Economía
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La banca no impugna ni litiga su regulación

La economía mexicana pasa por un buen momento; es sólida

El sistema bancario está muy acostumbrado a las reformas legislativas, a la discusión, y esperamos seguir con la dinámica de diálogo, asegura quien presume de encabezar un gremio unido. Plantea la expansión saludable del crédito, incorporar a gente joven a la banca y diseñar tarjetas de crédito por niveles de riesgo

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El director general de Banamex, Javier Arrigunaga Gomez, en entrevista con La Jornada en su oficina Foto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de abril de 2013, p. 37

El sistema bancario está muy acostumbrado a las reformas legislativas, a la discusión y no tiene por costumbre impugnar o controvertir judicialmente su marco regulatorio, asegura Javier Arrigunaga Gómez del Campo, nuevo presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM). Esperamos continuar con esta dinámica de diálogo, dice, en un momento en que se inicia la discusión de un paquete de modificaciones legales con las que el gobierno busca elevar la asignación de préstamos a empresas.

Arrigunaga Gómez del Campo, director general del Grupo Financiero Banamex, asumirá este viernes la presidencia de la ABM, en el marco de la 76 Convención Nacional Bancaria, que se realiza en Acapulco.

Somos un sector muy acostumbrado a las reformas legislativas, a las modificaciones regulatorias, tanto las que provienen de la regulación internacional como de las normas internas en materia de protección al consumidor, normas prudenciales o de prevención de lavado de dinero, dice en una entrevista con La Jornada.

Arrigunaga asegura que el de los banqueros ha sido en México un gremio muy disciplinado en la discusión con el Poder Legislativo, siempre en coordinación con las autoridades financieras. Somos un gremio que no ha tenido por costumbre impugnar o buscar controvertir judicialmente. Esperamos continuar con esta dinámica de un diálogo sobre lo que es mejor para el sistema con visión de mediano y largo plazo. Compartimos los objetivos de lograr mayor expansión del crédito y generar condiciones que permitan ir disminuyendo los márgenes de la banca.

El momento en que la actividad de la banca comercial será objeto de cambios a partir de la reforma financiera que presentará el gobierno –el anuncio de esos cambios fue pospuesto el martes pasado– está marcado por una perspectiva favorable, considera Arrigunaga.

México y la economía mexicana tienen un buen momento, resultado de la combinación de los sólidos fundamentos macroeconómicos, y también de que se está enfrentando el problema de que México no ha tenido el crecimiento deseable. Las reformas que se han planteado en el Pacto por México justamente buscan impulsar ese crecimiento económico, agrega.

En ese marco económico, añade, el sistema financiero que opera en México ha mostrado una condición sólida y estable que, asegura, es poco común en el actual entorno internacional en el que vemos a muchos países que todavía cargan a los bancos como un costo para las finanzas públicas. México es la excepción, añade Arrigunaga, quien, antes de incorporarse a Banamex estuvo al frente del organismo público que asumió el costo del rescate bancario durante la crisis mexicana de 1995.

–Después de varios años de incremento, ¿hasta qué nivel es manejable la expansión del crédito?

–Queremos una expansión saludable del crédito. Lo que hemos observado en los últimos años es justamente esto. Después de la crisis con tarjetas de crédito de 2009 hemos tenido un episodio largo de crecimiento sostenible y sólido. Y eso es lo que quisiéramos seguir viendo. ¿Puede seguir la expansión del crédito con bajos niveles de cartera vencida? La respuesta es sí. El crecimiento tiene que ver con los niveles de productividad en distintos sectores de la economía. Sí, pensamos que sigue habiendo una oportunidad.

–¿Lo mismo para el crédito al consumo?

–Sí. Podemos continuar con los ritmos de crecimiento que hemos tenido en consumo [15 por ciento el último año] porque la calidad de la cartera es muy saludable. En el caso de Banamex, la cartera vencida equivale a 1.7 por ciento de la cartera de préstamos. Seguimos pensando que hay una oportunidad de crecimiento. En el banco hemos tenido un crecimiento muy enfocado en la base de clientes. Los niveles de cartera vencida están ahora muy por debajo de los que hubo durante la crisis global. Entonces, sí vemos que puede continuar la expansión. Hay factores que la apoyan, como el bajo nivel de penetración financiera [el crédito de la banca al sector privado equivale a 20 por ciento del producto interno bruto] y hay una estructura de población muy joven que se va incorporando al uso de servicios financieros.

–¿Cómo está cambiando con las nuevas plataformas tecnológicas la forma en que la banca se relaciona con sus clientes?

–La banca tiene que aprovecharlas, como lo hemos hecho en Banamex con Transfer: usar los instrumentos que utiliza la población, como el teléfono celular, para que sean también instrumentos para recibir y hacer pagos o la compra de bienes y servicios. También, el abaratamiento de costos que generan las nuevas tecnologías nos permite prestar servicios financieros en términos más competitivos a la población que antes no tenía acceso. Y está también la posibilidad de diseñar más productos a la medida, como tarjetas de crédito por niveles de riesgo o el historial de pago. Veremos cada vez productos más sofisticados basados en el uso de nuevas tecnologías.

–Varios millones de usuarios se han incorporado al uso por primera vez de servicios financieros formales. ¿Una vez dentro del sistema tienden a utilizar más productos?

–Se detecta la necesidad de contribuir a la educación financiera en buena medida por la incorporación de millones de nuevos usuarios al sistema, que se dio, quizá por un lado, por la forma en que se modificaron los sistemas de pensiones, que pasaron de un régimen de aportación a otro de pago definido y que obliga a las personas a tener que tomar decisiones financieras. Por otro lado, las nuevas tecnologías han permitido abaratar los costos y llegar a población que antes no tenía acceso a servicios financieros.

La banca tiene una lección bien aprendida, en el sentido de que el crédito no es la mejor forma de bancarizar [incorporar a una persona a los servicios financieros formales]. La mejor forma de hacerlo es por las cuentas de ahorro, permitir que la población tenga acceso a cuentas de ahorro o la cuenta como mecanismo de pago. Y después, ya que están más familiarizados con las cuentas bancarias, se pueden otorgar las formas mas simples de crédito y luego productos más sofisticados, apunta.

La elección de Javier Arrigunaga como nuevo presidente de la ABM ocurrió después de que Luis Peña Kegel, director de la filial mexicana del HSBC, una institución acusada en Estados Unidos de tener laxos controles de lavado de dinero, retiró su candidatura. No hubo una explicación oficial sobre la causa de ese retiro.

–Hubo confusión respecto del relevo en la presidencia de la ABM. ¿Qué fue lo que pasó?

–Hemos pasado de ser una asociación de pocos integrantes a una con una membresía más amplia. De 18 afiliados después de la crisis de 1995, a los 43 de ahora. Eso ha obligado a la Asociación a ir revisando su estructura. El concepto claro es que la mejor forma de representar los intereses del sistema bancario es con la unidad de los asociados. Esta es la primera ocasión en que se hace una votación formal para elegir al presidente de la ABM y me parece que de alguna forma eso va en línea con los nuevos tiempos. En un grupo pequeño era fácil decir a qué banco le tocaba la presidencia, era un acuerdo sin proceso de votación. Me parece que un reflejo de que somos un gremio unido es que tuve una votación favorable de 90 por ciento de los asociados.

–Parecía que en realidad había una división.

–Sí. Sin embargo, el hecho de contar con 90 por ciento de votos a mí en realidad me hace pensar en un consenso.