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Se deben identificar los temas centrales para México y actuar para cumplirlos, dice el ex canciller

Ser líder internacional no significa eficacia en política exterior, señala Sepúlveda Amor

Considera incorrecto reclamo al PAN en ese sentido; es obligación del país acercarse a Centroamérica

 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de enero de 2013, p. 8

Para contar con una política exterior eficaz, México no necesariamente debe asumir liderazgos en todos los asuntos internacionales, sino identificar los temas que son centrales, que pueden tener impacto en la nación y actuar con una estrategia que lo conduzca a salvaguardarlos, afirmó el ex canciller Bernardo Sepúlveda Amor.

En entrevista con La Jornada, el actual vicepresidente y juez de la Corte Internacional de Justicia de La Haya se refirió al reclamo hecho durante 12 años por los partidos de oposición al PAN, respecto a la pérdida de liderazgo del país en América Latina y el mundo.

En este caso, la palabra liderazgo no me parece necesariamente la adecuada, insistió el ex canciller, tras destacar que la eficacia de una gestión, como la que lleva a cabo la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), debe medirse en términos de que se cumplan los propósitos que marque esta administración como de interés para el país, además de que le reporten un beneficio.

Podría suceder que esos intereses sean idénticos a los que tenía México en 1821 o en 2013, u ocurrir que conforme se van modificando los asuntos en el sistema internacional se requiera una adecuación periódica de la identificación de esos intereses que pudieran afectar al Estado mexicano, pero lo que es absolutamente necesario es determinar y definir los objetivos que se persiguen, y con base en ello será más fácil determinar cómo habrá de conducirse la política exterior, subrayó.

Bernardo Sepúlveda asistió a la 24 reunión anual de embajadores y cancilleres que inauguró este lunes el titular de la SRE, José Antonio Meade Kuribreña, donde ofreció una conferencia magistral sobre la conformación –hace 30 años– del Grupo Contadora, a instancias de los gobiernos de Colombia, Panamá, Venezuela y México para hacer frente a los conflictos militares en América Central. Convino en que si bien la condiciones son muy distintas, la interrelación de México con esa región sigue siendo fundamental.

México –dijo– tiene la obligación de entablar un proceso de acercamiento en temas políticos, de seguridad, sociales y culturales con los países de América Central. Hace 30 años, los conflictos militares y la guerrilla en algunas de estas naciones representaron para México un peligro de grandes dimensiones. Hoy –agregó– existen otros riesgos y de oportunidades.

En materia de migración –apuntó–, México tiene una responsabilidad particular con América Latina, ya que si ha de reclamar a Estados Unidos un trato justo y adecuado a los ciudadanos mexicanos que se encuentran en su territorio, obviamente tenemos un deber para que los ciudadanos centroamericanos que se encuentran en el país cuenten con la protección que se merecen como individuos, afirmó el ex canciller.

Comentó que si bien las condiciones son otras, recordó que derivado de la carrera armamentista de los años 80 en los cinco países de Centroamérica y de la caída de sus economías, el peligro que enfrentaba México era grande. Como ejemplo –dijo–, más de 50 mil centroamericanos cruzaron la frontera sur de México para salvaguardar su seguridad, por lo que fue un acierto la formación del Grupo Contadora.

Entonces, los factores reales de poder estaban en contra de lograr esa pacificación; había temas ideológicos muy delicados, una confrontación Este-Oeste muy acentuada, de tal suerte que la negociación fue excepcionalmente difícil. Al cabo de seis años se logró no sólo la paz en Centroamérica, sino la instauración de instituciones democráticas, y ahora los procesos electorales son parte de la normalidad en la región, acotó Sepúlveda Amor, luego de señalar que los conflictos y riesgos son otros, pero la obligación de México de voltear al sur sigue siendo prioritaria.