Wallmapu, el País Mapuche

“LA SALIDA AL CONFLICTO EN EL SUR PASA PORQUE NUESTRO
PUEBLO PUEDA EJERCER SU DERECHO AL AUTOGOBIERNO”:

PEDRO CAYUQUEO

Periodista mapuche, director de las publicaciones Azkintuwe y Mapuche Times, colaborador de diversos medios de comunicación, Ojarasca entre ellos, Pedro Cayuqueo conversa con Arnaldo Pérez Guerra sobre su trabajo y los desafíos actuales de su pueblo.


Deportistas en la región del caracol de Morelia. Foto: Timothy Russo

El País Mapuche

La demanda mapuche es absolutamente democrática. Y pone en entredicho las falencias de lo que en Chile se gusta llamar como “sistema democrático”. Esto nos da una tremenda oportunidad de unir, de converger nuestras demandas como pueblo, con aquellas reivindicaciones de amplios sectores sociales chilenos que también se sienten incómodos con esta herencia de Pinochet. Lo hemos visto en los últimos años; las movilizaciones en la calle, la demanda por el derecho a la educación pública, contra el saqueo de los recursos naturales, por ampliar espacios de participación ciudadana, el anhelo de una Asamblea Constituyente, etcétera. Yo veo allí una posibilidad de unir esfuerzos. Mapuche y chilenos. Lo segundo, la lucha de nuestro pueblo pone en cuestión el modelo de Estado, la estructura estatal, tan sui generis y que es una herencia del siglo xix. Este Estado centralista es una reliquia y una excentricidad a nivel mundial. ¿Por qué no un Chile federal? ¿Por qué no atreverse a descentralizar de verdad? Bueno, el descontento en regiones, las protestas en Calama, Aysén y Magallanes algo nos están diciendo. Este modelo de Estado anacrónico, rancio, hace agua. Y ahí tenemos otro punto en común de mapuche y chilenos.

Autonomía regional y autogobierno

En lo personal, creo que la salida al conflicto en el sur pasa porque nuestro pueblo pueda ejercer su derecho al autogobierno, que está consagrado además en diversos pactos internacionales de los cuales Chile es parte. Yo adscribo al modelo de las comunidades autónomas en España, del tipo País Vasco o Catalunya, pensado así para Wallmapu, el País Mapuche, que aterrizándolo vendría a ser la actual Región de La Araucania más algunas comunas adyacentes. Hablo de un nuevo marco político administrativo, con un Parlamento Regional electo, con presupuesto propio y donde los mapuche, mediante nuestras propias fuerzas políticas, tengamos la posibilidad de acceder al poder, de ser gobierno regional. Acercarnos a esa salida, que es eminentemente política, implica terminar con este modelo de Estado centralista y anclado en el siglo xix. Ojo, no es política ficción o una mera ocurrencia de mi parte. Desde hace décadas diversas organizaciones mapuche han planteado esta propuesta de salida al conflicto, el Centro Liwen en los noventa y el Partido Mapuche en los últimos años.

En un hipotético autogobierno, ¿cuál sería el modelo económico?No este modelo de libre mercado que existe en Chile y que además es un mal chiste cuando se lo asocia a la “modernidad”. No olvidemos que se sostiene sobre la extracción básica de materias primas, el mismo modelo exportador de las élites del siglo XIX. Antes fue el salitre, hoy el cobre o la madera, entonces ¿de qué sector empresarial “moderno” e “innovador” nos están hablando? Tanto los mapuche como los chilenos notamos cada día que el neoliberalismo implica que a diario te pasen gato por liebre. Los ricos, cada día más ricos y los pobres, cada día más pobres. Y pobres no solamente en lo material, también en lo espiritual, en lo valórico. ¿Por qué no explorar entonces otros modelos de desarrollo económico, más amigables con las personas, con las comunidades locales, con el medioambiente, con nuestra “mapu” en definitiva? Los mapuche hablamos del Kume Felel, el “buen vivir”, que es una visión del mundo y del desarrollo económico que también está presente en otros pueblos indígenas de la región. He allí un modelo de desarrollo, basado en la reciprocidad, el equilibrio del hombre con su entorno social, cultural, ambiental y cosmogónico. Podría ser una salida. Junto a otras, por supuesto.

La visibilización

La reflexión que hacemos en el Mapuche Times es que es necesario dar tribuna también a esos hermanos que sin estar en la resistencia política, en la barricada o en la cárcel en huelga, merecen que sus historias de vida y sus luchas cotidianas sean reconocidas. A ratos son historias mínimas con luchas heróicas. Una lamngen que, todas las mañanas, en Lo Prado, camina cuadras enteras para enseñar mapudungun a niños en un colegio. O aquella abuela que mantiene vivo el arte del telar y lo enseña, a sus 80 años, a las demás miembros de su comunidad en Icalma. Ello también es resistencia, también es lucha y debiéramos tener la grandeza de reconocerlo. Nos parece sano dar cuenta de esa diversidad, democratiza el discurso público mapuche. Y es un antídoto para los fascismos internos, que existen y están a la vuelta de la esquina, con mapuche diciendo quién merece o no merece ser mapuche, cuál Cardenal o Sumo Pontífice del mapuchismo. Ante eso yo me rebelo y una forma de hacerlo es dar tribuna a esta diversidad de voces.

A la fecha hemos entrevistado a gente notable, como el escritor y periodista Emilio Antilef, al cineasta Francisco Huichaqueo, al poeta David Aniñir, el chef mapuche José Luis Calfucura, el tenor Miguel Pellao, actrices como Karla Huenchun o empresarios como Wilfredo Antilef o Víctor Melinao, gente que sale del canon mapuche del activismo y que desde sus espacios de acción se destaca y manifiesta con orgullo su pertenencia a nuestro pueblo. Esta diversidad, que a muchos incomoda, yo la encuentro notable. Tenemos una identidad pero no somos idénticos. Entender esto último es clave para sumar y no estar eternamente restando gente a la causa. 

Entrevista de Arnaldo Pérez Guerra en
puntofinal.cl