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La presidenta Dilma Rousseff se reúne con sobrevivientes y decreta tres días de luto

Tragedia en Brasil; incendio deja 233 muertos y 117 heridos en una disco

El fuego comenzó cuando un músico lanzó una bengala como parte del espectáculo

Guardias de seguridad impidieron por varios minutos la salida por la única puerta de acceso

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Miles de familiares y amigos de las víctimas del incendio en la discoteca Kiss celebraron ayer un velorio colectivo en la ciudad de Santa María, estado de Río Grande do SulFoto Reuters
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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, al llegar ayer al centro deportivo municipal de Santa María, adonde fueron trasladados los cuerpos para su identificaciónFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 28 de enero de 2013, p. 23

Santa María, 27 de enero. Al menos 233 muertos y 117 heridos, en su gran mayoría jóvenes estudiantes, dejó la madrugada de este domingo un incendio en una discoteca de esta ciudad, en el estado brasileño de Río Grande do Sul. La magnitud de la tragedia obligó a la presidenta Dilma Rousseff a adelantar su retorno de Chile, donde participaba en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) y la Unión Europea, para viajar al lugar del siniestro y acompañar a los familiares de las víctimas, al tiempo que decretó tres días de luto.

En estos momentos de tristeza estamos juntos y necesariamente lo vamos a superar, dijo Rousseff, llorosa, al referirse a la tragedia en el club Kiss.

De acuerdo con los bomberos, el incendio comenzó cuando un integrante de la banda que tocaba en el escenario encendió una bengala como parte del espectáculo y una chispa alcanzó el material inflamable que cubría el techo del local, que servía de aislante acústico, lo que provocó el incendio.

Los músicos intentaron apagar las primeras llamas, primero con agua, sin conseguirlo, y después con un extintor que había cerca del escenario, pero que no funcionó. Ante la propagación de las llamas, el público, que se estima en ese momento era de entre mil y mil 500, intentó salir por la única puerta con la que contaba el local, cuya capacidad es de 2 mil personas, y al parecer no tenía puerta de emergencia.

El local tenía el permiso vencido

Según los sobrevivientes, la discoteca se llenó de un denso humo negro que sumió a los jóvenes en el pánico. Relataron que los guardias de seguridad, ajenos a las llamas incipientes, bloquearon la salida pensando que el tumulto se debía a una riña y para evitar que la gente se fuera sin pagar.

Ellos (los policías) bloquearon la salida unos cuantos minutos, no sé cuántos, pero un minuto era de vida o muerte, contó un testigo. Algunos huyeron hacia los baños, creyendo que se trataba de la puerta de emergencia, y nunca pudieron salir de ahí debido a la aglomeración.

Había cadáveres apilados en los baños. Nunca en mi vida había visto algo así, dijo un funcionario de la seguridad pública de Rio Grande do Sul citado por la prensa local.

Cundió el pánico y los jóvenes acabaron pisoteándose, aunque 90 por ciento de las víctimas murieron intoxicadas por el humo. Entre los fallecidos hay un paraguayo, explicó el comandante del batallón de operaciones especiales de la policía militarizada, Cleberson Bastianello, quien agregó que la puerta del cetro nocturno fue abierta hasta que los vigilantes vieron el techo en llamas.

Los primeros bomberos que irrumpieron en el local fueron recibidos por una densa humareda y, en medio del caos, decenas de personas quedaron tiradas en la calle.

Gritamos ¡fuego, fuego!, pero el personal de seguridad mantuvo la puerta cerrada. Unos cinco o seis jóvenes derribaron a los de seguridad y echaron abajo la puerta. Era la única salida, dijo Murilo de Toledo Tiecher, uno de los sobrevivientes, al sitio G1 de Globo

Una chica murió en mis brazos. Sentí cómo su corazón dejaba de latir. Sólo había visto eso en el cine, dijo otro sobreviviente, un joven dentista, al canal de televisión Band News.

Con ayuda de pesados martillos, los rescatistas tuvieron que abrir brechas en el muro para poder liberar a más personas.

¡Mataron a mi hijo, mataron a mi hijo!, gritaba una madre, mientras Globo News informó que uno de los propietarios de la discoteca se presentó a declarar ante la policía de Santa Clara.

El permiso de la discoteca para operar, otorgado por los bomberos, está vencido desde agosto pasado, indicó el comandante del cuerpo de bomberos de Río Grande do Sul, Moisés da Silva, a la prensa local.

Debido a las proporciones de la tragedia, los cuerpos tuvieron que ser llevados al centro deportivo municipal de la ciudad para su identificación, ya que el Instituto Médico Legal de la ciudad no tiene capacidad suficiente.

En el exterior del centro deportivo los familiares hacían fila para ingresar.

Otro aspecto que hace más duro todavía el momento por el que pasan las familias es que la ciudad no tiene capacidad para velar y enterrar tantos cuerpos. No hay empresas funerarias suficientes, explicó un empresario del sector.

Tras ser divulgada la lista de los cadáveres identificados, se constató que el promedio de edad de las víctimas es de entre 18 y 23 años, y también había muchos menores de edad.

Mientras la alcaldía de Santa María, ubicada a unos 307 kilómetros de Porto Alegre, decretó 30 días de luto oficial e instaló un equipo de ayuda sicológica para los familiares de las víctimas, la Universidad Federal de Santa María canceló las clases hasta el próximo miércoles.

El Comité Olímpico Brasileño deploró “profundamente la tragedia, el segundo incendio por número de muertos en la historia de Brasil, luego del que se suscitó en un circo en 1961, que dejó 533 muertos en Niteroi.

Brasil, que acogerá el Mundial de Futbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, los dos mayores encuentros deportivos del mundo, está bajo la lupa de las instituciones deportivas internacionales.

A su arribo al país, Rousseff visitó a algunos heridos en el hospital de la ciudad. La presidenta dijo que el gobierno y las autoridades regionales emplean todos los recursos para el rescate de los cuerpos, brindar apoyo a las familias y dar atención eficiente a los heridos.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, quien participó en Chile en la cumbre de la Celac, envió el pésame a Rousseff, así como otros gobernantes de la región latinoamericana como Chile, Panamá, El Salvador y Colombia.

Mientras, Argentina –país en el que esta tragedia suscitó especial atención por haber sufrido un incidente similar en 2004 en una disco, que causó 194 muertos– dispuso el envío urgente de piel humana para los quemados en la tragedia.