Opinión
Ver día anteriorLunes 25 de marzo de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Melón

¿Salsa?

Z

oila-pianista me sigue dando sorpresas, esta vez con una llamada de larga distancia; no le diré de dónde, mi querido asere, monina, bonkó, como diría Moy Domínguez, porque se perdería el aspecto sorpresa, y esto que ésta criatura del Señor está guardando bajo su manga estoy seguro que levantará ámpula.

Lo único que no me gustó fue la hora, pero por lo demás fue gratísimo saber lo que ha estado realizando y con quién. Guardaré el secreto y créame, mi enkobio, que cuando esta niña lo destape será un bombazo, ya que así se hacen las cosas sin alardes, porque conozco a muchos que se han subido a un ladrillo y se han mareado. Por mi parte, la felicito y me da mucho gusto.

Mi amigo Chano me invitó el fin de semana pasado a una gira chica, no muy grande, y la verdad me dio tristeza comprobar que el ambiente sonero está más raquítico que nunca. Llegamos a dos lugares que a las 22 horas ya cerraban por falta de quórum, pero en el tercero pudimos escuchar a Monte Adentro, me gustó lo que oí y estuvimos hasta el final.

Más tarde llegamos adonde actúan dos grupos cubanos (primero las ladies), las Anacaona y Kike y su Aché. También nos quedamos hasta el final y pudimos conocer a Kike que, al estar probando una boquilla, nos brindó una actuación que dejó a Chano complacido y a mí agradecido y sorprendido por la plática de Kike. Ésta trajo a colación a varios conocidos mutuos, entre ellos, Fabián, sonero acapulqueño a quien ya he mencionado en otras ocasiones.

En un medio en que las princesas han tenido una menor presencia, éste, su enkobio, le ha encontrado mucha calidad a varias de las que no me atrevo a dar una lista, pues, puedo omitir alguna, cosa que me daría mucha pena, pero, créame, monina, que admiro a las que voy a nombrar como a un ramillete que allá al principio de los años 50 del siglo pasado vinieron de Cuba con la razón social Anacaona y créame, mi asere, que lo hacían de aquellita.

Antes de seguir adelante debo decirle, compay, que Graciela Pérez, hermana de Machito, cantaba como debe ser, o sea, de aquellita, lo mismo puedo decir del Cuarteto D’Aída, del que formaban parte Elena Burke y Omara Portuondo. Por cierto, Elena dejó una heredera que tiene una calidad, según mi punto de vista, fuera de serie. Se llama Malena y grabó con NG La Banda como para decir allí quedó eso.

También llega a mi mente Jacqueline Castellanos, que la pone como es, y qué decir de Celia Cruz, quien dejó tanto saoco que me da la impresión de que no se ha ido. Lástima que aquí en mi México el naquerío la encasilló con Tu voz, Yerbero moderno, etcétera, y no la dejaban soltar lo que pude disfrutar en territorio pecoso. Reconozco que me faltan algunas más, así que discúlpeme, bonkó, no sin olvidar a Juana Bacallao, la que salpica pa’ no mojar.

Aquí en México lindo y querido también me han obligado a soltar mi admiración hacia varias niñas que me dejaron con el ojo cuadrado, mejor dicho, el oído endulzado: la sorpresiva Zoila y Lupita, ambas pianistas, María Emilia, flautista, Pilar, contrabajista, con las que he compartido ratos arriba de una tarima llenos de saoco, jícamo y sabor, porque todas estas princesas tienen lo que no se compra en la botica.

En Jalapa también encontré calidad, lástima que la Malinche siga presente y no haya quien le ponga el cascabel al gato, porque talento hay. Espero que mi sueño guajiro algún día, antes de cantar El manicero, se convierta en realidad. Antes de que me llegue un lapsus pentontus deseo a Zoila el mayor éxito en lo que ya hizo y en lo que emprenda en el futuro. No puedo dejar de recomendarle que mande al Caribe (por no decir al carajo) las críticas de los envidiosos que siempre están emboscados, así que siga pa’ lante y pa’lante como el elefante, diría Ismael Rivera. De modo que buena suerte y deje que los perros ladren, que va caminando.

De la Isla del Encanto me llegaron buenas noticias. Resulta que cuando los Puerto Rico All Stars nos visitaron Papo Lucca sufrió un patatús del que está recuperado, cosa que me da gusto. Además, siento mucho haberme perdido su actuación en su más reciente visita, en la que él y la Ponceña abrieron lo que se anunció como Salsa Brava. Eso hace despedirme preguntándome, ¿otra más?, porque ya he escuchado salsa, salsa monga, salsa en línea y ahora salsa brava. Así que, perdónenme, sigo aferrado, ¡salsa, la de mis tacos! ¡Vale!