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Aunque no se mencionó su nombre, recibió un alud de críticas en Palacio Nacional

Sin la presencia de Gordillo fue promulgada la reforma educativa

El esquema de evaluación magisterial no pretende exhibir a nadie, dice el presidente Peña Nieto

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El presidente Enrique Peña Nieto y los firmantes del Pacto por México, durante el actoFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 26 de febrero de 2013, p. 5

Estuvo presente en los mensajes críticos de todos los oradores, pero nadie mencionó por su nombre a la ausente lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo. El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, fue el más duro al afirmar que contra la reforma educativa, promulgada ayer, se han propalado ‘‘rumores falsos por la ignorancia, cuando no por la mala fe’’.

Un día antes, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se quejó de la ‘‘ignorancia’’ de Chuayffet en torno al sistema educativo y ayer él mismo reviró, sin decir claramente el destinatario, que no aceptarán chantajes ni frivolidades.

‘‘Se dice que gracias a la reforma la escuela dejará de ser gratuita, y que, por virtud de ella, se sacrificarán derechos adquiridos de los profesores. Aquí, en el centro de la República, en la sede del Poder Ejecutivo Federal, afirmamos: nada es más falso. Frente a los nuevos vientos de la transparencia y de la calidad que inspira la reforma, hay quienes izan por intereses particulares las banderas de la confusión”.

El SNTE, sin representación

La promulgación de la primera reforma del Pacto por México reunió de nuevo, ahora en el patio de Palacio Nacional, a los dirigentes de PRI, PAN y PRD en torno al presidente Enrique Peña Nieto, quien, si bien no mencionó al SNTE, tampoco le hizo recriminaciones. Sólo aclaró que el esquema de evaluación magisterial, contemplado en la reforma, no pretende exhibir a nadie.

Ni el priísta César Camacho ni otros de sus correligionarios presentes, como Manlio Fabio Beltrones, tuvieron que pronunciarse respecto de los polémicos cambios. La oposición lo hizo: primero Gustavo Madero (PAN) y luego el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, cobijaron a Chuayffet en los aparentes reproches al SNTE, que no tuvo representación en la ceremonia, lejos de los tiempos en que Gordillo era la figura central en actos presidenciales de este tipo.

‘‘Enfrentaremos, como siempre, resistencias que no tienen justificación fundada, sino temores alimentados con desinformación o interés malintencionado’’, expresó Gustavo Madero en su calidad de presidente del Consejo Rector del Pacto por México.

Y pidió asimismo no bajar la guardia, así como encarar con la misma vehemencia la aprobación a corto plazo de la legislación secundaria.

Zambrano comentó después a la prensa que se pretende engañar y confundir a la sociedad mexicana sobre el contenido real y profundo de la reforma. ‘‘Lo que hoy dijo el secretario de Educación es muy atinado en el sentido de que debemos estar pendientes y evitar que a la gente se le confunda. De ninguna manera estábamos pensando abrirle el camino a la privatización de la educación, al contrario’’.

–¿Es la estocada final a la maestra Gordillo?

–Es uno de los poderes fácticos que debemos abatir con las armas y los instrumentos de las instituciones de la República –fue su respuesta en relación con la ex priísta, quien, si bien ha emitido comunicados, no se ha movilizado contra la reforma.

Primer orador, Chuayffet, adversario de la política chiapaneca desde que ésta fue destituida de la coordinación de la fracción parlamentaria del PRI por querer aplicar el IVA en alimentos y medicinas, lanzó una advertencia.

‘‘Que les quede claro: ha sido el poder constituyente de la Unión el que ha dado el paso. No hay marcha atrás’’, dijo, para luego reiterar que para su proceso de reglamentación la autoridad escuchará a todos los individuos y no a sólo a un grupo ni a una persona.

‘‘Estamos en tiempo. Vamos a perseverar y a seguir convocando a todos para que la autoridad siga siendo la rectora en materia educativa, y para que esa rectoría no se traicione ni se empantane ni sea motivo de chantaje, ni mucho menos, como lo ha sido, de frivolidad’’, expuso.

‘‘No hay marcha atrás’’

Aclarados estos aspectos, Peña Nieto aseguró que su propósito es ser un ‘‘factor de encuentro y unidad’’, y felicitó a los legisladores federales y estatales por aprobar la iniciativa (ésta se pudo promulgar porque fue votada por más de la mitad de los congresos locales).

Rodeado por integrantes de su gabinete, de legisladores y de algunos perredistas, celebró que la pluralidad y las legítimas diferencias ideológicas, no han sido obstáculo para privilegiar las coincidencias.

Y enunció las ventajas de la reforma: que el mérito profesional sea la única forma de ingresar, permanecer y ascender como maestro, director o supervisor, y que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) tendrá plena autonomía.

Insistió en que el Estado mexicano asume plenamente la acción rectora y reguladora en educación y se reafirma el carácter público, laico y gratuito de la educación impartida por el Estado.

Además, expresó su confianza en que el Congreso adecúe la legislación secundaria en un clima de diálogo y entendimiento, mientras prometió enviar Senado la propuesta de ternas para que sean designados los integrantes de la junta de gobierno del INEE.

Peña Nieto firmó el decreto en medio de aplausos de contentos priístas, perredistas y panistas que lo acompañaron en el presídium y de otros invitados ubicados en primera fila, que luego lo saludaron, como el rector de la UNAM, José Narro. El capítulo Gordillo ya había quedado atrás.