Opinión
Ver día anteriorSábado 8 de diciembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Empleo sin bienestar

Precarización laboral

Cae poder adquisitivo

U

no de los principales retos del gobierno entrante es impulsar la generación de cuando menos un millón de empleos formales por año de estadía en Los Pinos, sólo para atender la demanda de puestos de trabajo de los mexicanos que en ese periodo por primera vez se incorporen al mercado laboral. El rezago histórico en la materia es aparte. Sin embargo, dada la creciente precarización del empleo en el país, lo anterior no alcanza para abatir los niveles de pobreza ni mejorar el nivel de bienestar, de tal suerte que el reto es de enormes proporciones.

Como bien lo documenta el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, la pobreza con empleo es la falla histórica del modelo económico de México, pues tener empleo ya no es suficiente. Los últimos años del sexenio calderonista fueron suficientes para lograr algo que va en contra de toda lógica: el crecimiento económico y la generación de empleo no son suficientes para garantizar salir de la pobreza y tener una vida digna. De ese tamaño es el problema laboral y social que registra el país.

El CIEN subraya que el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) correspondiente al tercer trimestre del año es la mejor muestra de lo descrito. El crecimiento acumulado del producto interno bruto durante el presente año sería superior a 3 por ciento, pero tal indicador aumentó en igual proporción. Lo anterior se traduce en que a pesar de la mayor generación de riqueza en México la gente tiene restricciones cada día más grandes para acceder a los satisfactores básicos; es decir, para salir de la pobreza.

Lo anterior demuestra varias cosas. En primera instancia que los programas de gobierno son insuficientes para abatir los rezagos sociales y económicos, aun con crecimiento, y la razón es muy simple: para que la riqueza se distribuya se debe generar empleo bien remunerado y suficiente, algo que no ocurre en nuestro país. En segundo lugar se tiene el hecho de que la concentración de la riqueza limita el alcance que tiene el crecimiento; cuando pocas empresas concentran los beneficios, difícilmente se podrán distribuir los mismos.

Lo descrito indica que México ha caído en un círculo vicioso de pobreza: por contener la inflación se castigó el salario, y aun con crecimiento no se paga mejor. Con ello se ha dañado al mercado interno, lo cual limita la posibilidad de que las empresas avocadas al mercado doméstico puedan disfrutar de las bondades del crecimiento económico. En resumen la realidad que se tiene es la de una precarización de la vida de los mexicanos, aun de los que cuentan con una ocupación y empleo. ¿Qué pasará con aquellos que no tienen la fortuna de ello? Es claro que el poder adquisitivo del ingreso de los mexicanos va en retroceso; comparado con la canasta básica alimentaria utilizada en el ITLP hay una caída de 5.7 por ciento respecto del tercer trimestre de 2012, y de 28 por ciento cuando la referencia es el cuarto trimestre de 2006, al finalizar el sexenio de Vicente Fox.

Altamente preocupante es que las entidades económicamente más ricas de la República reporten cifras históricas de pobreza; es decir, que manifiesten retrocesos en sus niveles de bienestar. Nuevo León y el Distrito Federal son las entidades con el PIB más grande del país, pero al mismo tiempo forman parte de las seis que más incrementaron el valor del ITLP. Al ser entidades industrializadas y generadoras de servicios la caída de bienestar que manifiestan es preocupante; tienen riqueza pero el bienestar de sus ciudadanos va a la baja, algo similar ocurre en el caso del estado de México.

El gobierno federal y los estatales deben ser cautos con esto, pues sus políticas públicas no resolverán este problema si no se reactiva la generación de empresas y de empleo de calidad. Adicionalmente deben ser sensibles al problema social que lo descrito representa; la cuestión es el modelo económico y la falta de sensibilidad social; si no se tiene claro que debe generarse bienestar para toda la población difícilmente se podrán obtener resultados más favorables, particularmente cuando la economía mexicana se encuentra en franca desaceleración.

El CIEN señala que a nivel estatal se percibe que han sido significativos los incrementos exhibidos en el ITLP durante el tercer trimestre del año con respecto al inmediato anterior: 14 entidades de la República registraron un incremento superior a 5 por ciento en su índice, siendo Nayarit, Sinaloa y Jalisco los casos más representativos (15.2, 14.3 y 12.2 por ciento, respectivamente). Cabe resaltar el desempeño de Jalisco. Pese a las mejoras percibidas desde finales de 2011, en el último trimestre exhíbe un incremento que ha logrado opacar el avance alcanzado. Una situación similar se presenta en Aguascalientes, Campeche, Colima, Guerrero, Sonora, Veracruz y Zacatecas.

Trece estados adicionales mostraron crecimientos de hasta 5 por ciento en su índice de la tendencia laboral de la pobreza, mientras que únicamente Guanajuato (-6.8 por ciento), Coahuila (-5), Baja California Sur (-3.1) y Tabasco (-2.1) exhibieron reducciones. En términos anuales, se presenta un escenario similar donde más de un tercio de las entidades del país presentan un crecimiento de más de 5 por ciento: Baja California (15.6), estado de México (14.1), Durango (13.8) y Nuevo León (11.9); 11 estados exhiben incrementos de hasta 5 por ciento.

Si se considera la información a partir del cuarto trimestre de 2006 (el arribo de Felipe Calderón a Los Pinos) el escenario es aun menos favorable: el 78 por ciento de los estados de la República presentan un incremento por lo menos de doble dígito en su ITLP, donde los casos más graves son Nuevo León (101.8 por ciento) Baja California (95.3), Baja California Sur (84.2), Distrito Federal (61.6), estado de México (32.4) y Guanajuato (31.3), lo que simboliza una importante precarización del mercado laboral, un aspecto fuertemente vinculado con el incremento en la violencia, la pérdida de competitividad y la importante polarización de las mismas. Adicionalmente ocho entidades muestran aumentos de hasta 10 por ciento y únicamente Chiapas exhíbe una reducción marginal de -0.8, aunque ello es atribuible a la elevada migración a las grandes urbes en búsqueda de mejores oportunidades laborales.

Las rebanadas del pastel

Primera semana en Los Pinos, primer gasolinazo de la temporada: a partir de hoy, aumentan los precios de gasolinas y diesel; 9 centavos por litro. Para no perder la costumbre.