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Se han incumplido programas en beneficio de otomíes y nahuatlacas, según la alcaldía

Mancha urbana, amenaza latente sobre la zona de Teotihuacán

La falta de definición de uso del suelo también pone en riesgo al patrimonio arqueológico, señala plan municipal

Se integra un expediente en torno al caso Wal-Mart, informa el CNCA

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Vista del terreno donde se construyó la bodega Aurrerá de la cadena trasnacional Wal-Mart, en 2004Foto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Viernes 21 de diciembre de 2012, p. 2

La falta de definición sobre el uso de suelo y la expansión irregular de la zona urbana son amenazas que siguen latentes en la zona arqueológica de Teotihuacán, declarada Patrimonio de la Humanidad por Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1987.

De acuerdo con el diagnóstico incluido en el Plan Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) de donde se asienta el sitio prehispánico, en la parte noroeste de la llamada ciudad de los dioses, existen asentamientos dispersos e irregulares, aún sobre áreas que están consideradas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como de valor histórico (con vestigios arqueológicos).

El denominador común de este problema, añade el documento, “es la falta de definición de un ‘uso de suelo’ que permita conservar esta zona e impedir el incremento del área urbana. Es evidente que la expansión del área urbana se ha estado suscitando por procesos de invasión por usos habitacionales de tipo irregular, principalmente sobre áreas agrícolas, aun cuando hay restricciones tanto por las autoridades federales, estatales y municipales, en el primer caso por parte del INAH, que ha emitido tres polígonos de restricción: A, B y C, siendo los dos últimos los que presentan mayores problemas en cuanto a desarrollo urbano en la parte central del municipio”.

Presuntos sobornos

En 2004, el INAH autorizó la construcción en el perímetro C de la zona arqueológica de una bodega Aurrerá, de la cadena Wal-Mart, en medio de protestas de la sociedad civil, denuncias de corrupción y por destrucción del patrimonio.

La polémica revive hoy luego de la investigación realizada por el diario estadunidense The New York Times, en la cual documenta presuntos casos de sobornos a altas autoridades mexicanas quienes, entre otros aspectos, habrían alterado mapas para conseguir los permisos correspondientes.

El propio INAH reconoció entonces que no obstante que todos los trabajos de investigación realizados en el lugar indicaban la inexistencia de arquitectura prehispánica, el 25 de agosto de 2004, en la parte del terreno que se pretende destinar a estacionamiento, se identificó un basamento de aproximadamente 25 centímetros de altura y 80 x 80 centímetros por lado, por lo que se ordenó a la empresa constructora detener los trabajos en ese espacio.

De acuerdo con las leyes de protección patrimonial vigentes, las zonas C en los sitios prehispánicos son áreas de protección general, en el caso de Teotihuacán esa superficie abarca mil 387 hectáreas, que se constituye como parte de la zona arqueológica, debido a la posible existencia de vestigios descubiertos y por descubrir.

Ahí permitió el INAH la edificación de una tienda con una construcción total de 6 mil 631 metros cuadrados y 4 mil 625 metros cuadrados de piso de venta, con 4 mil 712 metros cuadrados para áreas verdes, en las cuales se plantaron mil 48 árboles, según datos de Wal-Mart.

El PMDU de Teotihuacán, elaborado en 2008, es muy claro al indicar que sus objetivos son establecer un proceso de ocupación de suelo de manera regular, mismo que implica la incorporación ordenada de suelo apto al desarrollo urbano, fuera de las áreas de restricción establecidas por el INAH.

También indica que se ajustaron las poligonales definidas por el propio instituto, ya que las establecidas en el plan 2003 son incorrectas. Además, establece una normatividad específica para las zonas de restricción definidas por el INAH.

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Emmanuel D’Herrera, líder del Frente Cívico Teotihuacano, durante el ayuno que realizó en las afueras de la dirección general del INAH, ese año, para protestar contra la construcción de esa tienda. El activista, quien entonces denunció corrupción y sobornos, murió en 2010 en el penal de Barrientos, donde estaba preso por instalar una bomba de fabricación casera que detonó dentro del centro comercial en TeotihuacánFoto Roberto García Ortiz

Las zonas A y B del sitio arqueológico de Teotihuacán, dice el PDUM, no deben ser ocupadas para usos urbanos, ni asentamientos humanos, ni usos industriales o comerciales. La zona C tiene la opción de admitir desarrollos urbanos siempre y cuando existan argumentos técnicos y dictámenes de la autoridades del INAH.

En su momento, los activistas denunciaron destrucción de vestigios, y en el reportaje publicado el 17 de diciembre por The New York Times se habla de presuntos sobornos a altas autoridades del INAH para que otorgaran los permisos de construcción sin mayores trabas.

Investigadores consultados por La Jornada, quienes pidieron que se omitieran sus nombres, señalaron que en caso de haberse hecho el donativo oficial por Wal-Mart al instituto, ese dinero (al menos 45 mil dólares) se habría utilizado en financiar investigaciones en la zona.

Al respecto, llama la atención que, de acuerdo con datos de la página del Consejo de Arqueología, los proyectos de investigación aprobados para Teotihuacán en 2005 fueron 10, cifra alta que debió implicar un presupuesto considerable, cuando en los dos años anteriores y los seis posteriores no pasaron de cuatro (en 2003, uno; 2004, tres; 2006, cuatro; 2007, tres; 2008, uno; 2009, dos; 2010, uno; y 2011, uno).

Área sensible

Programas de apoyo a la cultura indígena, así como el mejoramiento de las condiciones de vida de los grupos otomíes y nahuatlacas, son algunos de los pendientes que destaca el PMDU de Teotihuacán, mismos que hasta la fecha siguen sin cumplirse, como señalaron a este diario activistas del Frente Cívico Teotihuacano.

Teotihuacán se localiza en un área sensible, desde el punto de vista histórico-cultural, donde coexisten vestigios prehispánicos con construcciones de la época colonial (...) actualmente se tiene el proyecto de Reglamento de Imagen Urbana en víspera de ser revisado y en su caso autorizado por el cabildo.

En cuanto a la infraestructura cultural en el municipio, el documento detalla que se cuenta con dos bibliotecas públicas municipales, claramente insuficientes para poder atender al volumen de población existente en el año 2007 (...) es evidente la necesidad de crear nuevos espacios destinados a bibliotecas, por la situación que presenta el municipio en cuanto a riqueza cultural e histórica.

También se explica que es necesario ampliar las instalaciones de la Casa de Cultura, o en su caso reubicar este equipamiento, debido a que por norma se necesita una superficie de servicios culturales de 4 mil 902 metros cuadrados, y sólo se cuenta con aproximadamente 945 metros cuadrados, claramente insuficientes para atender la necesidades relacionadas con la integración de la comunidad para que acceda a los bienes y servicios en el campo de la cultura y las artes, ello si se considera, que el municipio de Teotihuacán, como un destino turístico, por este motivo, es necesario, tener instalaciones culturales que respondan a las necesidades de la población residente como de los turistas.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) informó ayer que está integrando un expediente en torno al caso, con las distintas entidades participantes, que será dado a conocer en breve.