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Gran reto, que la economía informal acceda a la banca

Hay métodos de financiamiento, pero muchas veces son caros

El ex gobernador del Banco de México asegura que son razonablemente buenas las perspectivas para el sistema bancario en el país para lo que resta del año. Sin embargo, apunta, a nivel global 2003 será de bajo crecimiento. Para Europa prevé cero avance e incluso retroceso, y en China, relativa debilidad

 
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de abril de 2013, p. 29

El gran reto del sistema financiero mexicano es la incorporación de más personas a los servicios bancarios formales, plantea Guillermo Ortiz Martínez, presidente del consejo de administración del Grupo Financiero Banorte.

Las perspectivas para el sistema bancario son razonablemente buenas para lo que resta del año. Uno de los temas fundamentales, de los grandes retos, es la inclusión financiera y la ampliación del sistema bancario formal a la economía informal, considera. La economía informal tiene sus propios mecanismos de financiamiento, que muchas veces resultan muy caros. Pero también por problemas de informacion no es fácil para los bancos atacar esos segmentos, proporcionarles financiamiento. Y por eso es un reto la inclusión, dice.

Banorte es el mayor banco de capital mexicano entre los que operan en el sistema financiero local, en el que cuatro de sus cinco principales intermediarios son filiales de una firma extranjera. La inclusión financiera, término que alude a la incorporación de nuevos usuarios al sistema financiero formal, es una de las nuevas fronteras que busca cruzar la banca en México, como quedará de manifiesto este jueves y viernes próximo durante la realización de la 76 Convención Nacional Bancaria, en Acapulco.

A propósito de ese acto, el principal del sector financiero en México, Ortiz Martínez concedió una entrevista a La Jornada.

–¿Cuál es la situación de la economía mexicana en relación con el sistema financiero y la banca en particular?

–Para poner esto en contexto hay que platicar un momento sobre la situación mundial. Como se ven las cosas, en Estados Unidos hubo un buen inicio de año. Sin embargo, los últimos datos, referentes a marzo, fueron relativamente débiles. Se espera que el resto del año la construcción de casas nuevas, la vivienda y la mejora que ha habido en los balances de los hogares sostenga el consumo. En contra, está todo el tema de consolidación (reducción del gasto y alza de algunos impuestos) fiscal, que va a morder más en el segundo semestre.

A nivel global, este se ve como un año de bajo crecimiento. En Europa probablemente habrá estancamiento e incluso es probable que el crecimiento de la eurozona en su conjunto sea cero o ligeramente negativo. Y China también registra cifras económicas relativamente débiles. Entonces, no se ve un crecimiento bueno en la economía mundial.

Del plano externo, Ortiz Martínez se traslada al ámbito interno. Menciona que en el primer trimestre la economía mexicana experimentó una desaceleración de la producción industrial, reflejo de lo ocurrido a finales de 2012 en Estados Unidos. Se espera un segundo semestre mejor que el primero, en términos de exportaciones y producción industrial. El crecimiento económico en 2013, apunta, no va a ser tan alto como el año pasado, “pero en relación a cómo se está viendo el mundo, México se ve bastante bien.

“Las reformas que están siendo aprobadas –apunta– y las que están en proceso han tenido un impacto positivo en la imagen de México. Lo que falta es la instrumentación y la implementacion de esas medidas estructurales”, considera.

–Con las bajas tasas de interés en los países avanzados ha llegado un monto elevado de recursos [la inversión de extranjeros en bonos del gobierno se multiplicó por seis desde 2009] al país. ¿Cree que se esté creando algún riesgo por la entrada de capitales a México?

–Siempre hay un riesgo. Este es un tema que no es únicamente preocupación de México, sino de todos los países emergentes. Tienen una situación de atracción, como México. Siempre hay el riesgo de que se puedan hacer burbujas en distintos mercados: el de activos, accionario, de bonos. No ha ocurrido eso en México, pero es un tema que las autoridades tienen presente. No deja de ser un riesgo. Hasta ahora no hay evidencia de qué esté ocurriendo, pero es un tema en el que hay que estar pendiente.

–En este entorno que describe, ¿cuál es la situación del sistema bancario en México?

–Como es sabido, el sistema bancario está sólido. Lo está en su capitalización, el crédito está fluyendo, tanto el de consumo, como el crédito empresarial y la vivienda. Los índices de cartera vencida son bajos para la banca en su conjunto. De manera que las perspectivas para el sistema bancario son razonablemente buenas para lo que resta del año.

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Guillermo Ortiz Martinez, presidente del consejo de administración de Banorte, en la Torre Mayor de la ciudad de MéxicoFoto María Luisa Severiano

Uno de los temas fundamentales, de los grandes retos, es la inclusión financiera. Todavía la penetración bancaria en México es baja. El crédito del sistema bancario al sector privado anda alrededor de 20 por ciento. Es un nivel de penetración muy inferior al que correspondería a un país con el ingreso per cápita que tiene México. En Brasil, por ejemplo, la penetración del sistema bancario, medida también por el crédito bancario al sector privado como proporción del PIB, es alrededor de 50 por ciento.

Para Guillermo Ortiz, ex gobernador del Banco de México y ex secretario de Hacienda, el tema de la banca es cómo llevar el crédito formal a las empresas micro, pequeñas y a algunas medianas que tampoco, dice, tienen acceso a financiamiento bancario.

Sobre todo estoy hablando de las pequeñas. Creo que en este sentido las políticas de garantías que ha seguido Nacional Financiera (Nafin) han sido muy efectivas; el financiamiento a las pequeñas y medianas empresas ha tenido buen comportamiento en los últimos años y los programas que ha puesto en marcha Nafin han sido efectivos en el sentido de que tampoco se han ejercido las garantías que otorga. Creo que este es el camino correcto. Más que tratar de inventar nuevos esquemas, hay que irse sobre lo que ya funciona y profundizarlo.

–Por la historia reciente del país, siempre suena alguna alarma cuando el crédito comienza a crecer a los ritmos que lo ha hecho últimamente. Usted dice que el sistema bancario es sano. ¿Considera que hay algún tipo de crédito que merezca una atención particular para que no se presenten problemas de insolvencia?

–Tuvimos un problema en el sistema bancario con las tarjetas de crédito en 2007 y 2008. Esto provocó un aumento de la cartera vencida en aquel momento. Se manejó razonablemente bien. No se ve, al menos al día de hoy, un problema en la parte de credito al consumo y la vivienda, está funcionando bien. Repito: el reto es profundizar la inclusión financiera y la ampliación del sistema bancario formal en parte de la economía informal. La economía informal tiene sus propios mecanismos de financiamiento, que muchas veces resultan muy caros. Pero también por problemas de información no es fácil para los bancos atacar esos segmentos, proporcionar financiamiento y por eso es un reto la inclusión.

–En los últimos meses Banorte completó la fusión con Ixe y la compra de la afore de Bancomer. ¿Qué busca Banorte y cómo quiere posicionarse en el sistema bancario?

–Tenemos la visión de colocarnos como el banco que mejor atiende a su clientela. Desde luego no desestimamos los esfuerzos que hace la competencia en el mismo sentido, pero nosotros queremos poner al cliente como el eje y centro de atención de todas nuestras acciones en el banco. Buscamos tratar de ir mejorando la calidad del servicio, nuestra oportunidad, para poder colocarnos en las preferencias del público y eso es lo que nos va a dar el crecimiento. No es cosa de tomar cuota de mercado por tomarla, sino que esa debe ser una consenciencia de un servicio de excelencia que proporcione el banco. Ese es nuestro objetivo y ahí nos queremos colocar.

–¿Hay algún segmento de crédito en el que Banorte buscará mayor crecimiento?

–Estamos en todos los sectores de banca de menudeo. Donde tenemos una participación relativamente menor es en tarjeta de crédito, con alrededor de 7 por ciento del mercado, mientras que en otros segmentos de crédito estamos con una cuota de alrededor de 15 por ciento.

–Después de la compra de la Afore Bancomer, ¿qué sigue?

–El banco tiene un crecimiento orgánico importante. Desde hace ya tiempo estamos creciendo más rapido que el mercado. Siempre estamos atentos a que surjan nuevas oportunidades. Si surje alguna oportunidad interesante la exploraremos a fondo.