Washington, 25 de diciembre. El director alemán Werner Herzog da un sorprendente giro al situarse frente a la cámara como un asesino despiadado en el thriller Jack Reacher, dando vida a un personaje que califica como el epicentro del mal.

Jack Reacher, cinta de Christopher McQuarrie recién estrenada en Estados Unidos y Canadá, pone a Tom Cruise de nuevo en acción en el papel de un ex militar e investigador, luego de su incursión en la comedia musical La era del rock. Ésta es la primera vez que Reacher, popular personaje creado por el autor británico Jim Grant (quien escribe con el seudónimo de Lee Child) y héroe de unas 20 novelas, es llevado a la gran pantalla.

En la película, Reacher tiene a su lado a Helen Rodin –interpretada por Rosamund Pike–, abogada de un francotirador acusado de matar a cinco personas.

Mientras el investigador principal (David Oyelowo) quiere asegurar una confesión rápida, el sospechoso le dice a la policía que busquen a Reacher. Y pronto encuentra a alguien mucho más peligroso llevando las riendas: The Zec, el personaje interpretado por Herzog.

El alemán da vida a una figura imponente de mirada amenazadora, lo que puede llevar a pensar que fue fácil para él realizar la transición a la actuación y encarnar a un personaje realmente malvado.

Dejo una impresión duradera

Y a Herzog le gusta esto. La gente sabe que se me da bien. Me han visto en otras películas. Soy simplemente una elección obvia. Y sé que en los escasos trabajos y las cosas limitadas que hago como actor realizo aquello en lo que soy bueno. Dejo una impresión duradera, afirma.

La presencia de Herzog –cuyas películas y documentales, desde Fitzcarraldo (1982) a La cueva de los sueños olvidados (2010) han sido elogiadas y aclamadas por la crítica– en una película taquillera estadunidense puede parecer poco sorprendente. Pero para él, Jack Reacher es algo más que un éxito de taquilla y palomitas de maíz. “Creo que hay un sentido muy fuerte de estilización. Y no vemos este tipo de filme negro muy frecuentemente. De alguna forma, me recuerda a Melville, en alguna parte, o El samurai, otro gran éxito del cine. La soledad del personaje no tiene un lugar. Casi una habitación vacía, es como un pájaro en una jaula”, afirma.

Para lograr que el veterano director apareciera frente a la cámara, se necesitó primero una buena forma de contar la trama, una historia realmente buena y con buenos diálogos, y Christopher McQuarrie es muy bueno en eso, afirma Herzog del escritor y director estadunidense, quien ganó un Óscar en 1996 al mejor guión original por Sospechosos Habituales/Los sospechosos de siempre (The Usual Suspects).