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En un almuerzo la ex premier autorizó el ataque que mató a 323 marinos argentinos

Revelan que Thatcher ordenó hundir el Belgrano durante la guerra de las Malvinas

Documentos desclasificados muestran opiniones de la Dama de Hierro 4 meses después del conflicto

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La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, arroja flores en la bahía de Ushuaia –el pasado 2 de abril– para rendir tributo a los soldados muertos en ese confín argentino durante la guerra de las Malvinas, en 1982. La imagen es una de las principales de este 2012 para la agenciaFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 29 de diciembre de 2012, p. 21

Buenos Aires, 28 de diciembre. La desclasificación de 3 mil 500 archivos sobre la guerra de las Malvinas que enfrentó a Gran Bretaña con Argentina en el Atlántico Sur en 1982, permitió conocer que la ex premier británica Margaret Thatcher ordenó hundir el crucero argentino Belgrano durante un almuerzo en su casa de campo.

Jamás, jamás pensé que Argentina invadiría directamente las Malvinas. Fue una acción tan estúpida, dijo Thatcher hablando ante una comisión de investigación británica sobre las Malvinas en octubre de 1982, cuatro meses después del fin de la guerra, según estos documentos desclasificados.

Se sabe ahora que el 31 de marzo de 1982, dos días antes de la invasión argentina que comenzó el 2 de junio, la ex premier recibió información de los servicios secretos británicos sobre una posible acción en el archipiélago de las Malvinas, ocupadas colonialmente por Inglaterra desde 1833. Pero no lo creyó.

De acuerdo con los documentos que cita hoy aquí la agencia oficial Télam, Thatcher recordó en octubre de 1982 que aquel 2 de junio fue el peor día de su vida. Aquella noche nadie pudo decirme cómo podríamos recuperar las Falklands (nombre inglés de las Malvinas). Nadie. No lo sabíamos, no lo sabíamos.

Pero el 2 de mayo de 1982, el submarino británico HMS Conqueror hundió al crucero General Belgrano fuera de la zona de exclusión, acción en que murieron 323 soldados argentinos, lo que representó alrededor de la mitad de las bajas locales que se estimaron en 649.

En esos momentos habían avanzado gestiones del entonces presidente de Perú, Fernando Belaúnde Terry, para un acuerdo, donde las partes se comprometieran a cesar hostilidades.

Ante el hundimiento del Belgrano, el general Leopoldo Fortunato Galtieri, presidente de la dictadura militar que gobernaba Argentina, sostuvo que esa posibilidad había quedado afectada gravemente “por la actitud británica al torpedear al General Belgrano de la Marina argentina, fuera de la zona de exclusión de 200 millas, que nosotros de todos modos no admitimos. Ante esta presión militar, el gobierno argentino no aceptará ninguna negociación sobre la paz en el Atlántico Sur en las presentes circunstancias”.

Otra revelación importante es que Thatcher se ocupó rápidamente de impedir que Francia vendiera misiles Exocet a Perú, porque consideraba que podían ser entregados a Argentina, que los utilizó para hundir navíos británicos.

Efecto devastador

Thatcher envió un telegrama con fecha 30 de mayo de 1982 al presidente francés, François Mitterrand, advirtiendo que si el mundo supiera que Francia entrega ahora a Perú armas que seguramente serán suministradas a Argentina. que pueden ser utilizadas contra nosotros, aliados de Francia, esto tendría un efecto devastador para las relaciones entre nuestros dos países y también para la Organización del Atlántico Norte (OTAN).

La respuesta francesa fue inmediata. Francis Gutmann, diplomático francés informó al consejero especial de Thatcher encargado de las Malvinas que los misiles no serían entregados.

Base militar

El conflicto de las Malvinas –del 2 de abril al 14 de junio 1982– terminó con la derrota Argentina, y el Reino Unido recuperó el control del archipiélago con 255 bajas británicas.

El tema de Malvinas es especialmente sensible en estos momentos cuando Gran Bretaña ha establecido una base militar, que está dentro del mapa de las que sirven a la OTAN, poniendo en peligro a todos los países sudamericanos.

Argentina está recurriendo a todas las instancias diplomáticas para recuperar las islas situadas a poco más de 400 kilómetros de sus costas y a más de 14 mil de Inglaterra.

Argentina está respaldada por toda la región en su reclamo por la soberanía en Malvinas.

Los documentos del Archivo Nacional británico incluye diversos tipos de comunicaciones entre representantes diplomáticos y militares. El hundimiento del crucero fue considerado como un crimen de guerra por Argentina.

En su momento, nadie sabía bien quién había dado la orden y esto fue muy discutido. Ahora no existe duda. El entonces ministro de Defensa británico, John Nott, informó que la decisión política (de atacar el buque argentino) fue tomada por un grupo de ministros, liderados por la primera ministra durante el almuerzo del 2 de mayo de 1982, el día del hundimiento. En tanto, el ex canciller británico Francis Pym sostiene que la acción se hizo de acuerdo con las reglas de combate y en defensa personal.