Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 7 de abril de 2013 Num: 944

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Cuatro décadas sin Alejandra Pizarnik
Gerardo Bustamante Bermúdez

La pintura de Manuel González Serrano,
el Hechicero

Argelia Castillo

Pensar cambia el mundo
Esther Andradi entrevista
con Margarethe von Trotta

Gorostiza: una voz
en medio de la ruina
y los discursos

Hugo Gutiérrez Vega

Erri de Luca: paraísos,
vida y mariposas

Ricardo Guzmán Wolffer

Leer

Columnas:
A Lápiz
Enrique López Aguilar
La Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Prosaismos
Orlando Ortiz
Cinexcusas
Luis Tovar


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Luis Tovar
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Apuntes básicos para una historia

Imposible hablar, en espacio tan breve como éste, de todo lo mucho y muy importante que se expone en El Estado y la imagen en movimiento, grueso volumen publicado por el Imcine que, como indica el título –y sobre todo el subtítulo, Reflexiones sobre las políticas públicas y el cine mexicano–, aborda la manera en que el Estado mexicano se ha relacionado con el fenómeno cinematográfico en este país.

Clásicamente dicho, ni una sola de las 431 páginas –más un anexo gráfico desplegable que las acompaña– tiene desperdicio. Dividido no en décadas, como indicaría cierta costumbre, sino en sexenios o en aproximaciones a los mismos, que es como el mundo mexicanamente sigue reinventándose, El Estado… se compone de los siguientes apartados:  Participación del Estado en la industria cinematográfica, 1896-1932, por Aurelio de los Reyes. Entre el populismo y la promoción de la iniciativa privada. La política cinematográfica del sexenio de Lázaro Cárdenas del Río, por Rosario Vidal Bonifaz. Las intervenciones gubernamentales como estrategia de crecimiento y supervivencia durante la segunda guerra mundial y la postguerra, 1940-1952, por Francisco Peredo Castro.  Encuentros y desencuentros entre el cine mexicano y el Festival de Cannes: la dudosa consagración, 1946-1959, por Julia Tuñón.  Del monopolio de la exhibición a la estatización (ineficiente) de la industria, 1952-1964, por Arturo Garmendia. La sombra del caudillo: el cine mexicano y el Estado en la década de los sesenta”, por David R. Maciel.  Del neopopulismo a los prolegómenos del neoliberalismo: la política cinematográfica y el ‘nuevo cine mexicano’ durante el período 1971-1982, por Eduardo de la Vega Alfaro. La reconfiguración de la industria cinematográfica mexicana, por Isis Saavedra y Gerardo Ávalos Tenorio. El Tratado de Libre Comercio y la casi desaparición del cine mexicano, por Enrique E. Sánchez Ruiz.  El fortalecimiento de la producción desde el Imcine a través de la comunidad cinematográfica, por Cuauhtémoc Carmona Álvarez y Carlos Sánchez y Sánchez (autores que figuran como coordinadores generales de la obra). La política cinematográfica frente a la convergencia digital: apuntes sobre la definición de la obra cinematográfica como contenido audiovisual, por Juan Carlos Domínguez Domingo. Mismo lugar, diferente tiempo. Notas sobre los espacios alternativos para la exhibición cinematográfica en México, auspiciados por el Estado, por Ernesto Román. Rematan el libro un conjunto de gráficas que ilustran mucho de la enorme carga de información vertida en los doce capítulos precedentes, así como una sucinta nota biobibliográfica sobre cada uno de los autores.

Leer para saber

Si el título de cada ensayo es bastante elocuente respecto de la materia y época que aborda, el contenido no defrauda: pensado y compuesto no como una reunión de textos cada uno jalando por su lado, sino como un todo lógico cuyo cometido es brindar un panorama completo, aquí se ordenan y sistematizan los hechos, las cifras, las políticas, los nombres, las problemáticas, las soluciones –o las que no alcanzaron a serlo–, así como los aciertos y los muchos yerros de los que está hecha la existencia misma del cine mexicano.

De hecho, el libro bien habría podido llevar un título por el estilo de Historia de la cinematografía mexicana, capítulo Políticas de Estado, al que ideal y necesariamente seguiría, en un volumen de seguro más grueso aún, el trabajo monumental y exhaustivo de crítica al cine mexicano que Jorge Ayala Blanco lleva décadas realizando bajo las letras del alfabeto –y felicitaciones al maestro incuestionable de la crítica cinematográfica en estos lares, por la recientísima presentación del título más reciente, La ilusión del cine mexicano–, y a continuación otro que contuviera el Diccionario de directores del cine mexicano, desde luego actualizado –hoy llega hasta 2009– por su autora, la querida colega Perla Ciuk. Después de éste, la ya para entonces Enciclopedia podría incluir volúmenes genérico-temáticos, verbigracia esa otra obra de titánicos tintes a cargo, otra vez, de Ayala Blanco, aquí en colaboración con María Luisa Amador, la Cartelera cinematográfica, que hagan posible una mirada comprehensiva a nuestro cine.

Mirada –la comprehensiva– que nunca hemos tenido, conformándonos con el descoyuntamiento de lo parcial y lo incompleto, contra lo cual pareciera haber sido pensado este libro necesarísimo, vista la mexicana costumbre de opinar –pareciera que en cine más que en otros asuntos–  sin de verdad saber, en el fondo, de lo que se habla.