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Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Venezuela quieren debatir más sobre distorsiones de la CIDH

Mayor división en la OEA ante intento de fortalecer su sistema de derechos humanos
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de marzo de 2013, p. 20

Washington, 22 de marzo.

Los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) demostraron hoy la profunda división que existe frente al controvertido proceso de fortalecimiento de su sistema de derechos humanos al no lograr coincidir en la necesidad o no de cerrar el debate tras casi dos años.

Tras comenzar la asamblea general extraordinaria convocada este viernes en Washington con el propósito inicial de poner fin a las discusiones sobre las reformas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Venezuela presentaron una nueva propuesta de resolución que prevé prolongarlas al menos hasta la próxima cita en junio en Guatemala o en su defecto hasta el año próximo. Según estos países, existen persistentes distorsiones de la CIDH, a la que acusan de ser parcial en su contra y de responder a intereses de Estados Unidos.

El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, defendió la necesidad de prolongar un debate, pese a que varios estados, la dirección de la OEA y la CIDH, así como las ONG, piden lo contrario.

No estamos de acuerdo con que cerremos el debate, el debate recién comienza, reclamó Patiño, para quien el sistema de derechos humanos de la región es un organismo convalenciente.

De su lado, el embajador venezolano ante el organismo, Roy Chaderton, indicó que estamos en rebelión contra este corrupto y pusilánime sistema, la primavera está entrando en la OEA.

Frente a esta postura se situaron países como México, Guatemala, Uruguay, Chile o Estados Unidos, que pidieron que se apruebe la resolución inicial consensuada en el grupo de trabajo, pero rechazada esta semana en el pleno de la OEA.

La comisión ya aprobó sus reformas, ahora es momento de que los estados otorguen todo el apoyo a la comisión, dijo el secretario de Relaciones Exteriores de México, José Antonio Meade, quien anunció que cuatro países acordaron aumentar su contribución: Estados Unidos con un millón de dólares, Argentina –que ya lo había adelantado– con 400 mil dólares, México con 300 mil y Canadá, que no especificó la cifra.

México celebra estos esfuerzos y estamos convencidos de que sólo con espacios de diálogo, como el que hemos tenido estos dos años, será posible avanzar en la consolidación de los mecanismos de protección de los derechos humanos en el hemisferio y lograr la verdadera universalidad de nuestro sistema de derechos humanos, expresó el canciller.

En este contexto, numerosos Estados aprovecharon la reunión de cancilleres de la OEA para efectuar un jalón de orejas no sólo a los países que todavía no han suscrito la Convención Interamericana de Derechos Humanos, sino para los que amenazan con abandonarlo.

No puedo entender cómo todavía hay países que no han suscrito todos los instrumentos, dijo el canciller de Argentina, Héctor Timerman, en uno de los discursos más apasionados de la jornada.

A su llamada se unieron países como Colombia, cuya canciller, María Ángela Holguín, también apeló a todos los países del hemisferio para que se adhieran o ratifiquen las convenciones.

Actualmente 25 de los 34 miembros activos de la OEA han ratificado la convención, si bien Trinidad y Tobago la denunció en 1998, paso que el año pasado siguió Venezuela y ahora amenaza con hacerlo Bolivia, según dijo su presidente, Evo Morales, esta semana.

Esta cuestión, que se quiere incluir en la declaración final de la Asamblea General Extraordinaria que se celebra este viernes, no es baladí, puesto que países como Ecuador han tratado de imponer como requisito para tener una voz más fuerte en este debate sobre el "fortalecimiento" de la CIDH el haber ratificado el tratado.

Se ha constituido también en su argumento central para reclamar que la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos salga de Washington y se instale en alguno de los países que sí han ratificado el documento clave del sistema interamericano.