Espectáculos
Ver día anteriorMiércoles 27 de marzo de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

El cantante y compositor cumplió cuatro años de fallecido el pasado 22 de marzo

Para Marcial Alejandro el arte fue existir en la bohemia: dice su hijo

Reunidos en El Breve Espacio, lo homenajearon con la interpretación de sus composiciones

Su hijo adelantó que existen temas inéditos que integrarán un disco próximamente

 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de marzo de 2013, p. 7

“Estamos aquí para celebrar la vida de Marcial Alejandro, no tanto su muerte, que ocurrió hace cuatro años, un 22 de marzo. Él era reacio a los homenajes y si supiera que le organizamos uno no le gustaría, y hasta nos mentaría la madre; nos diría: ‘mejor pónganse a trabajar’”, expresó el cantante y compositor Rafael Mendoza el pasado sábado, en una reunión de amigos y familiares, realizada en El Breve Espacio, de la Condesa.

Para la ocasión se preparó una comida, lo cual era el objetivo inicial, pero Marcial fue músico y no podían faltar las interpretaciones que recordaron su talento y subrayaron sus aportaciones al ámbito sonoro de México.

Se apagaron las luces, se prendieron unos focos del espacio destinado al escenario y Mendoza procedió a cantar varias de Marcial y unas dos de él.

Los concitados en El Breve Espacio estaban más que dispuestos a entregarse a ese estilo de vida que representó de manera excelsa Marcial: la bohemia. Rafael Mendoza sorbió unos tragos como para tomar aire, y dijo: “Marcial nos dejó una obra soberbia, que me encanta interpretar, aunque debo decir que no es nada fácil en guitarra, porque Marcial fue un excelente guitarrista. La mejor manera de recordarlo o de homenajear a un compositor es cantando su obra.

Con el dueño de este lugar platicamos sobre qué podíamos organizar ahora que se venía el cuarto aniversario luctuoso, y eso de los homenajes a mí me da güeva. Yo vine aquí a una comida, pero qué mejor que recordar algunas de sus canciones.

Lo que sobrevino fue el sentimiento que crece y ante el cual se guarda silencio. Las composiciones de Marcial crean una atmósfera que envuelve, porque coloca al público en una esquina donde los sentimientos son profundos, radicales. El sonido de la guitarra, entre rasgueos y arpegios, involucra las experiencias de cada quien. Mendoza reconoció que él aprendió por enseñanza de Marcial, su amigo y colega, a hacer décimas, algunas premonitorias sobre el tema de la muerte. Para despedirse, Rafael cantó Quién parará esta locura.

La bohemia siguió en voz y guitarra de Alejandro Pico. En El Breve Espacio de la Condesa hasta el más chimuelo masca fierro, y Pico dio muestra de la influencia de Marcial en melodía y armonía.

Entre las mesas, la concurrencia chocaba sus vasos y brindaba por Marcial. Algunos coreaban alguna composición, pero otros suspiraban, meditaban y en su memoria brillaba algún recuerdo, quizás el amor ya ido. Se oyó la voz de Mendoza: Todavía me hace llorar, la verdad.

Entró al escenario Ricky Luis, quien se hizo famoso hace muchos años con la canción Llevo un mes con el mismo pantalón; interpretó composiciones suyas, una de las cuales le ha creado problemas, porque la letra  alude a un Enrique que miente, pero la pieza la hizo mucho antes de que el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, tomara posesión del cargo. Algunos preguntaron qué hacía Ricky ahí, nadie supo decir a ciencia cierta la razón, pero finalmente no cayó mal y todo se consideró resultado de un cruce de amistades.

Foto
Amigos y familiares recordaron y subrayaron el aporte sonoro de Marcial Alejandro a México. Aquí, el compositor en diciembre de 2002Foto Alfredo Domínguez

Cerró la serie de interpretaciones el hijo de Marcial, Marcial Romo, quien ha decidido seguir los pasos de su padre. Una herencia de la que ha gozado es que los amigos de su progenitor también son suyos.

Amigo y gente de principios

En entrevista, Marcial Romo dijo: “Descubrí la gran cantidad de amigos de mi papá el día que murió, porque la agencia funeraria se fue llenando de tanta gente… de los más diversos oficios, no sólo de la música. Siempre el velatorio estuvo lleno. Ese día hubo mucho amor por él. Eso es padrísimo. La última canción que escribió mi padre es como su epitafio, y habla de la muerte, sobre su muerte.

“No podía haberme tocado un padre mejor que él. Era un gran tipo, una gran persona, amigo de la gente, firme, muy inteligente y con unos principios muy sólidos, los cuales defendía con todo. Lo admiraba como persona. De las canciones que hizo son tantas las que me gustan... Luz, Primero amor y luego olvido… todas me parecen fenomenales. Hay algunas que no me gustan, la verdad, aunque reconozco que están bien hechas.”

Marcial hijo está involucra-do en diversos proyectos y actividades musicales. Mi papá siempre estuvo inspirado por el arte. Justamente la bohemia, así como la vivió mi papá, significó o significa vivir para el arte. Es disfrutar los momentos, hacerlos un fruto. Hay quien dice que me muevo como él en el escenario, pero no lo hago de manera consciente. Cuando compongo me doy cuenta de que algunas armonías son muy parecidas a las de él. Pero creo que eso se debe a lo mucho que lo he escuchado. Nunca quiso ser mi maestro y me decía que si quería aprender me ponía uno. Aseguraba que él era mal maestro. Creo que es difícil que un papá enseñe a sus hijos, porque los hijos somos rebeldes.

Informó que tiene canciones inéditas de su papá y próximamente las dará a conocer en forma de disco. Él grabó varios temas en la sala de su casa. “Puedo asegurar que muestran un nivel muy diferente a lo que venía haciendo. El disco estará integrado por dichas composiciones, en voz de varios artistas.

“Le haríamos un homenaje en grande. Me he hallado con las puertas abiertas y creo que las cosas se van a ir dando. Hay que considerar que murió joven, a los 53 años. A mí, me dijo tres veces a lo largo de su vida que se iba a morir a los 53 años, y cuando sucedió me puse a hacer cuentas y le dije: ‘¡me la cumpliste!’

Así, de Marcial Alejandro se seguirá hablando mucho más en los meses por venir, finalizó su hijo.