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El consejero electoral convoca a debatir estrategias para hacer compatibles ambos instrumentos

La cédula de identidad y la credencial del IFE deben compartir base de datos: Córdova
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En mayo de 2011, autoridades de la Secretaría de Gobernación encabezaron un acto en Culiacán para dar el banderazo de registro a la cédula de identificación en una primariaFoto Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de diciembre de 2012, p. 10

La pretensión de impulsar de nueva cuenta la cédula de identidad como instrumento de identificación, ahora desde el Pacto por México, debe favorecer el debate en torno al tema y reducir su impacto en la credencial de elector, pugnando por hacer converger ambos documentos bajo la premisa de que se realice a partir de una misma base de datos, que impediría erosionar la actualización del padrón electoral, sostiene el consejero electoral Lorenzo Córdova.

–¿El padrón electoral es la base de datos más importante del estado mexicano?

–Evidentemente que sí, por eso hay que aprovechar ese insumo en el que se han invertido muchos millones de pesos –considera el consejero.

La importancia de mantener la actualización del padrón electoral es porque de ello depende la participación ciudadana y al final de cuentas, la legitimidad de las autoridades emanadas de los procesos electorales en México.

Hasta ahora no se ha detallado nada más que la confluencia de los partidos políticos para impulsar la cédula de identidad, incluida en la legislación hace 20 años y la cual fue desempolvada por el gobierno de Felipe Calderón, que en sus afanes enfrentó el rechazo, tanto del Instituto Federal Electoral como de algunos partidos políticos.

Proyecto truncado

Impulsada en los pasados tres años de gobierno, los esfuerzos de Calderón no sortearon esta oposición y finalmente sólo terminó en la expedición de la cédula de identidad para los menores de 18 años.

Fue una discusión que nació con mucha conflictividad para decirlo de alguna manera. No hay que olvidar que en el proyecto original de Calderón no era solamente construir una base autónoma del padrón sino, además, incorporar datos biométricos, no sólo las 10 huellas sino además el iris y que se generó en el contexto de inseguridad provocando voces de rechazo, recuerda Córdova.

La cédula de identidad es un instrumento legalmente obligatorio, sólo que lo importante es que su instrumentación tras muchos años de estar solamente de forma latente en la legislación no erosione la consistencia del padrón, lo que equivale a hacer converger tanto la cédula de identidad como la credencial de elector, sobre la premisa de una misma base de datos.

Durante los años recientes el tema estuvo dormido y hay que tener claro que la cédula de identidad no se va a construir en uno sólo, por ello es que el IFE debe trabajar de forma paralela en mantener la fortaleza del padrón y, por tanto, su actualización constante. El padrón mexicano tiene una cobertura, comparativamente con otros padrones del mundo, muy alta, es uno de los de mayor cobertura precisamente porque sólo cumple con la función electoral sino también la de identificación.

A lo largo de estos años en que la cédula de identidad ha sido una disposición no cumplida, la inversión del Estado mexicano en el padrón ha sido alta y no se debe desaprovechar. ¿Cuál es la agenda hacia adelante? Una agenda de confluencias, no de separaciones de estos dos instrumentos, porque eso no conviene a nadie, afirma Córdova.

Ahora las cosas se deben hacer sobre la lógica de mucho diálogo tendiente a lograr convergencias más allá del plástico (cédula y/o credencial de elector) en estricto sentido, creo que es partir de la base de datos que ya la tenemos construida.

Córdova destacó que ahora la credencial de elector incorpora biométricos decadactilares que permitirían contar con base de datos sólidos para ambos instrumentos, lo que sería esencial si a partir de eso, se determina que se expidan dos plásticos será un tema cuya pertinencia se debía discutir a futuro, porque esto tendría sus implicaciones económicas que habrá que valorar en su momento.