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Sonriente llegó el escritor al homenaje que le rindieron lectores y amigos en la feria de Minería

Festejan 80 años de Sergio Pitol, quien hace una fiesta de la literatura

Elena Poniatowska, Margo Glantz, Anamari Gomís, Mario Bellatin y Marcelo Uribe evocaron la magia de su escritura y legado

Al final, sus jóvenes seguidores se acercaron al autor para felicitarlo

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La mirada del autor reflejaba su alegría. No tomó la palabra, pero asentía conmovido a los comentarios de sus amigos, en todo momento, con una gran sonrisaFoto Luis Humberto González
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de marzo de 2013, p. 7

Los escritores Elena Poniatowska, Margo Glantz, Anamari Gomís, Mario Bellatin y Marcelo Uribe rindieron homenaje a Sergio Pitol (Puebla 1933) con motivo de sus 80 años de vida.

En la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería sus amigos recordaron los viajes realizados con el autor, hablaron de la magia que tiene su escritura y del interés que ha despertado en las nuevas generaciones.

Con una enorme sonrisa llegó Sergio Pitol a la galería de Rectores. Allí lo esperaban con gran entusiasmo sus lectores y amigos, quienes abarrotaron el lugar. La mirada del autor reflejaba su alegría, y aunque no tomó la palabra, asentía a los comentarios de sus amigos, y en todo momento sonreía.

Anamari Gomís comentó que todos los días rinde homenaje a Pitol cuando pasa por su librero y ubica los libros del escritor que se encuentran en la letra P, junto a los de Elena Poniatowska. Recordó que la primera novela que leyó del autor fue El tañido de una flauta, historia que la deslumbró, porque no pertenece a ningún tipo de literatura que yo conociera en ese momento. Era un diferente, novedoso, satírico y carnavalesco.

La escritora calificó a Pitol como un cuentista extraordinario. Mencionó que el texto Nocturno de Bujara es un cuento dentro de otro. Sobre El desfile del amor dijo que suceden cosas sorprendentes, y que al leerlo se entra a un mundo extraordinario, ubicado en los años 40.

Pitol ha tratado su obra desde un punto de vista teórico llamado extrañamiento, lo cual ha permitido que sus novelas sean diferentes; tienen un hueco que el lector debe llenar. El autor presenta un mundo de extravagancia que atrae con momentos inesperados, indicó Gomís.

Agregó que los cuentos para Pitol han sido “fundamentales, tanto en su vida como en su obra, lo cual originó en años pasados la edición del libro Los cuentos de una vida, en el que habla de sus lecturas y los escritores que lo formaron como uno de los grandes de este género”.

El editor de Era, Marcelo Uribe, se refirió al homenajeado como un hombre de letras, una de las figuras más queridas en el país, un escritor que ha realizado una fiesta de la literatura. Es un escritor lleno de ironía que domina toda su área de manera increíble.

La editorial Era convocó a jóvenes narradores a escribir una página de celebración a la obra de Sergio Pitol y recibieron muchos textos, lo que confirmó la universalidad y vigencia del ganador del Premio Cervantes 2005.

Los jóvenes David Alejandro Martínez, Nayeli García, Irving Pérez, José Luis Valdés y Alejandro García se refirieron a las facetas de Sergio Pitol como escritor, narrador, traductor y editor. Estas vertientes se reflejan en sus libros El arte de la fuga, El viaje y El mago de Viena.

En su turno, Irving Pérez explicó que él pertenece a la escuela de Pitol, porque su obra es una enseñanza de todo aquello que no se puede aprender. Es como un largo sueño de una memoria falsa de uno mismo.

Los jóvenes narradores destacaron el estilo de Pitol en sus novelas, el humor refinado y mordaz que logra en su escritura; celebraron al mago de la existencia, quien el próximo 18 de marzo festejará 80 años de vida.

Mario Bellatin evocó sus charlas con el homenajeado, y comentó que ese horror que causa la página en blanco en un escritor, es la aversión que Pitol siente hacia los médicos, quizás por experiencias traumáticas de su infancia, al perder de manera trágica a varios integrantes de su familia.

Margo Glantz, quien se encontraba entre el público, dijo al escritor: Muchas felicidades, eres tan jovencito, más jovencito que yo. Me acuerdo de muchas cosas juntos, como el viaje a Lisboa, donde escuchamos fados en un restaurante; de nuestra estancia en Barcelona y Lanzarote.

Elena Poniatoswka también evocó viajes con Pitol, en especial el que hicieron a Polonia, y le agradeció su cariño y amistad.

Al final, el público, en su mayoría jóvenes estudiantes, se acercaron al maestro Pitol para felicitarlo por su cumpleaños. Él los recibió con una gran sonrisa, dispuesto a firmar todos los libros y a tomarse fotografías con sus nuevas generaciones de lectores.