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Miguel Ángel Velázquez
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Noches sabineras: fiesta de complicidad

Guardias comunitarias: ilegalidad y matices
A

yer, al pronunciarse sobre la existencia de grupos comunitarios de autodefensa en diversas municipios de la Costa Chica de Guerrero –particularmente en Ayutla de los Libres y Tecoanapa, donde pobladores armados y encapuchados han instalado retenes y han detenido a una cincuentena de presuntos delincuentes–, el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, dijo que hay una línea divisoria muy tenue entre esas organizaciones y los grupos de paramilitares, y señaló que unas y otros conllevan el riesgo de ingobernabilidad generalizada.

Patricia Peñaloza
El Correo Ilustrado

Sobre la pérdida de credibilidad

L

o más grave no es la explosión en el edificio de Pemex, ni la liberación de Cassez, ni lo que sigue. La verdadera tragedia de México es la pérdida de la credibilidad.

Suprema Corte, mal augurio
L

a decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), del miércoles 30 de enero de 2013, con la que revocó el amparo que protegía los derechos de 16 mil 599 miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), deja un mal augurio para las actuales y futuras generaciones de mexicanos, porque significa que en nuestro país se pueden violar las garantías laborales y humanas cuando un sindicato, con base en la ley, se opone a decisiones políticas que lo perjudican y que suponen graves repercusiones no sólo contra sus afiliados, sino contra el estado de derecho que debe amparar las relaciones contractuales de todos los trabajadores.

Napoleón Gómez Urrutia
La ciencia y la realidad vs. el maíz transgénico en México
E

n 2009 entregamos al presidente Felipe Calderón un extrañamiento aludiendo a su responsabilidad histórica de prevenir el daño irreversible a uno de los más valiosos recursos naturales del mundo, la diversidad del maíz mexicano, que implicaría liberar líneas transgénicas en su centro de origen: México. Sin embargo, su administración hizo caso omiso de las evidencias y recomendaciones científicas que exigen adoptar una postura precautoria, prohibiendo la liberación de variedades transgénicas en sus centros de origen, como se procede en otras partes del mundo.

Autodefensa en el infierno
E

l relato del niño aprendiz de sicario recogido por Sergio Ocampo Arista en Ayutla de los Libres no puede ser más sobrecogedor: “En Chilpancingo vi cómo despedazan a la gente y la torturan; los compas (los delincuentes) me invitan, me llevan por la carretera y me enseñan cómo tienen a la gente amarrada, cómo le van quitando las manos y los pies, la cabeza y sus partes, y por eso, pensando que ahí se gana dinero fácil, me fui, y ahora me anda buscando en el pueblo el compa que me llevó, pero ya no quiero. Por eso mi abuelita me entregó con la policía comunitaria” (La Jornada, 1/2/13). El testimonio me hizo ver hasta qué punto la violencia, o más bien, el consumo informativo de la violencia, generalmente descontextualizado, de los hechos criminales más execrables, sí acaba por desensibilizarnos. La locura no se detiene por el solo hecho de ajustar sus impactos mediáticos. Ahí sigue con su cauda de crueldad inexplicable. Este es el México de hoy, al que no tenemos derecho a darle la espalda. Y debe ocurrir algo extraordinario para que la atención pública se concentre en lo que está pasando en regiones cuya existencia cotidiana es sencillamente un infierno, un territorio donde el Estado ha abjurado de sus responsabilidades y, por tanto, impera la ley del más fuerte.

David Quist* y Elena Álvarez-Buylla**
Adolfo Sánchez Rebolledo
Instituciones y vergüenzas
¿Y

por qué habríamos de confiar en las instituciones del país? La Presidencia de la República insiste en que no privatizará Pemex y al mismo tiempo está haciendo todo lo posible por privatizarlo. Privatizar una empresa pública no equivale siempre a venderla tal cual a la iniciativa privada. Basta con subordinarla a ésta directa o indirectamente, ponerla al servicio de empresarios, nacionales o extranjeros, otorgarles ganancias vía productos, precios o concesiones. De hecho Pemex es una empresa que ya está parcialmente privatizada, y no de ahora sino desde hace muchos años, desde que cedió la petroquímica secundaria, la de mayor valor agregado, a la empresa privada, desde que igualmente comenzó a vender petróleo crudo para refinerías privadas (extranjeras) a las que se les compra (importa) la gasolina en lugar de montar sus propias refinerías. Igualmente se ha privatizado parcialmente desde que el transporte de productos del petróleo se les concesionó a empresarios privados, algunos fuertemente ligados a la política (Hank González, por ejemplo), y desde que se concesionaron a particulares las miles de gasolineras que hay en el país. Etcétera, porque hay más, como por ejemplo las concesiones otorgadas al corrupto sindicato que no sólo vende plazas y hace negocios con tiendas, sino que mantiene en su beneficio a un alto porcentaje de trabajadores redundantes (innecesarios) que le cuestan millones a la empresa y, por lo mismo, a los mexicanos que pagamos impuestos. Aun así, priístas y panistas quieren darle más a los empresarios privados, nacionales y extranjeros, bajo el argumento de que el petróleo seguirá siendo de la nación (cualquier cosa que esto signifique) y una empresa bajo control del Estado que, en términos prácticos, quiere decir bajo control del gobierno o, más precisamente, de los gobernantes en turno.

Falsos consensos: conflictos en puerta
V

éase este enredo: tres semanas antes de concluir el anterior gobierno panista, el secretario de Educación del momento (como se recordará, ocho meses antes el ex secretario de Salud y fallido aspirante a la gubernatura de Guanajuato había sido improvisado para tal cargo) emitió el acuerdo 656, por medio del cual modificó lo dispuesto en el acuerdo 486 emitido por su antecesor, el cual modificaba los acuerdos 442, 444 y 447 (emitidos por su antecesora), todos ellos referentes a la Reforma Integral de la Educación Media Superior (la RIEMS) y a la pretensión de constituir un Sistema Nacional de Bachillerato. Estas modificaciones también afectan en mayor o menor medida lo dispuesto en los acuerdos 445, 449, 450, 478, 479, 480, 484 y 488 de la propia SEP relativos a la misma RIEMS.

Octavio Rodríguez Araujo
Manuel Pérez Rocha
La Celac y las luchas contra el neoliberalismo
C

hile y otros países abogaron en la cumbre Unión Europea (UE)–Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) –previa a la de la Celac misma– por conformar una alianza estratégica entre ambas regiones. Pero tal propósito es inviable a menos que la UE cambiara radicalmente su actitud pues mientras más se hunde bajo el peso de la crisis capitalista y de su senectud más insiste en sus aires colonialistas. Lo hemos visto en la conducta de sus trasnacionales –y por supuesto las de Estados Unidos– en América Latina y el Caribe, que sólo se detienen ante autoridades que le pongan coto a sus prácticas saqueadoras y depredadoras o bajo la presión de vigorosas protestas sociales. Lo comprobamos con sus intervenciones militares en Afganistán, Irak, Libia, Siria y Malí y lo confirmaron también sus pretensiones en la citada reunión.

Pemex: demolición en curso
¿Q

ué pasó?, vamos a determinarlo; vamos a encontrar la verdad, si fue un accidente, una imprudencia o un atentado, lo que sea. Así sintetizó Murillo Karam, titular de la Procuraduría General de la República el estado de situación hasta el primero de Febrero, de la enorme explosión en el edificio B-2 de la sede de Pemex, un evento que, hasta el momento de escribir estas líneas, había causado 33 muertos, una centena de heridos y el colapso de tres niveles de esa torre –incluido el sótano. (La Jornada, 2/2/13, p2). Esperamos con sumo interés los resultados de la investigación, porque ocurre en el contexto de una larga secuencia de procesos técnico-administrativos, fiscales y presupuestales, encaminados, como se dice en documentos del Banco Mundial, a llevar Pemex a un punto de venta; es decir, a la extinción sustantiva, operativa, de la nacionalización petrolera.

Ángel Guerra Cabrera/II y último
John Saxe-Fernández
El Culebra
A

ojo de pájaro y sin intentar profundizar en ello, salvando todas las posibles excepciones, se puede afirmar que cuando los dramaturgos mexicanos crean un carácter interesante se trata de un personaje femenino. Por eso, y muy aparte de sus méritos intrínsecos, resulta notable El Culebra de Martín López Brie que plantea el entrañable retrato de un imaginado revolucionario villista, pleno de contradicciones, mentiras o exageradas medioverdades, pero sin negarle, dentro de sus cómicas peripecias, valor al final y entrega a su compañera. El autor –que recibió los premios de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo en 2004 y el Premio Nacional Manuel Herrera de Dramaturgia en 2007– ha escrito acerca de los más variados temas, desde revivir a los dioses olímpicos hasta el género policial con una calidad siempre en ascenso o por lo menos mantenida y en ésta, que es su más reciente obra, se consolida como un dramaturgo excelente y de primer nivel, tanto por el tema como por su tratamiento. El lenguaje, tan importante para López Brie, aquí se remite al habla de un ranchero norteño, con chistes frecuentes a los malos entendidos entre los mexicanos y el estadunidense y existen momentos muy brillantes en los que El Culebra recita sus memorias entrecruzadas con los diálogos de Ausencia y Brice.

Las verónicas de Morante
M

orante de la Puebla es un torero esencialmente artista. Toreo poético, pero cimentado en una torería más allá de la inestabilidad de cuanto es sólo sugestión emotiva o dominio técnico. Al acento lánguido, acariciador con ritmo de canción, reúne para mayor sensación de suavidad, señoril desmayo. La concepción y el logro majestuoso, la composición enérgica de esculturas toreras. Y lo más importante, la seguridad arquitectural de sus lances a la verónica, que alumbraron la noche en la corrida de aniversario y que fueron al mismo tiempo minucioso detallismo, sutileza refinada de un orfebre.

Olga Harmony
José Cueli