Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 24 de febrero de 2013 Num: 938

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Mo Yan, el histórico
Ricardo Guzmán Wolffer

Escritura doble
Aurelio Pérez Llano entrevista
con Ilan Stavans

El tango en los cafés
Alejandro Michelena

La maldita partícula:
el bosón de Higgs

Norma Ávila Jiménez

Joaquín de Fiore,
historia y humanismo

Annunziata Rossi

Hermenéutica e historia
en Joaquín de Fiore

Mauricio Beuchot

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Columnas:
A Lápiz
Enrique López Aguilar
La Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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Germaine Gómez Haro

Marco A. Bustamante: sin decir adiós

A bordar la obra pictórica de Marco a. Bustamante (Oaxaca, Oax., 1959) incita al espectador a aguzar todos sus sentidos y dejarse llevar libremente por los intrincados entresijos de una polifonía visual de gran complejidad. Bustamante ha destacado como un pintor de rigor clásico poseedor de un lenguaje muy personal, cuyo virtuosismo en el dibujo y en cuanta técnica pictórica explora lo convierte en uno de esos insólitos pintores-pintores ahora en peligro de extinción, quienes, desde su Torre de Babel, se rehúsan a seguir las modas y las imposiciones del mercado, especialmente en el contexto oaxaqueño donde han proliferado hordas de pseudotoleditos. Actualmente se presenta la exposición Sin decir adiós en la galería Eje Central, ubicada en Eje Central Lázaro Cárdenas 425 ([email protected]), un impactante espacio relativamente nuevo que, bajo la dirección del arriesgado y creativo Tarcisio Padilla, va incidiendo como centro cultural en la zona. La presente muestra, integrada por unas setenta y cinco piezas que van de la abstracción lúdica a la figuración realista, es un ejemplo tácito de la variedad de temas e investigaciones técnicas y formales que el artista ha desplegado a lo largo de ya casi tres décadas de prolífica creación. Se presenta también su monumental pintura mural (3m x 20m) titulada El sur existe, la cual fue realizada con motivo del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, y en la que el artista despliega, en un primer plano, escenas de la vida rural con personajes actuales y vivos plasmados a escala humana, que miran hacia su pasado para enfrentarse con los héroes patrios esbozados como figuras oxidadas que el tiempo se ha encargado de corroer. Bustamante evoca una metáfora lúcida y conmovedora de una cruda realidad que no cambia con el paso de los años.

Llama la atención a primera instancia la libertad con la que Bustamante se mueve en su multivariada creación. Con el mismo aplomo y pasión se enfrenta a la figura realista –ya sea humana, animal o fantástica–, la naturaleza muerta, el paisaje, la composición abstracta, e inclusive, haciendo alarde de un espíritu lúdico, se regocija en obras bidimensionales no figurativas que asombran por su impecable factura, diríase producto de la más sofisticada técnica artesanal. Como tenaz observador que es de la condición humana y de los insondables parajes del alma, Bustamante no titubea en el afán de presentar escenas crudas, en ocasiones inclusive tortuosas, que plantean preguntas más allá de formular respuestas, en un lenguaje formal de una belleza impactante por la meticulosidad de sus trazos finos y contenidos que consiguen proyectar emociones y sensaciones difíciles de describir. La mayoría de sus escenas están desprovistas de anécdota: más bien expresan la esencia del ser humano aislándolo de los elementos sociales o culturales que lo rodean. Así, hombres y mujeres aparecen expuestos a su fragilidad, su vulnerabilidad y su íntima soledad: la soledad existencial. Su pintura se relaciona con el yo y con el otro, y más aún, con el universo, porque es parte intrínseca de éste. Ya sea en el paisaje o en el retrato, una fuerte carga simbólica permea sus atmósferas sombrías, inaprehensibles, como extraídas de parajes recónditos del ser interno que, al ser develadas, devienen meras insinuaciones. Portadoras de un sólido rigor constructivo, sus composiciones son reflejo de una vivencia íntima, de viajes interiores que luego traduce con un trazo a un tiempo delicado y vigoroso, y transparencias de suaves tonalidades que se acomodan entre las formas, unas de una clara nitidez, otras inmersas en inciertas densidades. Con la delicadeza de una caricia amorosa, recurre al bruñido para conseguir en la superficie de sus pinturas y dibujos una tersura y un brillo inéditos. Cada pieza, desde sus bocetos realizados con bolígrafo o grafito hasta la obra mural, refleja la obsesión perfeccionista de su creador, que logra un acabado de óptima calidad.

Marco A. Bustamante tiene la capacidad de reinventar la vida a cada pincelada, sin desestimar la realidad circundante y sacando a la superficie las emociones más diversas a través de la psicología de sus personajes. En sus cuadros resuena el murmullo humano sin estar del todo presente. Son evocaciones, insinuaciones, metáforas… ¿Leves presencias o leves ausencias? Su arte se nutre de la realidad actual y de la de todos los tiempos para llegar aún más lejos: a la realidad otra. Lo que siempre ha sido, lo es mucho más intensamente en estas pinturas, en las que el artista aún no ha pronunciado la palabra definitiva. Pinta lo que le viene en gana y sin decir adiós.


Pasión 2012