Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 17 de marzo de 2013 Num: 941

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

La entrevista perdida
con John Lennon
(y Yoko Ono)

Tariq Alí y Robin Blackburn

Emily Dickinson vista por Francisco Hernández
Marco Antonio Campos

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Columnas:
Bitácora bifronte
Ricardo Venegas
Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
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La Otra Escena
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Enrique Héctor González
Cinexcusas
Luis Tovar


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Luis Tovar
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Guadalajara xxviii (ii de iii)

Por una vez –puesto que aquella conseja de los géneros rotos cobra dimensiones mayores en ámbitos fílmicos–, este juntapalabras estuvo de acuerdo/no brincó indignado, intrigado ni sorprendido/coincidió con las decisiones de prácticamente la totalidad de los diversos jurados que concedieron los premios en liza, a saber: oficiales son el Maguey, el Mezcal y el principal, llamado Mayahuel –pequeña duda si acaso sigue teniendo ese buen nombre–, a los que se añaden otros paralelos, entregados por tres diferentes instancias.

Los oficiales fueron repartidos como sigue: el Maguey a la Mejor Película fue para Quebranto (México, 2012), del también productor Roberto Fiesco –que se llevó además el correspondiente a Mejor Documental Iberoamericano, así como el paralelo Guerrero de la Prensa al Mejor Documental Mexicano.

El Mezcal al Mejor Largometraje Mexicano –decidido por una verdadera tropa de jurados, compuesta por veintiocho estudiantes de cine provenientes de México y otros países de Iberoamérica– se lo llevó Workers (México-Alemania, 2012), ópera prima de José Luis Valle. Aclárese que este premio se disputa entre documentales y ficciones, particularidad con la que Muchagente –a quien se suma este ponepuntos–  discrepa por razones que se caen de obvias.

El principal o Mayahuel es el único que reparte trofeos en varias categorías, y quedaron así: Actor, Ernesto Alterio, de Infancia clandestina (Argentina, 2012); Actriz, todo el elenco femenino de Tercera llamada (México, 2012); Fotografía, Kiko de la Rica por la coproducción hispana-francesa Blancanieves (2012), previamente ganadora de casi todos los más recientes Goyas españoles; Guión, Valentí Figueres, por El efecto K, el montador de Stalin (España, 2012); Ópera Prima, la coproducción uruguaya-mexicana-holandesa Tanta agua (2012), codirigida por las uruguayas Ana Guevara y Leticia Jorge; Premio Especial del Jurado para Xingu (Brasil, 2012), de Cao Hamburger; Director, el argentino Darío Nardo por la coproducción argentina-itálica-británica Las mariposas de Sadourní; y finalmente Largometraje Iberoamericano de Ficción para la ya citada Infancia clandestina, dirigida por Benjamín Ávila.


Francisco Franco

La premiadera se completa con el reconocimiento de la Academia Jalisciense de Cinematografía a su producción local, con el trofeo al Cortometraje Tapatío para Uno, de Paola Villa; con otro Guerrero de la Prensa, en Largometraje Mexicano de Ficción para el mencionado Tercera llamada, que dirige Francisco Franco, así como los de la Federación Internacional de Críticos de Cine (FIPRESCI), que vio ganador en Largometraje Iberoamericano de Ficción a Érase una vez Verónica (Brasil-Francia, 2012), de Marcelo Gomes, y dio una mención especial a la coproducción chilena-francesa de Raúl Ruiz titulada La noche de enfrente.

Re-partidos

Vaya la lista cuasicompleta de premios y premiados para mejor apreciar que, salvo los tripletes logrados por Quebranto y por Tercera llamada –que lo completó con el Premio del Público–, así como los dobletes de Infancia clandestina y de Workers –súmesele un premio llamado Cinecolor–, el resto de los reconocimientos se los repartieron otras doce producciones, regadas entre ocho países, para un total de veintidós galardones, incluyendo cortos iberoamericanos, menciones especiales y demás.

En el referido cotejo –mencionado aquí el domingo pasado– de la cinematografía mexicana con sus pares regionales, aquélla sale más o menos bien librada en esta primera ocasión que el FICG carece de sección oficial exclusivamente mexicana. Más o menos, porque si bien diez de veintidós premios se quedaron en el terruño, deben restarse el jalisciense y los exclusivos para filmes mexicanos, con lo cual pasan de diez a solamente seis, apenas un par más de los que obtuvo Brasil, por poner el ejemplo más cercano. Y ya que de ganadores absolutos se trata, la cinematografía que se llevó el premio principal en largo de ficción fue Argentina, y añadió los correspondientes a mejor actor y mejor director.  También puede verse así: entre Brasil y Argentina se llevaron siete trofeos, mientras que en cuanto a países sólo se sumaron España con dos y Chile y Uruguay con uno, respectivamente.

La anterior numeralia confirma cosas bien sabidas: hace rato que España, Brasil y Argentina desarrollan una cinematografía bastante más consistente y sólida que la nuestra, capaz de allegarse buena cantidad de reconocimientos –y financiamientos, y distribución, más otras cosas igualmente deseables–  fuera de sus países de origen.

(Continuará)