jornada


letraese

Número 199
Jueves 7 de Febrero
de 2013



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate


Corte y queda: escarificaciones

Las heridas no siempre se lamentan y las cicatrices no siempre son antiestéticas. En los últimos años se ha retomado una práctica ancestral de modificación corporal que adorna la piel con dichas marcas. Debe realizarla un profesional, en un lugar adecuado y con las especificaciones de higiene y cuidados posteriores.

José Amaro

Como parte de una ceremonia de iniciación, como un acto para acercarse a un dios o para indicar un nivel social, es como las modificaciones corporales han acompañado al hombre a través de su historia. En África, en países como la República de Benín, es una costumbre milenaria la modificación del cuerpo por medio de escarificaciones, que consisten en realizar cortes faciales y corporales considerados como un elemento de belleza en las mujeres y muestra de valor y virilidad en los hombres.
Con el paso del tiempo estas actividades han ido desapareciendo en algunas culturas debido a su modernización, sin embargo, en las últimas dos décadas, las escarificaciones y otras modificaciones corporales se han incorporado a nuevos contextos y han tomado nuevos significados.

Surcar la piel
La escarificación consiste en realizar una herida en la piel con la finalidad de dejar una cicatriz. Existen tres técnicas. Una se hace con cortes superficiales en la primer capa de la piel con dos o tres milímetros de profundidad, se calca el diseño y después con un bisturí se realizan los cortes. Otra, la técnica conocida como branding, implica una quemadura que puede hacerse con láminas de metal al rojo vivo o con un electro-cauterizador, el cual deja una herida más fina por ser una especie de lápiz con punta en "u" que va quemando la piel. La otra técnica consiste en la remoción de trozos de piel con un escalpelo, según lo requiera el diseño elegido, explicó a Letra S Danny Yerna, perforador profesional desde 1994.
Para lograr una correcta cicatrización lo recomendable es quitar con agua tibia la gasa y lavar con jabón neutro la herida. Yerna recomienda no excederse en el cuidado de la herida ya que se podría borrar parte de la misma y el resultado de la cicatriz no sería el deseado.
Al respecto El Gato, perforador profesional desde 1998, indicó que el objetivo es descuidar la herida y no dejar que cicatrice, "debes quitarte toda la costra por lo menos dos o tres veces, la mojas con agua y empiezas a eliminarla, entre más veces la quites y mejor lo hagas, más marcada quedará la cicatriz". Quitar la costra es doloroso, pero no quitarla por completo provoca cicatrices disparejas; el resultado depende del cliente, advirtió.
El tiempo de cicatrización varía según la persona, pero el resultado comienza a verse al mes o mes y medio después del procedimiento. Uno de los inconvenientes de las escarificaciones es que la cicatrización no siempre es igual, con cada persona es diferente, por lo que puede ser plana o abultada; muchas veces depende de la parte del cuerpo en que se realice.

Establecimientos seguros
En 2012 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios adicionó diversas disposiciones al Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios para la regulación y control de las personas dedicadas a tatuar, micropigmentar y perforar, en el que se les exige una tarjeta de control sanitario para poder brindar estos servicios.
Ahora los prestadores deberán aplicar al usuario un cuestionario para verificar que su estado de salud sea óptimo; proporcionarán información clara, completa y precisa respecto al procedimiento; los usuarios deberán firmar una carta de aceptación que explique los riesgos que conllevan los procedimientos, la irreversibilidad de las modificaciones corporales a realizar, y los cuidados necesarios después del procedimiento.
Danny Yerna, también autor del libro Perforaciones corporales, ritos, tradición, moda y dolor, recomienda revisar bien el lugar en donde se vayan a realizar alguna escarificación, tatuaje o perforación, que sea en un espacio cerrado, que cuente con baño, agua, y un espacio amplio e iluminado para trabajar, que tenga opciones de diseños y joyería, y sobre todo no tener miedo a preguntar. "Tú vas a traer la cicatriz toda la vida, tú eres quien corre riesgo si no vas a un buen lugar", advierte.
Uno de los riesgos más comunes es la transmisión de hepatitis C si las agujas o bisturíes no están esterilizados; cualquier material sucio puede causar una infección en la herida que deja la escarificación, comentó Salvador Irys, colaborador de La Jornada Cultural del Tatuaje en México.

Derecho a decidir sobre el cuerpo
Para Yerna, fundador de la revista TatuARTE en la piel, la decisión de modificarse el cuerpo debe ser bien pensada, "muchas veces parece que no lo quieren hacer, les digo que lo piensen muy bien, que piensen en la familia, en el trabajo, en la escuela, en su futuro; por suerte hoy es una moda, nosotros vivimos de eso, lo malo es que la moda se apaga y al rato te quedas con un tatuaje o escarificación que no te late".
Ya sea por moda, por recordar un evento importante, por placer o como símbolo de pertenencia es que las personas se realizan una escarificación u otra modificación; Salvador Irys plantea que las modificaciones corporales están relacionadas con el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, "quien decida modificar su cuerpo, ponerle tinta, color o cortarlo, es consciente y no debe ser discriminado o violentado por hacerlo".

S U B I R