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Penultimátum

Censura en Irán

L

os censores no aprenden. Repiten los mismos errores al prohibir un libro, una serie de televisión, una película, una canción. Por su obra cinematográfica y su militancia política, Jafar Panahi es persona no grata del gobierno de Irán. Hace tres años fue condenado a seis años de prisión por expresar públicamente su apoyo al candidato del Movimiento Verde, Mirhossein Musvai, durante las elecciones de 2009, en las que resultó relecto Mahmud Ajhmadineyad. Fueron comicios plagados de irregularidades. El cineasta filmó las grandes manifestaciones de la oposición y ese material fue utilizado por las agencias internacionales de noticias para mostrar la inconformidad de las personas con el régimen.

Como si no bastara esa pena, le quedó prohibido realizar películas, escribir guiones, viajar al extranjero o dar entrevistas a medios extranjeros o locales, durante los próximos 20 años. Luego de estar tres meses en la cárcel inició una huelga de hambre que sólo terminó cuando el gobierno resolvió que cumpliera el resto de su condena en su casa, previo pago de una fianza de 205 mil dólares.

Jafar Panahi tiene 50 años y es uno de los directores de cine más conocidos internacionalmente y de los más respetados por el pueblo iraní. En 1995 ganó la Cámara de Oro en el Festival de Cannes por la película El globo azul y en 2000 el León de Oro en Venecia por El círculo. Por eso cuando fue encarcelado llovieron las protestas de actores y realizadores de todo el mundo. Y es que en realidad lo que el gobierno estaba condenando era la obra cinematográfica de Panahi, quien luego de entrar a la cárcel dijo: Juzgarme es juzgar al conjunto del cine comprometido, social y humanitario iraní; el cine que tiene la intención de situarse por encima del bien y del mal, el cine que no juzga y que no se pone al servicio del poder y del dinero, sino que hace lo posible por dar una imagen realista de la sociedad.

Cuando se pensaba que la represión oficial lo había silenciado, Panahi sorprendió a los censores y demás organismos que controlan la vida iraní al ganar el Oso de Plata del Festival de Berlín al mejor guión por su película Pardé (Cortinas cerradas) en la que cuenta cómo pasa sus días desde que está bajo arresto domiciliario. La hizo con la ayuda de su amigo Kamboziya Partovi, quien se encargó de enviarla a Berlín.

El gobierno iraní protestó ante los organizadores del festival por el premio otorgado, ya que en su país hacer una película y enviarla al extranjero requiere una autorización del gobierno. Y no se hizo. Panahi no es el único cineasta censurado y encarcelado en Irán. Con él también fue condenado el joven director Mohammad Rasoulof. Y por los mismos delitos: conspirar y hacer propaganda contra el régimen.

Pardé ha sido invitada a participar en otros festivales.