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¿La Fiesta en Paz?

Los historiadores sabemos que no conviene regañar a los muertos; hay que entenderlos: José Francisco Coello Ugalde

“C

on la aparición del libro Del hilo de Ariadna al hilo y summa del toreo. Homenaje a José Alameda quise conmemorar, aunque fuese una semana después de la fecha de su nacimiento –el 24 de noviembre de 1912–, a un eminente ser humano, todo un personaje de la fiesta y un sólido intelectual por añadidura”, comenta su autor, José Francisco Coello Ugalde.

“Más que escribir un libro en merecido homenaje a Alameda –agrega el historiador e investigador taurino–, había una especie de obligación moral e intelectual por conocer y reconocer la obra integral de este gran autor de una obra, si no nutrida en títulos, sí rica en contenido, forma y fondo. Además, quienes nos consideramos aficionados a los toros estamos más que obligados a leer y entender su legado, procurando con esa lectura una puesta al día en sus hipótesis, sus tesis y luego en la síntesis, que tejió en cada uno de sus trabajos de manera genial, como pocos.”

–¿No se exageran las aportaciones de Alameda?

–Lo fundamental es identificar a quien no sólo fue un maestro de la crónica en prensa, radio y televisión, sino al hombre que acumuló unos conocimientos que lo convirtieron en un sabio, aunque creo que esa condición lo marginó, pues pocos lo comprendían y pocos también habrían tenido la suficiente capacidad para entrar en diálogo o polémica con él. Por eso es importante recordar, como en el caso de Antonio Vivaldi, que éste no sólo escribió las Cuatro estaciones o el Gloria, sino que fue autor de decenas de obras, como Il cimento dell´armonia e dell´inventione, entre otras muchas. Así, Alameda, además de cronista de toros, fue un gran cultivador de géneros literarios y de la cultura universal.

–¿Fue Alameda realmente polémico o más bien autor indiscutible?

–No sólo fue polémico, sino que lo acusaron de todo. Le colgaron sambenitos de mujeriego y hasta de homosexual. Pero si nos quedamos en esos presuntos escándalos nunca será posible entenderlo en su verdadera dimensión. Los historiadores sabemos que no conviene regañar a los muertos. Hay que entenderlos. Por eso esta obra es apenas un intento por reconocer, desde su cimiento ideológico, toda la serie de postulados con los que intentó poner orden y equilibrio para asimilar la evolución del toreo, junto a la estética y la técnica, así como todos aquellos protagonistas fundamentales que consolidaron esta expresión y contri- buyeron a enriquecerla. No conforme, Alameda dispuso del ensayo y hasta de la poesía para elevar su calidad literaria.

Cuenta Coello que Del hilo de Ariadna… es resultado además de una interesante aventura, nacida de la hebdomadaria publicación de muchas de sus partes y por entregas en un blog de su creación y responsabilidad, Aportaciones histórico-taurinas mexicanas, mismo que puede consultarse en la dirección http://ahtm.wordpress.com/. Y añade que esta opción digital, creada a finales de 2010, hasta ahora le ha permitido subir a la red cerca de 650 materiales que abarcan toda la historia del toreo en nuestro país, de 1526 a nuestros días. Sin publicidad ni intercambios y apoyado por algunos portales que difunden su nombre o generan ligas, su portal ha alcanzado cerca de 85 mil visitas, por lo que confía en que a ese paso hay garantías de que una aventura como la de las Aportaciones… perviva tranquilamente 10 años o más. Y si hay que emigrar a nuevas opciones, seguramente lo hará.

–¿Cómo logró descentralizar la edición?

–Un día José Antonio Quiroga Chapa, quien hoy es el presidente de la peña taurina El Toreo, en Monterrey, se comunicó conmigo preguntándome si tendría listo el trabajo para su publicación. Le dije que sí y esa respuesta me abrió las puertas de la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde gracias a la disposición del director de Publicaciones, el doctor Celso José Garza Acuña, hombre sensible y universal donde los haya, dio luz verde no sólo a esta obra, sino también a la biografía de Bernardo Gaviño y muy pronto, y esta es una primicia, ¡eh!, a una Antología de la poesía mexicana en los toros. Siglos XVI-XX, de la que soy compilador. De esos otros dos títulos, ya te platicaré en su momento sobre su contenido.

Finalmente, y volviendo a José Alameda, su homenaje se multiplicó luego de tan gozosa triangulación entre la peña taurina El Toreo, la Universidad Autónoma de Nuevo León y un servidor, multiplicación que se vio materializada en este libro, que estará a la venta en el local de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Sabiendo que las editoriales universitarias ofrecen precios accesibles, esta no será la excepción, concluye Coello satisfecho.