Con ritos ceremoniales, descendientes mayas de Centroamérica y México despedirán este 21 de diciembre una era de 5 mil 200 años en su calendario, fecha marcada por la controversia que desataron interpretaciones catastrofistas sobre el supuesto fin del mundo.

El próximo solsticio concluye el último de 13 ciclos de 400 años, denominados B’aktun, que, sumados, constituyen una larga era de 5 mil 200 años, el Oxlajuj B’aktun, según el calendario maya.

Para los mayas, el comienzo de una nueva era implica realizar cambios profundos en los ámbitos personal, familiar y comunitario para la verdadera armonía y equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza, según Felipe Gómez, director de Oxlajuj Ajpop, ente que agrupa varias organizaciones indígenas.

Pero fuera de esa esfera de espiritualidad, la fecha ha sido aprovechada para mover lucrativos negocios que van desde el turismo arqueológico hasta la explotación de fantasías apocalípticas en el mundo, alimentadas por películas a lo Hollywood.

Dos celebraciones

En Guatemala, donde se concentra la mayor población de origen maya, así como en México, Honduras, Belice y El Salvador, habrá celebraciones oficiales y de empresas privadas, dirigidas a desatar un auge turístico.

El presidente guatemalteco, Otto Pérez, encabezará el principal acto de la celebración, que comenzará la noche del jueves y culminará al amanecer del día 21 en el centro arqueológico Tikal, una de las ciudades más representativas de la cultura maya, que tuvo su momento de esplendor entre los años 250 y 900 dC.

Pero esa comunidad indígena no se siente identificada con el enfoque comercial que el gobierno y los empresarios imprimieron a la fecha.

Oxlajuj Ajpop anunció su propia agenda de actividades en cinco ciudades consideradas sagradas y en seis lugares naturales relacionados con la cosmovisión maya.

Hay dos celebraciones aquí. La auténtica de los mayas, ésa no la va a ver el mundo y es parte de la vida privada de los mayas. Vamos a despedir al abuelo Sol y lo vamos a despedir de distintas y de miles de formas, aseguró Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, guatemalteca y descendiente maya.

En México, las actividades se concentrarán en sitios arqueológicos como Chichén Itzá (Yucatán), donde el gobierno local tiene planeadas varias actividades culturales, pero en el resto del país la expectativa en torno a la fecha ha venido en descenso.

En la Riviera Maya las autoridades dejaron la iniciativa a los empresarios turísticos.

En Playa del Carmen, en esa misma zona, los hoteles trabajan en la construcción de una estructura piramidal de 18 metros de altura, armada con 700 mil botellas de plástico, dentro de la cual se colocarán mensajes de aliento para el mundo.

En la zona hotelera de Cancún, una cadena de hamburguesas anuncia su especial oferta del fin del mundo y se alista un concierto gratuito con el popular cantante mexicano Juan Gabriel, con el lema El renacimiento del mundo maya.

En Copán, principal centro arqueológico en Honduras, se ha organizado una ceremonia a la que asistirá el presidente Porfirio Lobo, tras la recreación del juego de pelota, ritual que practicaban los ancestros mayas.

Belice tendrá actividades culturales en el sitio Caracol, que alberga la estructura maya más alta de ese país –46 metros–, y en Altun Ha, centro ceremonial donde fue hallada la famosa cabeza de jade del dios Sol Kinich Ahau.

Mientras tanto, la paranoia catastrofista que vaticina el fin del mundo para esa fecha se propaga por el mundo.

En la provincia argentina de Córdoba, las autoridades cerraron el martes los accesos al cerro Uritorco, tradicional sitio de meditación, luego de que apareciera una convocatoria en Facebook que llama a un suicidio espiritual masivo para el viernes.

En China, cientos de prosélitos de la secta cristiana Dios Todopoderoso fueron detenidos por hacer propaganda ilegal sobre cataclismos relacionados con el cambio de era maya.

En Estados Unidos, algunas empresas dedicadas a la venta de búnkers y suministros de sobrevivencia para casos de catástrofe registraron un incremento de sus negocios en los días recientes.

Para líderes mayas es lamentable tanta especulación y manipulación comercial de una fecha que para su pueblo sólo se asocia a la espiritualidad y la esperanza de un mundo mejor.

Más lamentable aún, opinan, es la miseria y postración de cerca de 9 millones de personas, herederos de la civilización maya.

En el sitio El Tazumal, en El Salvador, el Ministerio de Turismo anuncia que el viernes se efectuará un espectáculo de luces.

Debido al interés despertado por salvadoreños y extranjeros ante el llamado B’aktun maya, o fin de la era maya, la Secretaría de Cultura de El Salvador anunció que aumentará la seguridad y facilitará las celebraciones en los sitios arqueológicos entre el 21 y el 22 de diciembre.

Según el antiguo calendario maya, el periodo denominado 13 B’aktun, que comenzó en el año 3114 aC (en el calendario gregoriano) culminará el próximo 22 de diciembre, después de transcurridos 5 mil 128 años.

En el amanecer del viernes 21, se termina una era en el calendario maya, hecho que ha sido vinculado por muchos con el fin de los tiempos, el inicio de una nueva etapa más espiritual o simplemente una excusa para pasearse por los antiguos templos en México y Centroamérica.

Estudiosos de la cultura maya y astrónomos han desechado la idea de que el mundo está en la antesala de la destrucción.