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El BdeM los seguirá vigilando con mucho cuidado, advierte

Los flujos de capital de alguna manera reflejan la salud del país, según Carstens
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Periódico La Jornada
Jueves 18 de abril de 2013, p. 27

Washington, DC, 17 de abril.

El creciente ingreso de capitales extranjeros al mercado financiero mexicano para invertir en bonos de deuda del gobierno de alguna manera refleja la salud del país, aseguró este miércoles Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México (BdeM).

La declaración de Carstens ocurrió después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió sobre el riesgo para la estabilidad financiera de los países en desarrollo –como el caso de México– por la entrada de capitales que buscan una rentabilidad mayor a la que ofrecen las inversiones en los países avanzados.

El banco central reforzará la vigilancia sobre las consecuencias en el sistema financiero del país derivadas del cuantioso ingreso de capitales extranjeros, agregó Carstens, quien participó hoy en un par de seminarios realizados durante la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial.

La llegada de recursos para la compra de instrumentos financieros en el mercado mexicano es parte del ajuste internacional que se está dando a partir de la crisis que estalló hace cinco años, declaró Carstens.

Los flujos de capitales de alguna manera reflejan la salud del país y por lo tanto el Banco de México los va a seguir vigilando con mucho cuidado, mencionó.

La inversión de extranjeros en bonos de deuda emitidos por el gobierno mexicano en el mercado local se multiplicó por seis desde 2009, hasta alcanzar en enero pasado la cifra récord de 127 mil 107 millones de dólares, de acuerdo con datos del banco.

En los últimos dos días, el FMI ha advertido sobre el riesgo que representa para la estabilidad financiera de los países emergentes –grupo en el que incluye a México– el ingente ingreso de inversiones a sus mercados financieros, flujo movido por la caída de las tasas de interés a niveles históricos en las naciones avanzadas.

Para los países emergentes el principal desafío es el manejo de los flujos de capital, sostuvo el martes Olivier Blanchard, director del Departamento de Investigación del FMI. Las perspectivas económicas positivas en los países emergentes, combinadas con las bajas tasas de interés en las economías avanzadas, llevarán continuos flujos de capital y presiones cambiarias a los países emergentes, agregó.

El ingreso de esos capitales –que buscan rentabilidad mayor a la que podrían tener en los países avanzados– ha vuelto a las naciones en desarrollo más sensibles a los capitales volátiles, comentó José Viñals, consejero financiero y director del Departamento de Asuntos Monetarios y de Mercados de Capitales del FMI.

La continua llegada de capitales al mercado financiero mexicano es una de las razones por las que la Comisión de Cambios, en la que participan el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, decidió poner fin, hace dos semanas, a la venta de dólares a los bancos privados por medio de un mecanismo de subasta, apuntó el gobernador Carstens.

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El gobernador del banco central, Agustín Carstens, en imagen de archivoFoto Francisco Olvera

En principio, aseguró, los flujos de capitales que se están llegando benefician al país, pero hay que mantener una vigilancia estrecha para que no generen distorsiones inadecuadas.

En la discusión sobre el efecto de los flujos de capital, hay que tomar en cuenta que si un país como Estados Unidos no hubiera seguido las políticas monetarias que ha aplicado después de la crisis (como reducir la tasa de interés y proveer de liquidez a su mercado financiero) lo más probable es que hubieran tenido una actividad económica mucho mas débil, y en consecuencia el crecimiento de nuestras exportaciones hubiera sido mucho menor, acotó.

Durante su participación en un seminario sobre cuestiones fiscales, al que también asistió Christine Lagarde, directora gerente del FMI, Carstens apuntó que los gobiernos de países emergentes han enfrentado relativamente bien, y han salido mejor librados de la crisis mundial que las naciones desarrolladas, porque aprendimos las lecciones del pasado.

No quiere decir que no nos haya afectado la desaceleración de Estados Unidos y la recesión en Europa, pero hemos tenido un mejor desempeño porque durante un buen tiempo realizamos cambios estructurales y teníamos bien puestos los pilares macroeconómicos, agregó. Entre otros elementos, se mantuvo una buena orientación de mercado, preservamos un sistema financiero sólido y, cuando la crisis irrumpió, no volvimos al error de siempre de expandir el gasto público para intentar ir contra corriente del ciclo económico, añadió.

En cambio, sostuvo, la dificultad que enfrentan varios países para salir de la crisis se explica porque aumentaron y fueron muy agresivos (sic) con el gasto público y, desde el punto de vista fiscal, eso empeoró la situación que hoy enfrentan.

Los países desarrollados, añadió, también tienen un elemento crítico en la laxa regulación bancaria y la acumulación de pasivos en los balances de las instituciones, que llegó a un extremo tal que limpiarlos y sacarlos de ahí provocó incluso un incremento todavía adicional del déficit fiscal y, con ello, redujo la capacidad para resolver la crisis.

La falta de mecanismos de resolución (la salida de instituciones bancarias insolventes de un sistema financiero de manera ordenada y con mínimos inconvenientes para el resto del sistema) en las economías avanzadas y la debilidad de los sistemas financieros, son un elemento fundamental que diferencia a los mercados emergentes, donde hemos aprendido que es muy importante la interacción entre la salud fiscal, un sistema financiero sólido y bien regulado y la evaluación de los pasivos contingentes que se acumulan en el sistema bancario.