Opinión
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En el Chopo

Eloy recordará a quienes ya partieron

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El videoasta Sergio García, quien fue un asiduo visitante del Tianguis Cultural del ChopoFoto Roberto García Ortiz
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raíz del 32 aniversario del Tianguis del Chopo, uno de los choperos de abolengo, Eloy Díaz Sánchez, organizará un homenaje a Las personas que ya no están con nosotros, pero que la rolaron por el Chopo y que siempre vivirán en nuestro corazón. Así, el también atleta que ha representado al Tianguis en varias competencias deportivas –como la de Los Cañones en la sierra de Chihuahua, donde llegó en el lugar 24 después de correr 12 horas y 20 minutos– se dio a la tarea de juntar, en una carpa del Corredor Cultural del Chopo, testimonios y recuerdos sobre “el profesor Rogelio y el inolvidable videoasta Sergio García; de Jorge Reyes, Rockdrigo, Mireya Escalante, Neto’s Blues, el Muni, Vladimir Hernández, de la señora Eloisa Serna; de mi comadre, Carmen Sánchez, de Vicentito y alguno que otro pirado” remata Eloy, quien invitó a participar a Toño Vakero, Pepe Sol, Francisco Franco y Adrián, la Pulga, a este acto conmemorativo a realizarse desde el primer sábado de diciembre. Por lo pronto, hoy llega a Radio Chopo Warnig Tour con Eidyllion, Pildm, Deborah, Drowned in blood y Hemifonía; en la firma de autógrafos estará Mario Ian, ex Rata Blanca, además será la presentación de la revista Metal Total.

Palomas en el José Cuervo

El pasado sábado 17 fuimos testigos de un hecho casi inusual en recintos como el José Cuervo: el concierto inició como estaba programado: Zimbiozis, abrió; siguió Heavy Nopal, que abandonó el escenario entre la petición, por parte de la concurrencia, de otra rola más. Siguió Botellita de Jerez, que complació a sus seguidores con una presentación muy festejada. Cerró Armando Palomas, quien, entre canción y canción, sostuvo chido y festejado diálogo con el público. Así, cuando bajó del escenario, los asistentes empezaron a gritar el clásico otra, otra. Todo indicaba que Palomas se echaría el encore acostumbrado. Pero la música ambiental en las bocinas y el desmontaje del Back Line indicaban que ya todo había terminado. Los que pagaron su boleto no aceptaron de buena manera la decisión de los encargados de la producción y empezaron a arrojar los envases de cerveza al escenario –algunos con todo y líquido–. La explicación del encargado fue tan altanera como lacónica: ya había terminado su tiempo. Qué profesionales son para cumplir los horarios, ojalá así fueran para proporcionar también un audio nítido, con una sonorización de primera, e igualmente, se les hubiera agradecido tener criterio para permitir que el de Aguascalientes se despidiera con El mutilado, rola que esperaba la mayoría de los presentes. Ni modo, allí el que paga, no manda. Por supuesto, Palomas mostró su disgusto por el corte a su concierto.