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Justicia a la carta
Ángeles Dauahare, libre

Fui víctima de Calderón, acusa el general

Analizará si presenta denuncia contra Marisela Morales Ibáñez y Cuitláhuac Salinas

Buscará no lesionar al gobierno de Peña; cumplió su palabra de apegarse a la ley

Los militares coacusados esperan que se les haga justicia, sin el plus de los cargos falsos

Foto
El general en retiro Tomás Ángeles Dauahare, al salir del penal de máxima seguridad, en Almoloya de Juárez, estado de México, cuatro horas después que el juzgado tercero de distrito en materia penal le notificó que había concluido su proceso penalFoto Víctor Camacho
Enviado y corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 18 de abril de 2013, p. 2

Almoloya de Juárez, Mex., 17 de abril.

El general Tomás Ángeles Dauahare afirmó haber sido una víctima del sexenio de Felipe Calderón y de un proceso penal construido con acusaciones falsas y dolosas; sin embargo, puntualizó que analizará si presenta una denuncia penal contra la ex procuradora Marisela Morales Ibáñez y el ex titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), José Cuitláhuac Salinas Martínez.

Entrevistado al abandonar el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número uno, conocido como Altiplano, La Palma o Almoloya, el divisionario afirmó que no buscará lesionar al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, ya que esta administración ha cumplido su palabra de apegarse estrictamente al estado de derecho, que es lo que desean todos los compañeros internos y los militares están esperando también.

Ángeles Dauahare abandonó el penal de máxima seguridad a las 22:20, cuatro horas después que el juzgado tercero de distrito en materia penal le notificó que había concluido su proceso penal y que la Procuraduría General de la República (PGR) presentó conclusiones no acusatorias en su contra, por lo cual su juicio fue sobreseido, y se determinó que era inocente de las acusaciones de delincuencia organizada y delitos contra la salud.

El también ex subsecretario de la Defensa Nacional fue detenido el 15 de mayo de 2012, toda vez que la Seido, con base en declaraciones falsas de testigos protegidos, obtuvo órdenes de aprehensión contra seis militares señalados como presuntos responsables de brindar protección a las operaciones del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.

–¿Su caso fue armado?

–Permítanme no contestar, porque es abrir heridas, y la verdad, fueron imputaciones dolosas y falsas.

–Qué sigue, ¿denunciará a la ex procuradora y al ex titular de la Seido?

–Necesito ver, consultar con las personas que saben si se presentará una demanda. Sobre todo, tomaré en cuenta que es una nueva administración. No quiero lesionar para nada a esta administración, ya que ha cumplido su palabra de apegarse estrictamente al estado de derecho.

“Tengo agradecimiento a la administración del presidente Peña, fue fiel a su palabra de que iba a hacer cumplir el estado de derecho. Lo ha confirmado y ratificado el procurador (Jesús Murillo). Hay mucha fe en la procuración y administración de la justicia en nuestro país, creo que estamos en otra frecuencia en este sentido, en esta administración.

“Los militares internos tienen mucha fe. Cuando llegué acá estaba la validación de la elección, y cuando se dio el veredicto, sucedió algo increíble, hubo aplausos. La verdad sorprende que haya mucha esperanza (de los otros militares presos por este caso) de que se les haga justicia y todos quieren que simplemente se les juzgue por lo que hicieron, quitando el plus (las declaraciones falsas) que les pusieron.

–¿Qué hará ahora?

–Hacerme un chequeo médico y después presentarme con el secretario de la Defensa Nacional, presentarle mis saludos, ponerme a sus órdenes como soldado. También platicaré con él si es conveniente visitar al presidente Enrique Peña Nieto, y esperaré instrucciones para ello.

–¿Confía en la justicia?

–La estamos viendo. Confío en esta administración.

–¿Va a buscar al ex secretario Guillermo Galván?

–No, para nada.

–¿Su aprehensión fue para que usted no llegara a ser secretario o una venganza entre militares?

–Mucho se ha especulado sobre eso. Pero les pido que me permitan no responder. Al buen entendedor, pocas palabras

–¿Tiene resentimiento?

–Los tratos recibidos en la Seido y durante el arraigo fueron buenos, no me presionaron. Y aquí, en el penal, tuve un trato igual al de todos los internos, con disciplina. Quien observa esto no tiene ningún problema.

Me fue muy bien con esta administración que tomó posesión en diciembre, se compuso notablemente la dirección del centro. Ahora la directora está realizando actividades cívicas, culturales y poéticas, creo que alcanzarán el propósito de la rehabilitación de los internos.

–¿Usted participó en algunas actividades?

–En febrero, el Día de la Bandera, me invitaron a dar pláticas en varios auditorios; hubo mucho respeto y atención.

–¿Se reunió con los otros militares acusados en este caso?

–Estábamos en la misma sección, en el mismo pasillo. Estuvimos en el área conocida como COC (Centro de observación y clasificación), en las estancias seis, siete y ocho. Estábamos dos y dos. A mí me tocó con el general (Roberto) Dawe.

–¿Cómo ve los procesos de sus coacusados?

–Bien, todos van en forma paralela. El general (Ricardo) Escorcia no apeló, se fue por el amparo directo, y está por resolverse.

–¿Qué opina de la administración de Felipe Calderón?

–Desafortunadamente en cuanto a la PGR y la procuradora Morales, no hay buenos comentarios. Lo estamos viendo y viviendo, ya que muchos compañeros militares y una gran cantidad de internos en este penal, y creo que en todos los penales, lo sufren.

–¿Su opinión sobre el arraigo y los testigos protegidos?

–Hay que revisarlos. Son aberraciones jurídicas que se estaban llevando. Es aberrante cómo se manejaban los testigos protegidos.

–¿Fue una víctima del sexenio de Felipe Calderón?

–Desafortunadamente, sí.