Mundo
Ver día anteriorJueves 22 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El complejo más grande del gobierno de Hamas, reducido a una masa de metal quemado

La infraestructura en Gaza, destruida; oficinas y comercios, blancos de Israel

Un bufete de abogados pierde todos sus archivos

La devastación genera pérdida de empleos

The Independent
Periódico La Jornada
Jueves 22 de noviembre de 2012, p. 26

Gaza, 21 de noviembre. Los ataques aéreos han sido quirúrgicos para evitar daños colaterales, según han insistido los militares israelíes desde que comenzó esta campaña. Sin embargo, la afirmación no es apoyada del todo por el creciente número de bajas.

Lo que se puede reportar con precisión, en cambio, es el desmantelamiento de la infraestructura en Gaza. Muchas instituciones afiliadas con Hamas fueron destruidas en los primeros ataques aéreos. Los asaltos más recientes se han enfocado en edificios municipales, el Consejo Legislativo Palestino, el puente principal, un banco, un centro de medios de comunicación y un complejo deportivo.

Ha habido daños secundarios; un conjunto de bufetes jurídicos, la principal agencia de viajes del país y un centro comercial han recibido impactos. En momentos en que por fin se acuerda un cese del fuego en El Cairo, lo que queda de la sociedad cívica aquí se sigue derrumbando. Abu Khadra, el más grande complejo de oficinas gubernamentales, era este miércoles el lugar más ruinoso en Gaza, una masa de metal quemado y retorcido y edificios destrozados que seguían ardiendo seis horas después de ser impactados por seis misiles. Hectáreas de documentos en computadoras y en papel han sido incineradas, con poca o ninguna oportunidad de recuperar su contenido.

Abu Khadra fue uno de varios blancos en el centro de la ciudad de Gaza la noche del martes. Unas horas antes los militares israelíes dejaron caer panfletos en las poblaciones fronterizas que decían: Por su seguridad, demandamos que desocupen sus casas de inmediato y se dirijan al centro de la ciudad de Gaza.

Razai Abdelkarem Abu-Shaban, cuyo hogar familiar, al otro lado de la calle, quedó destruido por la explosión, preguntó: ¿Por qué cree usted que hicieron eso? Había personas que llegaron aquí de esas zonas. ¿Están bien? Puede ver usted mismo lo que los israelíes hicieron al centro.

Los edificios Khadra fueron usados por los israelíes cuando gobernaban Gaza y tuvieron la misma función cuando el control pasó a los palestinos. Algunos ministerios se habían mudado, pero el complejo siguió siendo un centro administrativo. Haitam Ahmed Naasri se había levantado de su escritorio a las 4:30 de la tarde del martes, cuando las olas de ataques aéreos comenzaron a caer sobre la ciudad. Esta mañana llegamos para ver si algo había quedado. Jamás pensé que sería algo así, nunca. Ya habían atacado aquí antes, pero ahora no quedó nada, dijo Al-Naasri, de 48 años, meneando la cabeza.

Foto
Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, al anunciar el acuerdo del cese de hostilidadesFoto Reuters
Foto
Jaled Mechaal, líder en el exilio de Hamas, en rueda de prensa en El Cairo para comentar la suspensión de la ofensiva militar en GazaFoto Reuters
Foto

Aquí atendíamos de todo. Si uno quería comprar una casa venía aquí, si quería viajar venía aquí, si se quería casar venía aquí. Todo lo relacionado con el sector público en Gaza pasaba por aquí. Tendremos que empezar a trabajar en otra parte, pero no volveremos a reunir toda la información.

El sector privado tenía sus propios problemas, algunos similares. La oficina del abogado Saadi Abdalá voló en pedazos en la misma zona. Todos mis archivos se perdieron: expedientes de casos, antecedentes legales, todo. Nada era político; tenía que ver con compra de propiedades, asuntos comerciales, algunos de fuera de Gaza. Es un desastre, dijo.

Mire, soy abogado. Quiero que nuestra causa como palestinos se arregle por la vía diplomática. Todos queremos un acuerdo de paz, pero los israelíes están asegurándose de que la gente de Gaza ya no tenga a quien recurrir si no es a los hombres armados.

La agencia de viajes cercana fue fundada por el abuelo de Wasim Mushtajá y llevaba 46 años de operación ininterrumpida… hasta este miércoles. Mushtajá había ayudado a muchas personas a sortear el laberinto logístico y burocrático para viajar al extranjero.

“Arreglábamos vacaciones, personas que tenían que viajar para recibir tratamiento médico, para la Haj…; destruyeron todo”, exclamó Mushtajá, indignado, blandiendo un pedazo de lo que fue la fachada de su negocio. Dábamos trabajo a 20 personas; cada una de ellas tenía quizá seis miembros en su familia. Es difícil encontrar empleo aquí. ¿Qué será de ellos? ¿Quién alimentará a sus hijos?

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya