Opinión
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Ciudad Perdida

Alarma en el PRD capitalino

Reciben a Bejarano en Los Pinos

E

n todos los ámbitos de gobierno de la ciudad, aunque esto no llegue hasta las oficinas del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, hay algo más que alarma por lo que sucede en el PRD del Distrito Federal. Su inmovilidad, parte de los caprichos del perversor Bejarano, y del poco oficio político de ciertos operadores del mismo equipo de Mancera, parecen abrir la puerta para que el priísmo trate de sentar sus reales en la capital del país.

Las diferencias entre Mancera y Bejarano se hacen cada vez más obvias y más profundas. Cada vez que se hace un intento por componer la situación de ese partido, Bejarano insiste en la amenaza de tumbar a Manuel Granados, de la coordinación de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del DF y hasta ahí se quedan las cosas.

El asunto se torna cada vez más grave porque pareciera que existe, entre los dos personajes, una competencia para mostrar quién es quien gobierna en el DF, y los operadores de Bejarano aseguran que su fuerza, es decir, la cantidad de gente que tiene la marca del perversor dentro del aparato burocrático, garantiza que las acciones que pesen en el quehacer de gobierno favorezcan a Bejarano.

No obstante, para otros la situación es totalmente diferente, porque eso que llaman la fuerza de IDN es también su mayor debilidad, dado que el gobierno podría, si así lo decide Mancera, despedir en cualquier momento a todos o casi todos los afiliados a la marca del dueño de IDN, lo que le causaría una debilidad mayor, aunque también, es necesario decirlo, se teme la respuesta del bejeranismo.

De cualquier forma, en caso de que la gestión de Mancera decidiera sacudirse a IDN, la operación del gobierno no estaría en ningún momento en peligro por más operadores, de todo tipo, que sean fieles a la tribu. Lo que sobra, nos dicen, es gente con experiencia dispuesta a sumarse al trabajo burocrático, y una buena parte de ellos sin mayor compromiso con las tribus.

Pero el asunto no para en el ámbito del DF. Según se sabe, René Bejarano ya ha tenido reuniones tanto en la Secretaría de Gobernación como en la misma Presidencia de la República, donde ha sido recibido con buen talante, y donde él, Bejarano, ha puesto sobre la mesa del priísmo sus proyectos de operación en la ciudad, mismos que si no contradicen el trabajo de Mancera, tampoco abonan a las izquierdas en el DF, y sí podrían dar mayores espacios de movilidad al PRI.

En todo este asunto, el PRD, que en el cuadrante de lo nacional está entregado al priísmo, en el DF parece entrar al terreno del colaboracionismo, con los prologados silencios que asume frente a la problemática de la ciudad, donde prácticamente ha desaparecido.

El mismo Manuel Oropeza, quien continúa en la presidencia del PRD de la ciudad, siente que su presencia en ese partido es un fardo que ya no está dispuesto a seguir acarreando, por lo que también quiere, sin decirlo abiertamente, que la elección de un nuevo dirigente se dé ya, lo más pronto posible.

Total, el PRD en el DF está convertido en el factor que decidirá el verdadero peso del gobierno en la ciudad. Tal vez por eso la espera, tal vez por eso la urgencia, pero en realidad quien tiene todo para decidir es el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, que fue electo por la ciudadanía. Sólo falta su decisión porque, por más que él no quiera ser el líder de las izquierdas en el DF, es sin duda el jefe político de la ciudad. Nada más.

De Pasadita

Por cierto, si alguna duda cabe habría que mencionar que desde las profundidades de la operación tribal, e incluso desde algunas de las oficinas del equipo de Mancera, se trata de descalificar de cualquier forma a Ricardo Peralta, secretario técnico de la Comisión de Gobierno, muy cercano a Manuel Granados, y por tanto a Mancera. Habrá que tener cuidado y mirar de cerca para hallar quiénes quieren amarrar navajas entre los de Mancera. Ojo con eso.