Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 9 de diciembre de 2012 Num: 927

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora bifronte
Jair Cortés

Dos poemas
Lukás Theodorokópoulos

La fiesta del teatro
Mariana Domínguez Batis

Puebla, nuevo espacio nacional para el
teatro internacional

Miguel Ángel Quemain

Héctor Azar, el
hombre y el teatro

Jorge Galván

El tío vania de
David Olguín

Enrique Olmos de Ita

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Cinexcusas
Luis Tovar
Galería
Ilan Stavans
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Miguel Ángel Quemain
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Teatro en la red

Fuera de las instituciones dedicadas, total o parcialmente, a estimular la producción, producir, enseñar, realizar investigación y difundir el teatro, existe un conjunto de esfuerzos que han decidido concentrarse en esa entidad todavía difusa pero que cada vez tiene respuestas más visibles y participa incluso en los procesos de difusión como repetidores, polemistas, aficionados y hasta fans.

Ese mundo está a un clic de distancia y ha tomado varios años para que su despliegue tenga visibilidad entre aquellos que no son sus destinatarios directos:  vale la pena hacer un recorrido porque hay varias estaciones que  deberían ser ejemplares para las instituciones que, a pesar de contar con un presupuesto garantizado para la difusión, todavía están lejos de imaginar combinatorias distintas a las más convencionales (carteles, spots, trípticos, dípticos, dovelas, mantas, entre otras repeticiones) para difundir sus acervos, sus hallazgos, sus logros; esos universos que de manera perpendicular, oblicua o tangencial justifican sus presupuestos, sus metas, sus indicadores y todo el instrumental cuantitativo que pocos burócratas son capaces de traducir en su significación histórica, en sus consecuencias profundas en ese territorio postrero que oxidamos en el presente.

El sitio más sobresaliente y sobre el que habré de indagar en una entrega posterior es dramaturgiamexicana.com, que nació en 2006 por iniciativa de Luis Mario Moncada, cuando dirigía el Centro Cultural Helénico y tuvo que irse sin herramientas a Londres con su compañía, como sucede de modo permanente cuando México participa en el extranjero. Han logrado rotar la coordinación editorial del sitio y quienes han enfrentado el reto son una suerte de mezcla afortunada entre director, dramaturgo, iluminador y… periodista cultural, como es el caso de Estela Leñero, cuyo programa de radio en Código DF navega, descargable y audible, en la red.


Luis Mario Moncada

Dramaturgiamexicana.com posee un menú práctico, capaz de contener las posibles inquietudes y necesidades de búsqueda con un aparato vinculante (o sea, que lo hace muy hiperlinkeado e interactivo) que va de los autores y sus obras a sus genealogías, gracias a la colaboración que lograron con el CTRU, que permite dotar de un elemento académico y de investigación a las iluminaciones y las intuiciones artísticas.

Dramaturgiamexicana.com tiene el mérito de exigirle al dramaturgo que elabore su ficha y escoja la obra de su predilección para acotarla en ese espacio. Ese proceso selectivo es su responsabilidad. A algunos les cuesta mucho trabajo pero el riesgo de equívocos disminuye mucho. Así fue cuando Silvia Molina decidió hacer crecer el Diccionario de escritores con el auxilio de los propios autores en la CNL del INBA: preguntarles y motivarlos a hacerle la vida más sencilla al investigador.

Entre otros sitios que han alcanzado notoriedad está teatromexicano.com.mx (con casi 10 mil “me gusta”), producto del esfuerzo de un conjunto de amantes de lo escénico que se han vinculado al periodismo cultural, mismo que han terminado por practicar con heroísmo comandados por Alejandra Serrano y Luis Enrique Rodríguez, asentados en Xalapa, y que tienen como asesor al periodista Fernando de Ita, cuyas críticas le dieron solvencia a la cobertura de la Muestra Nacional de Teatro el mes pasado en San Luis Potosí.

Han gestionado su dominio y lo han instalado en estas web gratuitas que plagan la página de anuncios asfixiantes, y que tienden a dañar la credibilidad del trabajo dada la confusión visual que generan y el desorden en términos gráficos. El diseño es muy pobre, pero la pluralidad y el profesionalismo que se esfuerza por una cobertura incluyente  merecen un reconocimiento unánime. Tienen su espejo en Facebook, lo que les permite lanzar flashazos informativos y tender lazos a su sitio.

El recorrido a través de Facebook no deja de ofrecer alternativas de información que se articulan con formas muy primitivas de participación que no alcanzan a desarrollar comentarios de fondo sobre los espectáculos. Las aplicaciones que permiten generar eventos y hacer invitaciones son instrumentos valiosos, porque permiten dar a conocer al grupo y a los amigos vinculados a él, que por lo general (salvo algún familiar colado que es fan del grupo) son profesionales de otras compañías que se hacen guiños con ese instrumento tan básico y denostado llamado “me gusta” y la posibilidad de agregar amigos categorizados sentimentalmente.