Opinión
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Ruta Sonora

Bruce Springsteen

Paul Banks

The Dears

H

ijo pródigo de Nueva Jersey, emblema de la clase trabajadora estadunidense, con una carrera luminosa desde los años 70, coleccionista de estadios a reventar, Bruce Springsteen llega a México a casi 40 años de estallar entre el gusto colectivo, a golpe de sangre incontenible en las venas. El corazón de las masas y los charts fueron suyos desde 1975, cuando a bordo de seis cuerdas, con camiseta ligera y jeans raídos, editó Born to run (1975), Darkness on the Edge of Town (1978), The River (1980), Nebraska (1982) y el histórico y multipremiado Born in the USA (1984). En la segunda mitad de los años 80, la vereda fue de bajada, incluidos los 90 (salvo por un destello con el tema del filme Philadelphia –Jonathan Demme, 1994). Volvió más en forma en 2002 con The Rising, dedicado a las víctimas del 9/11. Desde entonces, Springsteen dejó de lado las historias personales para convertirse en un narrador de historias sociales, defendiendo al oprimido, el desposeído, el calumniado. Se asumió consejero, con el comentario político de cada momento. Así, Devils & Dust (2005) habló de la guerra en Irak; We shall overcome: the Seeger sessions (2006) alentó al cambio electoral; Magic (2007) buscó sentido a estos días violentos y Working on a dream (2009) se unió a la esperanza de cambio de Barack Obama.

Siguiendo el mismo patrón, en 2012 edita Wrecking Ball, que busca retratar el momento en que la sociedad estadunidense se halla, instando a seguir luchando por avanzar. Para actualizarse, invitó a Tom Morello (ex Rage Against the Machine) a echar dos que tres distorsiones, sin dejar atrás su estilo folk pop épico, con tintes de góspel, ya con la voz unos grados más roída, pero aún cantando desde lo más hondo. Sin embargo, aunque se trata de un álbum con la calidad y categoría que le caracterizan, la música no parecer ser su discurso central, sino el telón de fondo de sus arengas. De forma que se sienten un poco divididos el corazón de la perorata, amén de que sus composiciones parecieran ser siempre las mismas, repitiendo fórmula añeja.

Con todo, es alta su reputación como artista en vivo, y a pesar de los años que tardó en venir, sus seguidores quedarán satisfechos, dada la esperanza vocal, así como la pasión, energía y juventud que sigue emanando. El Jefe y su E-Street Band: Lunes 10, Palacio de los Deportes. 20 horas, $330 a $980.

Nancarrow, Easy Star All-stars, Ozomatli

Viernes 7: La deliciosa banda canadiense The Dears, con amplio seguimiento en México, tras 17 años de carrera, presenta el documental Never destroy us: The Dears at Pasagüero, en honor a una de sus actuaciones más memorables en esta ciudad, dirigido por el mismo líder de la banda, Murray Lightburn. Al término de la premier, el guitarrista del grupo, Patrick Krief, ofrecerá con Murray un breve set acústico; también habrá sesión de preguntas y respuestas. Cine Tonalá (Tonalá 261, Roma), 22 horas, $200 (cupo limitado).

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El Jefe y su E-Street Band estará el lunes 10 en el Palacio de los Deportes

Sábado 8: 1. A 100 años del nacimiento del mexico-estadunidense Conlon Nancarrow, uno de los más importantes compositores del siglo XX, se proyectará un documental de su vida, así como diversas conferencias en torno a su obra. Museo del Chopo (Enrique González Martínez 10, Santa María la Ribera), 12 a 21 horas, entrada libre. 2. En Banks (2012), segundo disco solista, Paul Banks, mejor conocido como líder de la banda de pospunk neoyorquina, Interpol, se revela de nueva cuenta como autor de canciones personales, por encima de su imagen mediática dentro de uno de los combos más cool de su generación. Aunque Banks ya se dedicaba a la cantada desde los años 90, en pequeños foros, al lado de su guitarra, tras el éxito de Interpol dio eco a viejas y nuevas canciones de corte intimista e intensidad nostálgica, flanqueando su voz barítona y atmósferas volátiles, parecidas a Interpol, pero en sonido más acústico, más en las melodías que en la producción. Su delicadeza, concreción y convicción lo presentan ya no como rockstar de moda, sino como autor con credibilidad artística. Plaza Condesa (Juan Escutia 4, Condesa), 21 horas, $350 a $550. 3. De Nueva York vuelven los Easy Star All-Stars, conocidos por sus brillantes versiones a temas de The Beatles, Pink Floyd y Radiohead, en versión reggae-dub, ahora reversionando a Michael Jackson. Salón Los Ángeles (Lerdo 106, colonia Guerrero), 21 horas, $300. 4. Buena noche de bandas chilenas de nueva generación, harto recomendables: Astro y Dënver. Pasagüero (Motolinia 33, Centro). 22 horas, $150.

Jueves 13. Ozomatli en vivo, desde Los Ángeles, con gran ritmazo para mezclar hip hop con salsa, cumbia y rock. Siempre tremendos en vivo. Plaza Condesa (dirección citada). 21 horas, $400 y $500 (más recomendaciones en patipenaloza).

Twitter: patipenaloza