete entidades federativas: Distrito Federal (12.3 por ciento), Nuevo León (11.4), Veracruz (10.6), estado de México (10.5), Tamaulipas (10.3), Durango (10.2) y San Luis Potosí (10), las cuales rebasan el promedio nacional de 9.1 por ciento.

En tanto, los estados con menos casos son Chiapas (5.6 por ciento), Quintana Roo (6.2), Chihuahua (6.3), Aguascalientes (7) y Oaxaca (7). En el resto del país se ubican rangos de entre 7.4 y 9.9 por ciento de frecuencia de diabetes.

Estos porcentajes corresponden a la cantidad de individuos con diabetes mayores de 20 años, que al momento de la entrevista contaban con un diagnóstico previo de la enfermedad.

En relación con el control de los niveles de glucosa, la Ensanut detectó que de los 6.4 millones de adultos que se saben diabéticos, 1.6 millones está en control metabólico (25 por ciento), mientras que 1.8 millones presentan alguna complicación como daño visual, problemas circulatorios o insuficiencia renal crónica, principalmente.

Aunque el grado de control representa un avance con respecto de los datos de la Ensanut 2006 –cuando de 4.2 millones de enfermos sólo 200 mil dijeron estar bajo control–, todavía es insuficiente, pues los estándares internacionales señalan que la mitad de los pacientes deberían mantener niveles normales de glucosa, admitió Hernández Ávila.

La encuesta también indagó sobre los tratamientos farmacológicos que usan los enfermos y detectó que subió el uso de insulina, principalmente su combinación con pastillas, la cual creció cinco veces en los recientes seis años.

La utilización de insulina sola pasó de 5.7 a 6.4 por ciento, en tanto que los tratamientos con antidiabéticos orales (pastillas) solos se redujeron de 85.3 en 2006 a 72.5 por ciento. Esto es relevante porque la investigación científica ya ha demostrado que la medicación con insulina contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes y a disminuir el riesgo de complicaciones.

De acuerdo con especialistas, el bajo uso de insulina en las terapias se debe a la falta de información sobre sus beneficios entre los pacientes, y a que su prescripción requiere conocimiento de los médicos sobre el mecanismo de acción de la hormona y un seguimiento puntual para garantizar un adecuado control de la glucosa.